Discurso del Rector de la Universidad de Chile en Ceremonia de lanzamiento del Centro de Medicina Familiar, Convenio entre el Hospital Clínico Universidad de Chile y la Isapre Cruz Blanca.

(Transcripción)

El Dr. Monckeberg (*) ha dicho con mucha propiedad uno de los grandes retos que enfrentamos en nuestros días y que tiene que ver con el progresivo encarecimiento de la tecnología y la mayor disponibilidad de ésta y, por lo tanto, los problemas que eso representa para una buena organización de la salud y del otorgamiento de los servicios correspondientes.

Creo que este convenio, en alguna medida, ayudará a racionalizar y hacer ese buen uso de los recursos que el Dr. Monckeberg me mencionaba, que es un gran reto en un área como la salud, porque por una parte pone a disposición de una ejecución de este convenio el trabajo de un organismo universitario; que tiene por destino y por esencia, la realización de investigación aplicada y, por lo tanto, uno de los parámetros y uno de los objetivos permanentes de esa investigación es cómo poder hacer más con los mismos recursos y, en consecuencia, por ese sólo hecho la alianza entre una institución universitaria, como es nuestro Hospital, y una empresa de la salud, como es Cruz Blanca; creo que puede ser muy productiva desde el punto de vista de poder aprender a hacer mejor las cosas y dirigirnos hacia el mejor uso de los recursos.

Pero al mismo tiempo el objetivo de una empresa como Cruz Blanca en un mercado tan complejo, como es el mercado de la salud, y que en definitiva también es un mercado con una competencia creciente, debe ser el otorgamiento de mayor calidad para competir en un mercado, como digo, con crecientes connotaciones de complejidad que evidentemente condicionan muchas de las actividades y de los desarrollos que probablemente la empresa está mirando hacia el futuro. En consecuencia también es cierto, que desde el punto de vista de la empresa, la asociación con un Hospital, como el Hospital Clínico -en que nuestro énfasis está en mejorar las cosas- también puede ser extremadamente productivo en orden a posicionarnos en esa competencia por calidad en el contexto complejo del mercado de la salud actual.

Y digo estas dos cosas, porque entonces esencialmente para nosotros la posibilidad de realizar y dar una salida a nuestra investigación aplicada y de poder volcarnos preferentemente con nuestro trabajo universitario hacia lo que debe ser la construcción del resultado de este acuerdo, y por el lado de la empresa, la construcción de una mayor calidad -también como un desafío permanente para enfrentar su competencia-, hace de que este convenio una alianza estratégica. Un buen negocio es por definición algo en que ambas partes ganan, y creo que una de las cosas que he escuchado del convenio que acabamos de firmar, es que justamente tanto Cruz Blanca como la Universidad de Chile ganamos en este desafío importante de mejorar calidad, pero también de mejorar tecnologías y cobertura.

Pero creo que eso no es todo -y también lo mencionó el Dr. Monckeberg-, aquí hay una dimensión que no podemos dejar de mencionar, esto se trata de promover el mejor servicio, el otorgamiento de salud a través de una estrategia distinta que envuelve a los antecedentes históricos, con una modernidad en muchos de sus aspectos organizativos y tecnológicos, que es el médico de familia y creo que lo valioso que tiene esta manera de concebir el problema es que justamente una empresa privada del sector salud lo haga como una forma de posicionarse y de poder brindar mejor servicio, es volver a humanizar la salud.

El día sábado recién pasado también tuve el gusto de asistir a la presentación de un libro resultado de un trabajo organizado por una serie de profesionales médicos de nuestro Hospital. El libro se llama "Nacer en el Siglo XIX, de vuelta a lo humano", y yo me alegré mucho de que en nuestra Universidad -porque le corresponde- estemos hablando de volver a humanizar la medicina, de olvidarnos que la medicina puede ser concebida como una especie de línea de producción y de entender que existen individualidades, que existen las personalidades, que existen los grupos familiares que pueden hacer de la medicina una gestión mucho más humana, más ligada a las personas, más constructiva sobre todo considerando que alguna vez todos nosotros estaremos envueltos en episodios médicos de distinta complejidad.

Por lo tanto, creo que para una Universidad como ésta, con un compromiso humanista fundamental por su esencia, por su tradición, por lo que hace; este es un convenio que enaltece en alguna medida los intentos de nuestro Hospital por posicionarnos en una medicina de buena calidad, de alta tecnología, pero profundamente humana y que desde el punto de vista del negocio esto tampoco deja de ser un elemento importante.

Yo creo que los grandes problemas que existen hoy día en el otorgamiento y en la organización de la provisión de medicina es el problema de información. Como muy bien lo ha destacado también el Dr. Monckeberg que esto de prevenir es mucho más barato, es mucho más efectivo que curar, es una cuestión que tiene mucho que ver con la provisión de información a la gente, y la gente en general, entre los que yo me incluyo, naturalmente no sabemos qué decisiones tomar, no sabemos qué información tenemos que usar y en consecuencia, en los momentos duros, cuando los costos ya han crecido tremendamente, a veces, ni siquiera sabemos bien a quién y cómo recurrir.

Creo que esta idea del médico de familia y de esta estrategia que tiende a fomentar, el ingreso del médico a la familia y a las personas, puede ser un elemento tremendamente importante, no sólo en la dirección de humanizar, sino que también en la dirección de informar bien y esto, por supuesto, que puede significar muchos menores recursos y, en consecuencia, eso puede tener también un impacto muy importante en términos de mejor medicina para más gente.

De manera que en este convenio hay muchas perspectivas y muchas ilusiones. El nuestro por cierto es, un hospital nacional y público y no, como muchos creen, ese hospital nacional y público tiene que estar dependiendo de las monedas o de las deudas que uno pueda acumular con cargo al Estado. Un hospital nacional y público se define así por su compromiso, su compromiso primero con el país y sus problemas y eso lo hacemos permanentemente con nuestro trabajo docente, el ejercicio y la investigación; pero también es un Hospital que tiene que tomar responsabilidades por los nuevos temas y desde ese punto de vista la alianza con el sector privado para nosotros es un ingrediente fundamental, porque nos pone las preguntas correctas, las direcciones correctas en muchos de los ámbitos que necesitamos diseñar o rediseñar.

Yo me siento tremendamente satisfecho de haber participado en esta firma. Creo que no es una firma más de un convenio de los tantos que se hacen en esta Institución, éste tiene una enorme trascendencia respecto de lo que nosotros significamos y lo que nosotros tenemos que hacer como Institución.

Quiero también excusarme por el hecho de que haya tierra y ruido en este patio histórico y glorioso de don Andrés Bello. En esta Universidad estamos haciendo un trabajo muy importante para reconstruir sus muros espirituales y hoy día también hemos tenido que hacer respecto a sus muros físicos, pero uno y otro, y ambos trabajos -el espiritual y el físico- están destinados a que esta Institución nunca decaiga ni vaya a experimentar las crisis que ha experimentado, y creo que este tipo de convenios es un elemento, una pieza fundamental que permite afirmar no los muros físicos, pero sí tal vez los más importantes, que son sus muros espirituales, los sentimientos de Universidad que abrigamos cada vez con mayor fuerza para Chile.

Muchas gracias.

 

____________

Nota
* Prof. Dr. Fernando Monckeberg, del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos. (INTA).
volver
Compartir:
https://uchile.cl/u6065
Copiar