Principio reconocido en Convención sobre Derechos del Niño

Derecho a participar de niños y niñas es destacado por experto en infancias como avance clave de la nueva Constitución

Participación de niños(as) como derecho en la nueva Constitución
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Uno de los principios reconocidos en la Convención sobre los Derechos del Niño es tanto el derecho a participar como el derecho a estar informado e incidir con su voz.
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"Los(as) niños(as) son sujetos sociales y, por tanto, su lugar en la vida social va más allá de las esferas de la familia y escuela. En esa línea, desde el texto constitucional, se propone un paso fundamental en cambios culturales”, comenta Camilo Morales.
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El académico plantea que las voces y perspectivas de niños, niñas y adolescentes deben poder articularse en una lógica institucional para que incidan en la vida social.

La versión final de la propuesta de Constitución desarrollada por la Convención Constitucional fue entregada al Presidente de la República, Gabriel Boric, el pasado 4 de Julio, hito de gran simbolismo antes del plebiscito de salida que se vivirá en septiembre. Dentro de sus contenidos, destaca la consagración de los derechos de niñas, niños y adolescentes. Este tema -sus alcances, efectos y contantes desafíos- fue abordado por Camilo Morales, académico de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, especialista en infancias y políticas públicas y coordinador del Núcleo de Estudios Interdisciplinarios sobre Infancias, en “Bitácora Social”, el podcast de la Facultad de Ciencias Sociales. 

En el artículo 11 de la norma 141, se habla acerca de los Derechos de niñas, niños y adolescentes. En este se señala que el “Estado tiene el deber prioritario de promover, respetar y garantizar, sin discriminación y en todo su actuar, los derechos de niñas, niños y adolescentes, resguardando su interés superior, su autonomía progresiva, su desarrollo integral y a ser escuchados y a participar e influir en todos los asuntos que les afecten en el grado que corresponda a su nivel de desarrollo en la vida familiar, comunitaria y social”.

El profesor Morales considera muy relevante incluirles en la propuesta de Carta Fundamental, pues Chile ha estado en deuda con ellos(as), transformándose en un grupo invisibilizado. Esto conlleva un desafío para la institución “Mejor Niñez”, el nuevo Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, que depende del Ministerio de Desarrollo Social y Familia y reemplaza al Sename, cuya entrada en vigencia comenzó en octubre del año pasado.

Hay adultos que albergan la idea que los(as) niños(as) son propiedad de los padres y, en ese sentido, lo que plantea la nueva Constitución reconoce “que los(as) niños(as) son sujetos sociales y, por tanto, su lugar en la vida social va más allá de las esferas de la familia y escuela. En esa línea, desde el texto constitucional, se propone un paso fundamental en cambios culturales”, comenta Camilo Morales.

Otro párrafo presente en el borrador de nueva Constitución indica que la “ley establecerá un sistema de protección integral de garantías de los derechos de niños, niñas y adolescentes, a través del cual establecerá responsabilidades específicas de los poderes y órganos del Estado (…)”. Esta iniciativa no es nueva, ya que desde hace años se venía planteando por parte de expertos(as) en materia de infancias y se venía discutiendo la necesidad de contar con una legislación sobre protección integral hacia las infancias.

Tuvo siete años de tramitación legislativa, pasó por dos gobiernos diferentes, pero finalmente el 15 de Marzo pasado fue publicada en el Diario Oficial la ley Sobre Garantías y Protección Integral de los Derechos de la Niñez y Adolescencia, y su consecuente sistema. Según Camilo Morales, promueve un catálogo de derechos que viene a confirmar el rol del Estado respecto de las infancias.

Al mismo tiempo, pretende ejercer un rol gravitante en articulación, coordinación y sectorialización sobre temas de niñez, puesto que, históricamente, las áreas de educación y otras relacionadas han tendido a estar muy desarticuladas. Pero el principal desafío para el profesor Morales es desarrollar una política universal que tenga por función o fin acompañar a niños(as). Concretamente, por ejemplo, en la ley de garantías está dado que las oficinas locales de la niñez articularán las ofertas de servicios sobre niñez de manera local. Esto tiene carácter de universal.

En el artículo 20 de la norma 129 “Ciudadanía”, en tanto, se detalla que el “Estado promoverá el ejercicio activo y progresivo, a través de los distintos mecanismos de participación, de los derechos derivados de la ciudadanía, en especial en favor de niños, niñas, adolescentes”. Sobre derechos de los(as) ciudadanos(as) y cómo ejercer la ciudadanía, se ha escuchado hace ya tiempo la idea de otorgarles derecho a voto a adolescentes desde los 16 años.

La mayoría de los países determinan el derecho a sufragio a los 18 años, mientras que un grupo acotado de naciones han reducido el límite de edad, como Austria, Brasil, Ecuador, Nicaragua, Noruega, Cuba, Malta, Escocia y Argentina, entre otros. El psicólogo y académico de la Facultad de Ciencias Sociales comenta que ha habido mucho debate mediático al respecto y es preciso comprender el concepto de ciudadanía en la niñez.

Sobre este punto, recuerda que -para situarse en ese tema- uno de los principios, que además está reconocido en la Convención sobre los Derechos del Niño, es tanto el derecho a participar como el derecho a estar informado e incidir con su voz. Esa idea, que es primordial, “y que a algunos nos parece tan evidente, no lo es para la organización de la vida en sociedad”, apela Morales.

En ese sentido, “disminuir la edad de derecho a sufragio para que participen de los procesos democráticos creo que es importante, pero no se agota ahí el ejercicio de ciudadanía. Hay iniciativas pequeñas al respecto y uno espera que la ley de garantías y el proceso constituyente, el nuevo servicio, etc., avancen de manera concreta en, por ejemplo, tener recursos para fortalecer las gobernanzas locales para que niñas y niños puedan incidir en su comuna o territorio". 

Agrega que hay que escuchar y darle espacios de participación a niños(as), sin embargo, esas voces y perspectivas deben poder articularse en una lógica institucional para que incidan en la vida social. “Podemos avanzar hacia el sufragio desde los 16 años, y estoy de acuerdo en ello, pero eso tiene que ir de la mano con formas integradas de participación”, recalca Camilo Morales, quien añade que es un derecho fundamental que hay que atender y del que poco se habla o prioriza, considerando que propiciar la participación es también promover la protección de los derechos de los(as) niños(as). “Así nos anticipamos para que ellos(as) se constituyan en personas o sujetos de derechos, y se comprometan en un proyecto social más amplio y diverso”. 

Revisa la conversación completa con Camilo Morales, experto en Infancias, en el capítulo 29 del podcast “Bitácora Social” haciendo click AQUÍ.