Giras, montajes, performances son parte de las actividades conmemorativas

Teatro Nacional Chileno cumple 75 años escribiendo la historia de las artes escénicas de nuestro país

TNCH cumple 75 años escribiendo la historia de las artes escénicas
"La Guarda Cuidadosa" de Miguel de Cervantes fue uno de los montajes con el que se presentaron por primera vez en 1941 los fundadores del Teatro Experimental de la Universidad de Chile.
"La Guarda Cuidadosa" de Miguel de Cervantes fue uno de los montajes con el que se presentaron por primera vez en 1941 los fundadores del Teatro Experimental de la Universidad de Chile.
La prolífera historia del Teatro Experimental comenzó a escribirse el 22 de junio de 1941 en el Teatro Imperio. (Foto: El Jardín de los Cerezos, 1971).
La prolífera historia del Teatro Experimental comenzó a escribirse el 22 de junio de 1941 en el Teatro Imperio. (Foto: El Jardín de los Cerezos, 1971).
La institucionalización del Teatro Experimental estuvo impulsada por el rector Juvenal Hernández (Foto: Casi Casamiento 1952).
La institucionalización del Teatro Experimental estuvo impulsada por el rector Juvenal Hernández (Foto: Casi Casamiento 1952).
Para Bélgica Castro, este hito "significó mucho para el país. Era primera vez que se hacía teatro para el público, estábamos comprometidos con lo que estábamos haciendo" (Foto: Nuestro Pueblo,1949).
Para Bélgica Castro, este hito "significó mucho para el país. Era primera vez que se hacía teatro para el público, estábamos comprometidos con lo que estábamos haciendo" (Foto: Nuestro Pueblo,1949).
Como explica el director interino del TNCH, profesor Igor Pacheco, esta unidad artística se encuentra en una etapa de reformulación. (Foto: Hechos Consumados, 1999).
Como explica el director interino del TNCH, profesor Igor Pacheco, esta unidad artística se encuentra en una etapa de reformulación. (Foto: Hechos Consumados, 1999).

Fue a las 10:30 de la mañana del domingo 22 de junio de 1941, en un horario nada habitual para la presentación de una obra. El Teatro Imperio, ubicado en calle Estado, fue el lugar donde más de veinte jóvenes actores, dirigidos por Pedro de la Barra, participaron de la creación de los montajes "La Guarda Cuidadosa”, de Miguel de Cervantes y "Ligazón" de Ramón del Valle Inclán que se realizaron en una sala a medio llenar en la primera presentación del Teatro Experimental de la U. de Chile.

“Contratamos personal de maquinistas, utileros y electricistas del Teatro Municipal. El vestuario también fue de guardarropía del Teatro Municipal”, recuerda uno de ellos, Domingo Piga en el libro “Teatro Experimental de la Universidad de Chile”, entidad que este año cumple 75 años de historia y trayectoria como cuna del teatro de nuestro país y una de las principales escuelas de sus artistas.

Este hito fundacional se dio tres años después de que asumiera la presidencia Pedro Aguirre Cerda, de la mano del Frente Popular y los cambios sociopolíticos que eso trajo para Chile. Pero fue varios años antes que al interior de la Universidad el teatro ya sonaba como una actividad atractiva para sus estudiantes. En el Pedagógico, perteneciente a la Casa de Bello en esos años, se formó un grupo denominado Centro de Arte Dramático del Instituto Pedagógico (Cadip), el que se conjugó con el grupo “Lex” de la Facultad de Derecho, que funcionaba con el apoyo del por entonces decano, Arturo Alessandri Rodríguez.

Como relata Piga, los del grupo Lex se comunicaron con los de Cadip para hacer un solo grupo, el mismo que el 22 de junio dio inició a esta instancia formadora y creadora que hoy cumple 75 años de trayectoria, por cuyas tablas han pasado desde sus fundadores -Bélgica Castro, Santiago del Campo, Roberto Parada, Oreste Plath, por nombrar algunos-, hasta las generaciones actuales de actores chilenos, entre ellos Daniel Alcaíno, Marcelo Alonso, Alfredo Castro, Paly García, Amparo Noguera, Mónica Carrasco, Coca Guazzini, Loreto Aravena, entre muchos otros.

Los albores del teatro universitario

Este grupo fundador se formó no sólo con la consigna de que había que “echarle para adelante que para atrás cría maña”, como pregonaba su director Pedro de la Barra, sino que decidió, a la usanza del mundo artístico de inicios de los cuarenta, explicitar la misión y objetivos de su quehacer, que, aunque no era profesional, estuvo siempre mirando al público y al impacto que las artes escénicas podían tener en la sociedad.

Fue así como se plantearon cuatro puntos fundamentales para llevar a la práctica: la difusión del teatro clásico y moderno; originar la necesidad de un buen teatro; el Teatro Experimental como escuela; y la presentación de nuevos valores y el rol educativo de este arte.

Ese inicio del teatro universitario, según recuerda Bélgica Castro “significó mucho para el país. Era primera vez que se hacía teatro para el público, estábamos comprometidos con lo que estábamos haciendo (…) para mejorar la calidad de vida de quienes estaban oyendo”.

Los primeros ensayos del Teatro Experimental se realizaron en la sala 13, ubicada atrás del Salón de Honor de la Casa Central. El lugar, que originalmente era una bodega fue utilizado “clandestinamente” gracias a la ayuda del mayordomo de la casona de Alameda 1058, espacio donde fueron descubiertos por el por entonces rector Juvenal Hernández, quien fue uno de los impulsores de que estos entusiasmados jóvenes institucionalizaran su labor bajo el alero de la Casa de Bello. Por ello comenzaron de inmediato a ser parte de la vida universitaria, a partir, por ejemplo, de la participación del grupo con un montaje especial en las celebraciones del centenario de la U. de Chile en 1942.

En su rol formativo, inicialmente el Teatro Experimental ofrecía talleres, los que en 1945 se organizaron en cursos libres, los que fueron dictados por los fundadores que comenzaron a salir al extranjero para prepararse en el arte del teatro. Entre sus hitos siguientes se cuenta el montaje de “Sueño de una noche de verano”, dirigida por Pedro de la Barra  y realizada con la participación de la Orquesta Sinfónica y el  Ballet de la U. de Chile; y “Noche de Reyes” de Shakespeare, obra que se estrenó en noviembre de 1954 en la sala propia que hoy alberga a esta institución universitaria, en el Teatro Antonio Varas. Con este paso, el Teatro dejó atrás su carácter ambulante y por el que algunos montajes se habían realizado en el Teatro Santa Lucía e incluso en el Teatro Municipal.

En su rápido andar, el grupo comenzó a montar cerca de cuatro estrenos por año, a realizar itinerancias por el país, a abrir sus espectáculos a escolares y trabajadores y a generar concursos anuales para proyectos de experimentación. Luego, en 1959 se transformó en el Instituto de Teatro de la U. de Chile (Ituch), para diez años después constituir el  Departamento de Teatro (Detuch).

Con el golpe de Estado que el Teatro fue clausurado. Al año siguiente se denominó Compañía Teatro Nacional, para en 1975 adjudicarse el nombre que conserva hasta ahora: Teatro Nacional Chileno (TNCH).

El futuro del TNCH

Hoy el TNCH se encuentra en una etapa de reformulación. Posee un directorio integrado por académicos del Departamento de Teatro, de la Facultad de Artes y el actor Francisco Melo, formado en la Casa de Bello; equipo encabezado por el académico Igor Pacheco como director interino. Para este último, la conmemoración de estos 75 años de historia “nos obliga a mirar para atrás con el objeto de renovar la manera que tiene el TNCH de hacer teatro, o sea, retomar el teatro universitario pero en consideración con los tiempos modernos, considerando la tradición, pero también la vanguardia, entrelazando todo esto con la experimentación”.

Las celebraciones de este hito se inician este 22 de junio a las 20:00 hrs. con el estreno de la obra “El Avaro” de Moliere, las que continuarán con el ciclo “Teatro Abierto” que contempla montajes de directores nacionales, interrupciones performáticas, lecturas dramatizadas, conversatorios intergeneracionales y una gira por diversas ciudades del país.