Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile en, Ceremonia de lanzamiento del libro "Allende Mason", del periodista Juan Gonzalo Rocha.

(Transcripción)

La presentación de este libro constituye un hecho de notables proporciones que me gustaría reseñar brevemente, congratulándome además, porque su presentación haya tenido lugar aquí.

En primer lugar, se constituye en un aporte a la cabal comprensión de la historia de Chile de la segunda mitad del siglo XX, que con todas sus contradicciones y la dura inserción en la época de la guerra fría, nos ha dejado legados imposibles de eludir y que debemos comprender para poder encausar apropiadamente el devenir de nuestra sociedad y su desafío para los años que vienen.

En segundo lugar, porque el libro devela un aspecto muy vital de la vida de Allende, como fue su pertenencia a la orden masónica, desde y hacia donde fluyeron muchos de sus ideales, de sus sueños, de sus evocaciones profundas sobre nuestra sociedad y de sus problemas.

Este libro contribuye así a levantar algunos obstáculos presentes allí en nuestras mentes y en nuestros recuerdos para una más correcta comprensión de los fenómenos sociales y políticos de los últimos cincuenta años. Y es cierto, eso nos falta para poder explicarnos en forma satisfactoria lo que nos sucedió y deducir lo que nos ha costado el equivocarnos tanto y el haber fallado como sociedad en forma tan sistemática para enfocar nuestra acción hacia el futuro.

La vida de Allende es un ejemplo del luchador, del hombre convencido, del idealista que pensaba con criterios propios. Decir que el marxismo constituía para él más un método de entendimiento de la historia que un instrumento ideario para la acción política, lo convertía en un marxista ciertamente particular y valiente respecto de los convencimientos muchos más duros de la época. El deseo declarado de renunciar a su partido, si hubiera existido una prohibición de pertenecer a la orden masónica, lo retrata también como un hombre cabal convencido por las acciones de sus ideas más profundas. Y entonces este libro no deja sólo el sabor amargo de un tiempo en que una sociedad avanzó hacia un enfrentamiento, que sufrió el castigo de las divisiones y que dejó sumido a una o dos generaciones en dolor y frustración. No sólo la sensación de una clase política incapaz de detener un frenesí que llevó a un enorme sufrimiento social, que se extenderá aún por años, sino deja también -y ahí lo positivo y bello que contiene la figura de una consecuencia, de un lineamiento de vida, lección del humanismo y el respeto- el convencimiento de los principios del que nunca dudó exponer y defender en el intercambio de ideas. Todavía pues, un símbolo de la consecuencia, de la inspiración, del accionar que se espera de la política en una sociedad que se percibe a veces sin conducción.

Un libro que nos permite mirar en forma más desapasionada la historia que aún no comprendemos de nuestros días pasados recientes. Pero también de este libro fluye un análisis acerca del rol y la acción de la orden masónica. Allende vivió y murió como masón, expresó Marino Pizarro, con sus ideas, con sus inspiraciones vitales, con su particular visión de mundo y de la orden masónica, pero fue uno más en el medio donde prima la tolerancia, la fraternidad, la aceptación de las diferencias sin límite, sin restricciones, sino sólo la de aceptar que existe la diversidad y que debe adherirse a ella la tolerancia y el respeto. Atacada y perseguida siempre por quienes ven en la búsqueda de la verdad un ideario demasiado peligroso que afecta a las sociedades que deberían quizás mejor ser mantenidas ignorantes y ciegas.

La orden masónica se ha sobrepuesto a esto en la historia y Allende entendió estas diferencias y permanentemente luchó en lo interno para postular una acción más vívida en conexión con el ideario político más contingente, pero aceptó también que existen tales diversas visiones y es por ello que murió como masón en un día tan lleno de dolor, en los cuales muchos de sus hermanos fueron también perseguidos, humillados, expulsados o simplemente asesinados. Que se sepa pues, que la orden masónica no es ni una ideología, ni una religión: es una actitud, una indispensable actitud ante la vida y los demás... buscar para encontrar.

Este libro levanta una serie de interrogantes, nos plantea problemas que efectivamente requieren inspección con la mirada cordial al tiempo, pero también con la actual, puesto que Chile debe mirarse en su potencial futuro, en la necesidad de revitalizar algunos principios en el imperativo de poder entregar a las nuevas generaciones un país mejor, para ello está presente el sueño. Pero hemos aprendido tanto con el dolor y el éxito respecto de cómo alcanzarlo, se trata de un sueño simple y noble hacer de Chile para todos los chilenos un país de verdad, un país mejor, un país más generoso. Ese ideario que inspira todos los relatos y antecedentes fundamentales que también contienen este libro debe ser su mensaje más importante, puesto que para ello se requiere consecuencia, amor por el prójimo y una profunda devoción por la verdad, la justicia y la humanidad.

Felicito al autor, agradezco que esta presentación se haya efectuado aquí en esta Institución republicana: la Universidad de Chile. Expreso mi deseo de que esta recopilación se convierta en un factor que permita construir la historia para dar paso a la unidad, al futuro, al progreso, a la paz y a la justicia que todos los chilenos deseamos.

Muchas gracias.

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