Discurso del Rector de la Universidad de Chile en Ceremonia de entrega de la Beca Diego Peralta, Homenaje al Prof. Dr. Jorge Allende y Firma de Convenio con la I. Municipalidad de Cerro Navia.
(Transcripción)
En el frontis de la Casa Central de la Universidad de Chile, en la calle Alameda, hay un gran letrero que dice en una de sus partes: "Todos tenemos derecho a una buena educación", y nosotros en esta Institución pensamos de verdad que eso debe constituir para el país una declaración firme, verdadera, de principios y de acciones; porque hoy día no todos tienen derecho a una buena educación.
Hay algunos que parecen estar condenados a tener una mala educación y, en consecuencia, como muy bien lo ha destacado nuestro Decano, a tener menos oportunidades para llegar a una buena Universidad y convertirse en buenos profesionales. Nosotros hemos sostenido, de que la solución para un problema de esta naturaleza es crucial en un país que necesita tener sueños de desarrollo, proyectos de crecimiento, que tiene grandes ambiciones que encontramos en todos los discursos, pero que necesita hoy día mucho más de aquello que se nos ha ido olvidando en el curso de la historia; un compromiso mayor de la sociedad y del Estado para poder apoyar la educación de aquellos que tienen las condiciones pero no tienen las oportunidades.
No puede ser que la educación sea una mercancía más y que a ella tengan acceso solamente los que puedan pagarla. No puede ser que eso, tal como sucede con la salud, represente tan bajo compromiso del Estado chileno con objetivos de país. Un niño capaz sin educación y sin oportunidades es un daño irreparable para el país y sus proyectos.
Es por eso que creo que lo que ha hecho la Facultad de Medicina que, muy bien dice el Decano es una gota en el mar, pero es una gota tan representativa, que cambia tan prístinamente el color de lo que se observa que creo que hay que imitarla, porque con esto mostramos que la Universidad de Chile no es solamente declaraciones y carteles, es también acciones que contribuyen a cambiar lo que queremos cambiar, a tener una educación pública de calidad, una educación pública con compromiso con los más pobres y una educación pública comprometida con el futuro del país.
Creo que esto es una gran iniciativa, pienso que aquí se cambian muchas cosas y ojalá también muchas cosas cambien con esto en la mente de quienes tienen que tomar decisiones en política pública. Cada vez que decimos: el país tiene futuro, el país tiene opciones, el país tiene un proyecto de desarrollo; se nos olvida que eso también se hace con equidad, y no es posible -digámoslo también francamente- seguir contando con estos indicadores impresentables de distribución del ingreso que no constituyen para ningún país el fundamento de un proyecto, el fundamento de un sueño positivo, el fundamento de un ánimo desarrollo. Creo que este es un ejemplo y una lección que ojalá tenga repercusión importante. Aquí les estamos dando la oportunidad a diez jóvenes que van a llegar a esta Facultad y, por lo tanto, a probarse en esta Facultad para quedarse en la Universidad. Pero ¿cuánto hay de este ejemplo que seamos capaces de replicar en un mundo en que todos los días se nos dice que hay que recuperar los costos, que hay que ponerle el precio, que hay que financiar y que todos los días esta misma Universidad que es pública, que es del Estado, no recibe del Estado sino que un 24% de su presupuesto? Aquí tienen que haber cambios en las definiciones, y por eso creo, señor Decano, que lo que ustedes han hecho es muy importante en esa dirección, no es suficiente decirlo, es importante practicarlo, esto es lo que es la Universidad de Chile, esto es lo que debe ser la Universidad de Chile, y es lo que la Universidad de Chile ha sido en la historia. Es particularmente importante además que esta beca que tiene este sentido tan positivo, tan constructivo que debiera tener un impacto tan importante en la conciencia de muchos, lleve el nombre de una persona que nos va acompañar por siempre y que ha logrado, como dijo el Decano, transformar el dolor en algo positivo, en solidaridad, en la solidaridad constructiva que se representará en las mentes y en los corazones de esos diez jóvenes que representan a Diego como si él estuviera acá.
Y finalmente para nuestro distinguido Prof. Jorge Allende. Yo quiero sobre todo que los jóvenes que están acá, sepan que el doctor Jorge Allende, es uno de los más distinguidos científicos del país. Es una persona cuyas contribuciones son conocidas internacionalmente y llegar ha ser miembro de la Academia de un país como es Estados Unidos en el área de las ciencias, es una distinción que se logra sólo sobre la base de mucho estudio, de mucha dedicación y de mucho esfuerzo. Por lo tanto, creo que este homenaje que su Facultad le hace, es tremendamente merecido, porque él marca para muchos, para todos nosotros, un ejemplo de lo que todos queremos ser: académicos con impacto real en la comunidad del pensamiento científico o de las otras áreas.
Y quiero aquí hacer una conexión, porque Jorge Allende no sólo es un gran científico, es un hombre con una tremenda sensibilidad social. Tuve la oportunidad, hace creo que un par de años, de asistir a una cosa insólita, pero son de esas cosas insólitas que ocurren sólo en esta Universidad y que como no constituyen ni una mala noticia, ni una cosa negativa, no aparecen en ninguna parte, pero es importante decirlo. El Instituto de Ciencias Biomédicas realizó una jornada en Lota, con el nombre "De Lota también hace Ciencia" y bueno, ¿quién era el público? Estudiantes y gente de un nivel socioeconómico extraordinariamente bajo, pero que llenaron un auditórium para escuchar a nuestros cientistas y contarles que es lo que ellos hacían, y el Dr. Allende estuvo allí, porque fue uno de los líderes de esa iniciativa, y esa gente escuchó sobre las contribuciones del Dr. Allende en investigación sobre genomas y eso, por lo tanto, traduce la belleza esencial de un científico que hace lo suyo, pero que también tiene y siente la obligación de mirar al resto. Yo por eso me adhiero con mucho cariño a su homenaje, porque es el cientista y el ser humano que nos distingue con su presencia en la Universidad de Chile y que ha constituido un aporte tan crucial y tan significativo al conocimiento que nosotros aquí en esta Casa cultivamos.
De manera señor Decano que me parece que este acto es extraordinariamente importante, es un acto que significa solidaridad, como una cosa importante que debe residir en el corazón de esta Institución por siempre, significa también reconocimiento al trabajo académico y significa sumando esas dos cosas, que la Universidad de Chile es un gran futuro, el futuro que siempre ha sido, el futuro que siempre será para Chile.
Muchas gracias.