A nivel etario, la estructura del país ha pasado por importantes transformaciones en las últimas décadas. Hace 30 años, las personas menores de 15 años representaban el 29,7% de nuestra población, mientras que en 2022 su participación sobre el total de la población bajó a 18,9%. Así lo señalan los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), institución que para el 2050 proyecta que uno de cada tres chilenos serán personas mayores de 65 años. Esta tendencia de envejecimiento presenta importantes desafíos para nuestro país desde el punto de vista de las necesidades sociales y las políticas públicas asociadas.
Parte de estos cambios implican un cuestionamiento de los estereotipos aún vigentes hacia las personas mayores. Christian González-Billault, director del Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo (GERO) y actual vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile hace especial énfasis en el propio envejecimiento de la población, proceso que describe como tremendamente heterogéneo. “Todos conocemos personas que tienen 80 años, que están muy bien, y todos conocemos personas que tienen 55 años y están bastante mal comparados con una persona de 80 años”, apunta.
Este fenómeno también ha impulsado distintas iniciativas gubernamentales. Catalina Bosch, académica de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile, destaca la evolución del aparato burocrático ante el envejecimiento de la población y derivado aumento de personas mayores. “En la década de los 90’ comienza a desarrollarse la institucionalidad en esta materia (…) Ya a comienzos de los 2000 se instaura lo que es el Servicio Nacional del Adulto Mayor, conocido como Senama”, señala.
Estos cambios también involucran políticas enfocadas en el trato hacia las personas mayores, por ejemplo, en el sistema de salud. Así lo reconoce Andrea Slachevsky, investigadora principal de GERO y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Al respecto, destaca que Chile fue pionero con la implementación, en 2017, del Plan Nacional de Demencia, una respuesta a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud de contar con políticas integrales para enfrentar la carga asociada a la demencia. “En ella se consideran desde la prevención a la atención de las personas que viven con demencia y sus cuidadores, su atención de salud y también todos los aspectos socio sanitarios”, afirma.
Las trabas en el avance de políticas para personas mayores
Si bien a nivel de salud han existido avances históricos en medidas orientadas hacia las personas mayores, esta población aún enfrenta muchos problemas. La profesora Slachevsky reconoce, por ejemplo, la descontinuación del Plan Nacional de Demencia, algo que -sin embargo- no ha impedido el avance de otras iniciativas. “El 2019, el Alzheimer y otras demencias fueron incorporados al AUGE. Aquello significa que cualquier persona, tanto en el sistema público como en el sistema privado, con una enfermedad de Alzheimer u otras demencias, tiene garantías asociadas al diagnóstico y al tratamiento”, explica la investigadora de GERO.
Estos desafíos también tienen involucran el trato legal hacia las personas mayores. Un ejemplo de ello quedó evidenciado en 2021 frente a la solicitud de “certificados de lucidez” por parte de notarios a personas mayores, situación que para la investigadora asociada de GERO y académica de la Facultad de Ciencias Sociales de la U. de Chile, Daniela Thumala, da cuenta de una preocupante generalización de hechos discriminatorios. “Hay mucha gente que se sintió bastante insultada cuando le exigieron eso. Pero ahí está nuevamente el problema ¿Qué pasa con las personas mayores que son estafadas por personas cercanas?” problematiza la académica. En este sentido, la psicóloga aborda la situación desde una mirada más transversal, entendiendo que todas las personas mayores son distintas. “Decir que toda la persona después de cierta edad les va a pasar eso y, por lo tanto, todos tienen que tener un certificado médico, es como aplicar una plantilla bastante fuerte para una etapa de la vida”, sostiene.
Uno de los temas más relevantes para las personas mayores son las pensiones, materia de creciente preocupación social y política ante el acelerado envejecimiento de la población. Esta tendencia, en un futuro no muy lejano, podría llevarnos a una sociedad donde la cantidad de trabajadores activos sea inferior al número de jubilados, un hecho que problematiza aún más el debate y las definiciones sobre los cambios a nuestro actual sistema previsional. La discusión, plantea la profesora Bosch, “tiene que ver con cómo vamos a garantizar de aquí en adelante que las personas mayores puedan tener condiciones dignas de vida”.
¿Cómo cuidamos a nuestros cercanos?
Una de los mayores desafíos para quienes cumplen el rol de cuidadores de personas mayores es cómo lograr un mejor trato hacia ellos, otro elemento esencial dentro del cambio de paradigma dentro de este proceso de envejecimiento de nuestra sociedad. “Aquí les diría que es un equilibrio bastante difícil de lograr. Es ver qué cosas sí puede hacer la persona por su cuenta y cuáles le cuestan más. Hay que estar abierto a escuchar eso, no asumir que porque no tiene capacidad para hacer algunas cosas, entonces hay que tomar todas las decisiones por esa persona”, explica al respecto la profesora Thumala.
De hecho, personas que tienen alteraciones cognitivas como demencia pueden ser capaces de tener un grado de autonomía. En ese sentido, la psicóloga ejemplifica en cómo estas perfectamente pueden discernir si les gusta ponerse un chaleco o le gusta comer algún alimento en particular, decisiones que la profesora Thumala enfatiza que deben ser respetadas.
Si quieres saber más al respecto, te invitamos a revisar la tercera y última parte del Especial: “Personas Mayores” de Universidad de Chile Podcast. Disponible en Tantaku.cl, Youtube, Spotify y Google y Apple Podcast