"COVID-19 lateral flow IgG seropositivity and serum neutralising antibody responses after primary and booster vaccinations in Chile: a cross-sectional study" es el título del estudio publicado el pasado 27 de enero en la revista Lancet Microbe, la del mayor impacto científico en el área y líder en microbiología. De acuerdo a los doctores Miguel O’Ryan, decano de la Facultad de Medicina de la U. de Chile y Juan Pablo Torres, vicedecano de esta unidad académica, fueron -en primer término- estudiar la dinámica de la seropositividad de IgG contra SARS-CoV-2 hasta 30 semanas después de la vacunación primaria y, en quienes fueron inoculados con CoronaVac, hasta 26 semanas después de la dosis de refuerzo. La investigación también buscó establecer si existe una correlación entre los resultados que arrojan los análisis que se hacen con este fin en base a test rápidos de anticuerpos –llamados de flujo lateral- y los que se obtienen en laboratorio estudiando los anticuerpos neutralizantes.
Para este estudio transversal, se seleccionaron e instalaron estaciones de prueba para la detección de SARS-CoV-2 IgG en sectores estratégicos de 24 grandes ciudades chilenas, entre comienzos de marzo de 2021 y fines del mismo mes del 2022, un trabajo que fue encabezado por el Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI). En estos lugares, personal que fue seleccionado y capacitado por la Subsecretaría de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud tomó muestras de sangre de dedo a más de 100.000 participantes voluntarios mayores de 18 años que no hubieran tenido diagnóstico positivo de COVID-19, para medir sus niveles de IgG con test rápido de anticuerpos. Además, se registraron sus datos mediante encuestas anónimas, diferenciando entre quienes no fueron vacunados y personas que recibieron esquemas primarios de vacunación con CoronaVac, Pfizer o AstraZéneca, y también si sus dosis de refuerzo fueron homólogas –es decir, con la misma vacuna primaria- o heteróloga, cambiando la formulación.
También se incorporó la participación de más de 200 voluntarios que acudieron a recibir atención médica en diferentes centros de la Mutual de Seguridad de la Cámara Chilena de la Construcción a lo largo del país entre agosto de 2021 y abril de 2022. Sin embargo, ellos, además de someterse al test rápido de anticuerpos, dieron muestras de sangre venosa para medir sus anticuerpos neutralizantes en el Laboratorio de Virología Molecular y Celular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, liderado por los doctores Ricardo Soto-Rifo y Fernando Valiente Echeverría.
Principales resultados
Según explicaron los autores, de los 107.220 voluntarios reclutados en las estaciones de prueba, 101.070 fueron incluidos en este análisis. De ellos, 65.902 recibieron serie de vacunación primaria con CoronaVac, 18.548 con Pfizer, 606 con AstraZéneca y 16.014 no recibieron vacuna. Entre los 61.767 individuos con una serie completa de vacunación primaria con CoronaVac (4.135 no completaron el esquema), 608 recibieron un refuerzo homólogo con CoronaVac, 10.095 recibieron un refuerzo heterólogo con Pfizer y 5.435 recibieron un refuerzo heterólogo con AstraZéneca.
Los resultados entre los participantes que tenían solo su esquema primario completo indicaron que entre quienes recibieron las primeras dos dosis de CoronaVac la disminución de la seropositividad se estabilizó en la semana 18 después de la segunda dosis. Entre quienes recibieron esquema primario Pfizer, en tanto, la seropositividad disminuyó solo ligeramente en la semana 25 después de la segunda dosis. Y, después de la vacunación primaria con AstraZéneca, la seropositividad alcanzó su punto máximo en la quinta semana después de la segunda dosis.
Por otra parte, entre los 19.167 voluntarios que recibieron dosis de refuerzo, 16.138 tuvieron esquema primario con CoronaVac, 2.908 tuvieron un refuerzo homólogo con Pfizer y 121 recibieron otra combinación. Entre los participantes que recibieron esquema primario CoronaVac con refuerzo, el peak de 95% IgG positivo se produjo entre nueve y diez semanas después del refuerzo homólogo, mientras que el mismo peak ocurrió entre siete y ocho semanas después del refuerzo heterólogo con Pfizer y entre tres y cuatro semanas después del refuerzo heterólogo con AstraZéneca.
En las personas que recibieron un refuerzo de AstraZéneca, la proporción de participantes con positividad de IgG disminuyó desde la semana 19 en adelante, mientras que esta disminución se vio desde la semana 23 en adelante entre los que recibieron refuerzo Pfizer y desde la semana 10 en adelante entre los que recibieron refuerzo homólogo para CoronaVac.
“Es decir, pudimos ver el efecto de las terceras dosis, constatando que con esquemas híbridos a la semana de recibir el refuerzo se produce un alza importante en la detección de anticuerpos que se mantiene por largo tiempo. Sin embargo, esto no ocurre de igual forma entre quienes tienen esquemas homólogos de CoronaVac, porque hay un aumento transitorio en la detección de anticuerpos, pero vuelve a caer bastante rápido”, explica el doctor Torres.
Los especialistas destacan, además, los resultados obtenidos en el subgrupo de voluntarios de la Mutual de Seguridad, donde se demostró que los niveles de IgG detectados mediante test rápidos de anticuerpos tienen buena correlación con los exámenes de anticuerpos neutralizantes que se realizaron en los laboratorios de Virología Molecular y Celular de la Facultad de Medicina, “lo que además le agregó valor académico a esta investigación”, señalaron.
El doctor Fernando Valiente, contraparte técnica del sistema ViralNeutra Plex (plataforma automatizada para el diagnóstico molecular, secuenciación y medición de anticuerpos neutralizantes creada en este laboratorio), agrega que “son los anticuerpos neutralizantes, y no los anticuerpos totales, los que han sido reportados como un posible correlato de protección. Acá nosotros encontramos una correlación moderada con la positividad del test de flujo lateral reportado en este estudio”.
Para el profesor Denis Sauré, académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, investigador del ISCI y primer autor del artículo, lo que aquí se evidencia es que “nuestra novedosa optimización del proceso de muestreo y su logística permite la realización de estudios poblacionales costo-eficientes, lo que factibiliza la sustentabilidad de este y otro tipo de sistemas de monitoreo en Chile y el mundo”.
Exitosa colaboración público-privada
Este trabajo es fruto de la relación colaborativa establecida por el Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería, la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y el Ministerio de Salud, quienes desde el segundo semestre de 2020 iniciaron el estudio de la presencia de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en la población del país. Los primeros resultados de dicha investigación se centraron en la respuesta inmune a esquemas primarios de vacunación y fueron dados a conocer mundialmente en un artículo publicado en The Lancet Infectous Diseases en septiembre de 2021. En este trabajo, se evidenció que la vacuna de Pfizer mantenía la positividad de anticuerpos IgG sobre un 90% tras 20 semanas desde su aplicación, mientras que en Sinovac se apreciaba una caída progresiva en el tiempo, bajando del 75% inicial a las dos semanas de la segunda dosis, a alrededor de un 40%.
Otra vertiente de esta alianza detectó alta respuesta inmune al SARS-CoV-2, pues encontró una seropositividad mayor al 90% en menores de edad vacunados con su esquema completo, hallazgo que fue dado a conocer en The International Journal of Infectous Diseases.
Para el doctor Leonardo Basso, director de ISCI, académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas y autor correspondiente de los artículos, “más allá del valor evidente que estas publicaciones aportan a las decisiones de política de salud en el mundo, relevo que desde Chile hacemos ciencia de primera nivel y pertinente, mediante la virtuosa interacción entre la academia, el sector público y el sector privado”.