Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile en, Ceremonia de Premiación del Concurso Codelco.
(Transcripción)
Este es un acto importante que tiene lugar en el marco más apropiado, que son los treinta años de la nacionalización del cobre chileno. Un acto que está ya en la historia, pero también en el presente y en el futuro, por lo que significa el cobre, por lo que el cobre ha implicado, no sólo para nuestra economía que está de más decirlo, sino también para nuestra cultura.
Dentro de mis viejas aficiones como académico estuvo la historia económica y cuando investigamos la historia económica de Chile con algunos colegas, allá atrás en el Departamento de Economía hace algunos años, encontramos que ciertamente la economía chilena y su historia, había estado dominada por siglos, desde el trigo a la plata, al salitre, al proyecto del sector manufacturero. Entonces uno puede mirar a la historia económica con grandes cambios muchas veces controvertidos que significan procesos de reasignación entre distintas actividades. Pero cuando preguntamos a la historia, cuál era la constante, cuál era lo que Ferdinand Braudel, un distinguido historiador francés, llamaba la característica de la historia de largo plazo de la economía chilena, innegablemente la respuesta fue el cobre. El cobre de los tiempos precoloniales, durante la colonia, durante la joven república y posteriormente ya en la madura, ha sido la constante más importante, no sólo en nuestra economía, también en nuestra cultura, en la forma en que sentimos, en la forma en que pensamos, en la forma que de alguna manera legamos nuestras ideas y nuestros valores a las siguientes generaciones.
De manera que cuando aquí se entregan estos premios a la creación artística en torno al cobre, creo que es una cosa que a mí me resulta muy natural en un país que ha sentido, que ha creado y que se ha proyectado en torno a su industria más importante.
Por tanto, quiero felicitar a Codelco por esta iniciativa. Muestra que Codelco es un poco más que una empresa que está destinada a utilizar inteligentemente los recursos para producir y exportar mejor, porque tiene el sentimiento de que el cobre ha significado mucho más que eso para la patria. Quiero felicitar a quienes han participado en esto, y según me decía el señor presidente de Codelco, se han presentado a este concurso no sólo quienes están físicamente cerca de nuestras fuentes productoras de cobre, sino gente de todo el país y eso ratifica la idea de que el cobre es una cultura, una forma de sentir lo que es Chile y por lo tanto, eso identifica a las personas desde Arica a Punta Arenas.
Finalmente quiero también agradecer a los miembros del jurado, que por experiencia personal el ser jurado es una de las tareas a veces más ingratas. Es una tarea que demanda sacrificios, tiempo y generalmente demanda posteriormente poco reconocimiento. Siempre se piensa en los que no fueron elegidos y en los que sí lo fueron, pero creo que ellos han hecho un trabajo fundamental y bajo la guía de José Balmes -nuestro gran artista y Premio Nacional- y de Volodia Teiltelboin -nuestro gran escritor- creo que ha sido el mejor grupo de gente que estoy seguro ha seleccionado lo mejor que ha llegado a esta presentación.
No me queda más que decir que la Universidad de Chile no está aquí prestando el local. La Universidad de Chile siente esto también como parte de su tarea y su Rector está aquí porque la Universidad de Chile está comprometida con las tareas de Chile, con las tareas del país y el cobre, y el arte son tareas del país. Por eso nos interesa y por eso nos gusta que esto ocurra acá, en el Salón de Honor, bajo la presencia de ese nuevo mural que justamente simboliza lo que es Chile, lo que es la Universidad, lo que es la vida, lo que ha sido también nuestro cobre.
Muchas gracias por estar aquí y felicitaciones nuevamente a Codelco.