Con el fin de enfrentar el déficit global de docentes asociado a una alta rotación y abandono, problemas que se han intensificado tras la pandemia de COVID-19, diversos países ofrecen programas enfocados en atraer a estudiantes secundarios hacia la formación docente. Estos programas incluyen actividades formativas, diseñadas para garantizar una preparación académica adecuada y promover el desarrollo de habilidades docentes, antes de ingresar a programas de formación propiamente tal.
En Chile, las universidades han implementado estos programas desde 2017 como parte de la Ley 20.903 del Sistema de Desarrollo Profesional Docente (SDPD). Estas iniciativas, denominadas Programas de Acceso y Formación Docente (PAP, o actualmente PATP), tienen como objetivo atraer a estudiantes a carreras de pedagogía a través de cursos enfocados en el desarrollo de habilidades y vocación docente durante el último año de secundaria (cuarto medio), además de proporcionar apoyo académico y social durante los primeros años de estudios universitarios. Luego, estos estudiantes, al ingresar a las Pedagogías, no tienen que demostrar un puntaje en la prueba de admisión universitaria o ranking de notas.
En ese contexto, un estudio de académicos del Instituto de Estudios Avanzados en Educación e investigadores del CIAE buscó analizar los resultados de un programa PAP en Chile en relación con la motivación de sus estudiantes para elegir la docencia y su retención en carreras de pedagogía.
Los principales hallazgos muestran que los estudiantes que participaron en el PAP tuvieron tasas de retención más altas que aquellos admitidos por vías regulares u otras alternativas, con diferencias que fueron significativas al cuarto semestre. También, los y las estudiantes entrevistados destacaron que el PAP contribuyó a mejorar su autoeficacia y motivación en temas relacionados con la enseñanza, lo que influyó en su decisión de estudiar pedagogía. Esto se atribuye, principalmente, al aprendizaje obtenido en los cursos del programa y al sentido de comunidad y seguridad construido con compañeros y profesores del PAP y de la universidad. Asimismo, los y las participantes valoraron positivamente las medidas de apoyo del programa, como el sistema de tutorías y la coordinación, que les proporcionaron confianza para afrontar asignaturas difíciles, y mejorar hábitos de estudio y encontrar motivación gracias al acompañamiento cercano de estudiantes de cursos superiores.
“Estos resultados proporcionan información valiosa sobre los impactos de los PAP para formadores docentes y tomadores de decisiones de política para abordar el déficit de dotación docente en áreas y territorios específicos del país e impulsar una admisión inclusiva a carreras de pedagogía”, dicen María Beatriz Fernández, académica del Instituto y Juan Pablo Quiroz, sociólogo y magíster en Investigación en Educación del Instituto de Estudios Avanzados en Educación.