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Facultad de Ciencias Sociales U. de Chile lanza Guía de Educación Antisexista

Facultad de Ciencias Sociales lanza Guía de Educación Antisexista
"La guía no se restringe solamente al espacio universitario de las Ciencias Sociales, sino que busca ser un aporte y difundirse también a otras disciplinas y espacios de formación", afirmó Carolina Franch, directora de Género de la Facultad de Ciencias Sociales de la U. de Chile.
"La guía no se restringe al espacio universitario de las Ciencias Sociales, sino que busca ser un aporte y difundirse a otras disciplinas y espacios de formación", afirmó Carolina Franch, directora de Género de la Facultad de Ciencias Sociales.
El documento fue presentado en el conversatorio "Habitando territorios antisexistas. Estrategias para una educación transformadora".
El documento fue presentado en el conversatorio "Habitando territorios antisexistas. Estrategias para una educación transformadora".

Tras cuatro años de investigación y trabajo triestamental, la Facultad de Ciencias Sociales lanzó este 9 de Marzo la Guía de Educación Antisexista con el conversatorio "Habitando territorios antisexistas. Estrategias para una educación transformadora". El documento, presentado en el contexto de la Semana de Inducción 2023 para estudiantes de primer año, se estructura en cuatro partes: PARTE I, Abordajes conceptuales y diagnóstico de la Facultad; PARTE II, Hacia una educación anti-sexista: horizonte y propuestas; PARTE III, Estrategias de aplicación desde una perspectiva crítica y anti-sexista; y IV, Herramientas para la acción.

La publicación agradece y reconoce a quienes iniciaron la lucha por derribar las prácticas sexistas. “Les autores y autoras agradecen de manera especial a todes las y les estudiantes que participaron en las movilizaciones de 2018. Sin su ímpetu y rebeldía esta guía no habría sido posible”. Precisamente, la directora académica de la Facultad, María Antonieta Urquieta, recalcó la importancia de que en nuestros espacios formativos nunca más se olvide el enfoque de género, cuya demanda proviene a nivel universitario de las tomas feministas.

Estas “tomas universitarias”, que también se desarrollaron en otros territorios del país, abrieron cuestionamientos y reflexiones profundas sobre la universidad, sus aulas y las múltiples discriminaciones que se viven en dichos territorios. Las tomas favorecieron el encuentro triestamental, donde estudiantes, académicas y funcionarias pudieron aunar experiencias y demandas para transformar la universidad. De la toma feminista se conformó la Mesa Triestamental de Género en la Facultad de Ciencias Sociales, siendo una de sus cuatro comisiones la de Educación no Sexista. 

En aquel entonces, se creó un equipo de trabajo conformado por académicas y estudiantes de la Facultad que relevó la necesidad de cuestionar las lógicas dominantes de la producción de conocimientos, y valorar los aportes de las epistemologías y pedagogías feministas.

Transformación antisexista

Carolina Franch, directora de Género de esta unidad académica, relató que en el transcurso de escritura del libro, inicialmente denominado Guía de educación no sexista, las autoras se desplazaron hacia el concepto “antisexista”. El no sexismo, según Franch, es solo un piso mínimo, “para pensar una transformación y que nos instala en un problemático supuesto de neutralidad. La apuesta era construir colectivamente una educación en pos de una mayor justicia social, cuyo acento era y es ir más allá de una igualdad de oportunidades”.

De esta forma, el posicionamiento antisexista apela a lo estructural y radical y asume que el clasismo, el racismo, lo etario y la heteronormatividad se interrelacionan de múltiples maneras con el sexismo, razón por la cual plantean como imperioso considerar este mayor entramado de discriminaciones y abogar por lógicas que desafíen un modelo sistemático de desigualdad interseccional.

En ese sentido, “cabe señalar que la guía no se restringe solamente al espacio universitario de las Ciencias Sociales, sino que busca ser un aporte y difundirse también a otras disciplinas y espacios de formación. Como lo planteó Rosario Olivares, la guía es una invitación a repensar la conexión universidad-escuela y a construir propuestas colectivas de transformación hacia la igualdad”, complementó Franch.

Como coinciden las autoras, este documento no es una solución, pero si como profesionales “nos convocamos para utilizarla en la promoción de habilidades y competencias, que solo suman y aportan, se espera entonces que este libro se lea, se comparta y –si es necesario– se renueve, convocando a más personas en sus contenidos y propuestas. Porque para pensarnos en una comunidad universitaria debemos colectivizar los procesos transformadores”.

Lelya Troncoso, académica del Departamento de Trabajo Social y coordinadora del Núcleo en Investigación Diversidad y Género: Abordajes Feministas Interseccionales de la Facultad, subrayó que hay distintas corrientes que están en disputa sobre género y feminismos, de modo que uno de los fines de la guía era entender este campo de disputa. “Queremos que sea una guía liberadora para toda la comunidad universitaria. La heteronormatividad también arruina la vida de hombres y sus afectos. Nos cuestan –en términos sociales– las vinculaciones afectivas. Otro desafío es desheterosexualizar la educación, la cual nos cuesta ver, ya que está presente en todos los espacios”, indicó.

“No siempre nos reconocemos en las aulas”, apeló Troncoso, además de plantear la necesidad de romper con la diferenciación entre teoría y práctica, donde toda teoría es política y “debemos hacer eso más visible”. El gran desafío, según ella, es colectivizar este proceso con la guía, como dijo Carolina Franch. 

Rosario Olivares Saavedra, directora de Igualdad de Género, Diversidad Sexual e Inclusión de la Municipalidad de Santiago e integrante fundadora de la Red Docente Feminista REDOFEM, se remontó a unos años atrás con experiencias y reflexiones de su labor como profesora de filosofía en liceos de la capital y señaló que las demandas por una educación no sexista antecedían a 2018. Cuando era profesora en el Liceo 7 de Niñas, por ejemplo, ya se abordaban estos temas. Estudiantes comenzaron a llegar a las universidades y hacerse estas mismas preguntas.

La guía goza de un formato flexible, por lo que permite su uso de diversas maneras. Desde su experiencia y rol docente, criticó que en las escuelas “no nos preguntemos por la pedagogía, cómo enseñamos, además porque en la formación inicial no hay preguntas del quehacer y no permite la reflexión”. 

En la universidad tampoco nos preguntamos “qué es la universidad, para qué y con qué sentido participamos en ella. Creo que uno de los mayores aportes de los feminismos en la educación –también dentro las instituciones– es que ha sido el movimiento que más ha impugnado lo que hacemos, cómo lo hacemos y por qué, qué enseñamos en la universidad y cuál es su sentido”. En esta línea, sostuvo que el antisexismo demanda ser analizado bajo una perspectiva interseccional, triestamental y en comunidad, con justicia y reconocimiento.