Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, En Ceremonia de Inauguración "Segundo Taller Regional Políticas y Comercio Internacional Agropecuario"

Es un agrado darles la bienvenida y manifestarles que este recinto, que es una casa universitaria, es vuestra casa. La Universidad es una sola y esta Casa de Estudios ha hecho en toda su historia un esfuerzo por permanecer siempre vinculada a la realidad latinoamericana, por lo tanto, nos complace mucho esta discusión, este curso sobre un tema que nos parece de notable trascendencia.

La experiencia de nuestro propio país ha sido fundamental en el área del incremento y diversificación de las exportaciones agropecuarias que han contribuido a cambios muy importantes en el ámbito macroeconómico, los que nos han permitido dar un salto muy importante en materia de ingreso per capita, y que nos han posibilitado, al mismo tiempo, poder hacer una recomposición muy desafiante en términos de la composición sectorial de la producción, lo cual, por cierto, hoy día nos permite mirar hacia el futuro con una perspectiva muy distinta de la que teníamos hace 20 años.

Pero todo esto levanta nuevos retos y ellos tienen que ver con las materias de política pública, con las nuevas jergas que se utilizan hoy en el ambiente del comercio internacional y con las nuevas formas de proteccionismo, con la negociación y las técnicas para los tratados bilaterales y multilaterales, y con la cuestión de los servicios anexos al desarrollo exportador en el área financiera, particularmente. Entonces, me doy cuenta de la importancia que tiene este curso y esta discusión, porque debe abordar ahora esas nuevas materias que no eran las mismas de hace veinte años, cuando, probablemente, las discusiones estaban mucho más centradas en las políticas domésticas tradicionales de nuestros países.

Desde el mundo universitario, yo pienso que también hay desafíos que son muy importantes y que probablemente se imbrican con aquellos que ustedes discutirán en este curso. Uno de ellos, naturalmente, tiene relación con los aspectos sociales que están vinculados al desarrollo agropecuario. Ellos se relacionan con materias de productividad y materias de empleo, preocupaciones muy vigentes en la economía chilena. Pero asuntos que son regionales, desde el punto de vista de los resultados macroeconómicos, no lo son todo, porque hay también aspectos que se refieren al bienestar de las personas y estos son tan decisivos para el futuro de nuestras economías, en cuanto a la distribución del ingreso.

Pero también hay aspectos que tienen relación con la formación profesional, que ahora ya no es la requerida hace veinte años, ya que hoy existen nuevos desafíos, los de la formación por competencias, los retos de radicar la especialización en el posgrado y no en el pregrado, y los de vincular mucho más la formación profesional con la investigación. Y en este último campo, también, están los desafíos presentes acerca de cómo hoy día debemos tranversalizar la investigación, sobre todo en un área tan importante como la agropecuaria, con aquellas otras que están adquiriendo dinámicas propias como la biotecnología y la nanotecnología.

Las cosas que se hacen tradicionalmente en otras universidades -y en la nuestra también- en diferentes áreas segmentadas por nuestra tradición de parcelar el conocimiento, hay que verlas ahora de una manera distinta, pues el conocimiento hoy está más bien universalizado. Las propias discusiones que hemos tenido nosotros al interior de nuestra Universidad, referida a los grandes retos que representa pensar en la política pública, implican también el meditar los efectos que esa política debe tener en el desarrollo del trabajo universitario. Las universidades no son ni pueden ser hoy entes inermes, expectantes, respecto a lo que pasa fuera de nuestras aulas. Las universidades de hoy deben ser entes dinámicos que promuevan el cambio, sobre todo aquel que respalde el desarrollo productivo. Pienso que en la realidad latinoamericana hemos asumido con dificultades esa tarea y que cada vez que uno piensa en las políticas públicas, naturalmente debe también extender eso a las implicaciones que tiene en el propio trabajo académico.

Es por eso que nuestra Facultad -y así me lo ha dicho el Decano- está muy comprometida con esto, por que siente que así la Facultad aprenderá también cuáles son las experiencias que nosotros mismos debemos tratar de reproducir en nuestro quehacer para mejorar nuestra respuesta frente a las necesidades que va creando el desarrollo macroeconómico, el desarrollo agregado del sector agropecuario. Al ser éste un sector de tanta importancia en nuestras economías y en nuestras sociedades, por cierto que es un tema de extraordinaria importancia, también, el papel que deben cumplir nuestras universidades.

Por todo esto, yo quiero darles la bienvenida de la forma más cálida a esta casa universitaria que está aquí ya más de 160 años cumpliendo una labor para el país y para la sociedad chilena y también latinoamericana y, por cierto, siéntanse también ustedes como en su casa porque ésta, como dije al principio, es una casa universitaria. Muchas gracias y bienvenidos.

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