Asociación entre Enfermedad periodontal y enfermedad cardiovascular

Asociación entre Enfermedad periodontal y enfermedad cardiovascular

En el contexto del Día Mundial de la Salud Bucal, la Dra. Marcela Hernández Ríos, académica del Departamento de Patología y Medicina Oral de la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile, se refirió a la evidencia que registra el conocimiento en Biología Celular y Molecular respecto de la asociación entre enfermedad periodontal y enfermedades crónicas no transmisibles, en particular, las enfermedades cardiovasculares. Además, contribuyó a desmitificar y actualizar conceptos.

La enfermedad periodontal constituye “una enfermedad inflamatoria crónica de etiologías multifactorial, ya que es causada por microorganismos, que son los que desencadenan esta respuesta inmuno inflamatoria de tipo crónica. La microbiología de la enfermedad se caracteriza porque no hay una infección, sino que, en los microorganismos que se encuentran permanentemente en localización gingival se produce un desbalance. Hoy se describe una disbiosis, es decir, un desbalance en la composición de las bacterias orales, en donde hay un predominio de las bacterias asociadas a la enfermedad, en lugar de asociarse a la salud. La inflamación derivada o asociada a la disbiosis estaría causando las consecuencias de la enfermedad periodontal, que son principalmente, pérdidas de los tejidos que soportan el diente, pérdida de los dientes y ahora también, a la asociación de esta enfermedad con algunas enfermedades sistémicas”, explicó la Dra. Marcela Hernández.

La académica recalcó que, “dentro de las enfermedades que afectan a los tejidos periodontales, se encuentra la periodontitis apical, que es una enfermedad, que generalmente deriva de la caries, caracterizada por la infección del sistema de canales radiculares que se encuentran por el interior del diente y que produce una lesión periodontal en la zona de la raíz dentaria y tiene características similares a la anterior y también se está encontrando una asociación con las enfermedades sistémicas”. De este modo, añadió la docente, una lesión profunda que requiera tratamiento endodóntico -de conducto-, “se convierte en una vía de comunicación entre el exterior, estos es, la boca con toda la cantidad de microorganismos existentes ahí, y el interior del tejido, que no solo puede llegar a comprometer la encía, si no, que compromete el tejido óseo de los maxilares”.

Asimismo, subrayó la Dra. Hernández, tanto el componente microbiológico, como el componente inflamatorio, están siendo muy estudiados y “se ha avanzado bastante en ello, a pesar de la complejidad de ambos componentes. La composición de la microbiota de las enfermedades periodontales y también de la periodontitis apical, como la respuesta inmuno inflamatoria, requieren estudios, abordajes complejos para poder ser estudiadas y caracterizadas”.

El factor inflamatorio

Antiguamente, advirtió la Dra. Marcela Hernández, “se consideraba infección oral o dentaria, como algo muy aislado del resto de la salud y la investigación científica nos viene demostrando con los años, que las infecciones orales en general y, en particular las enfermedades periodontales y la periodontitis apical, producto de la infección endodóntica y como consecuencia de caries en general, se asociancon riesgo incrementado de otras enfermedades consideradas como inflamatorias crónicas de alta relevancia en salud pública, como son las enfermedades cardiovasculares y también la diabetes mellitus”. No obstante, dijo la académica del Departamento de Patología y Medicina Oral, “hay otras en estudio, como las enfermedades neurogenerativas, artritis rematoideas, algunos tipos de cáncer”.

Dado que la enfermedad periodontal y las cardiovasculares son de naturaleza inflamatoria, la Dra. Hernández aclaró que “es posible que se contribuyan mutuamente, de hecho, tienen factores de riego comunes, como el tabaquismo, el sobrepeso y la obesidad. Desde el año 2013 se ha demostrado que la enfermedad periodontal en sí, es un factor que incrementa el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular futura, ya sea enfermedad cardiaca renal o cerebrovascular o una enfermedad arterial periférica, independientemente de los otros factores de riesgo cardiovascular de incidencia”.

Lo central, manifestó la investigadora, es la forma en que estos procesos inflamatorios interactúan y, aunque los mecanismos no están exactamente establecidos, la evidencia “apunta a los patógenos orales, o sea las bacterias, tanto periodontales como eventualmente endodónticas y la respuesta inmuno-inflamatoria. Se ha demostrado que, en ambas enfermedades, se produce una respuesta inflamatoria sistémica, es decir, generalizada, que se mide a través de los niveles de la proteína C reactiva circulante y también se ha visto afectada la función endotelial, en los pacientes que sufren estas infecciones orales”.

En estudios propios sobre periodontitis y enfermedades periodontales, se ha podido observar y publicar recientemente, sobre incidencia en “riegos cardiovascular incrementado, moderado a alto, en aquellos individuos que sufren de infecciones endodónticas en comparación con aquellos que no tenían infección endodónticas, ni periodontales”, indicó.

Desmitificar, educar, promover y prevenir en salud

Conviene también aclarar algunos mitos v/s la realidad respecto de la asociación ente enfermedades periodontales y enfermedades cardiovasculares. “Las enfermedades periodontales ya la periodontitis apical, como evidencia emergente esta última, son factores de riesgo independiente para enfermedades cardiovasculares. Existe evidencia limitada a moderada respecto de la efectividad que tendrían los tratamientos odontológicos para las enfermedades periodontales y enfermedades endodónticas, en reducir el riesgo cardiovascular, generado por la infección oral. Dejar muy claro que la asociación con enfermedades generales, no se debe a tratamientos dentales, si no, que a las enfermedades no tratadas, lo que estamos viendo, es hasta qué punto los tratamientos dentales, son capaces de revertir esta situación de riesgo sistémico”, afirmó la Dr. Hernández.

Por lo tanto, la académica fue enfática al aseverar que “es importante que los pacientes establezcan su condición periodontal, definir si tienen o qué nivel de severidad de enfermedad periodontal o de infección endodóntica manifiestan y proceder al control de las infecciones orales”. Esto es más importante aún, expresó la Doctora en Ciencias Odontológicas, “en los pacientes que tienen factores de riesgo cardiovascular, es decir, que sufren de hipertensión, pacientes infartados, que presentan sobrepeso, obesidad o pacientes fumadores o todas las anteriores; de modo que, los pacientes que presentan enfermedad periodontal, eventualmente también, enfermedad endodóntica y que tengan otros factores de riesgo cardiovasculares, es altamente recomendable que mantengan su control periódico, también con su médico tratante y no solo con el dentista”.

La Dra. Marcela Hernández, insistió que “la enfermedad no tratada es la que se asocia con el riesgo, y que el tratamiento, si bien hasta ahora la evidencia no es clara con que revierta la situación de salud, lo que sí es categórico, que no es el causante de ese riesgo”.