Preservar, poner en valor y difundir la memoria histórica y su cruce con la disciplina de la odontología es uno de los principales objetivos del Archivo Odontología y Derechos Humanos Dr. Luis Ciocca Gómez, el cual estará alojado en el Museo Nacional de Odontología de manera gradual a contar de este miércoles 6 de septiembre, escribiendo así un nuevo capítulo en la historia de la odontología legal y forense.
“La vida me puso frente a una situación inesperada que cambió mi vida profesional, y pienso que, en ese momento, lo que ocurrió con ella, inspiró mi quehacer en un ámbito hasta entonces desconocido para mí y para la mayoría de mis colegas, que era la medicina legal”, recordó el Profesor Emérito de nuestro plantel, Luis Ciocca. En la ceremonia de entrega de este archivo, además, se refirió a la identificación de la profesora y militante del Partido Comunista, Marta Ugarte, quien era paciente del cirujano dentista.
Fue en el marco de esta historia que, destacó, la disciplina comenzó a ir más allá de su aporte a la salud pública, avanzando en “conquistar el espacio que podíamos con este especial conocimiento para ayudar a la justicia en algo tan importante y de gran proyección social, en forma orgánica y permanente”, como es -al día de hoy- el aporte de la odontología legal y forense.
El profesor Ciocca detalló los materiales donados a este archivo, entre los que se incluyen un conjunto de fichas clínicas, “porque dada la naturaleza de la disciplina pueden ser necesarias todavía en situaciones judiciales”, como las que se encuentran en curso, incluyendo la desaparición del soldado conscripto Michel Nash en el campo de prisioneros de Pisagua. La colección se compone, además, de apuntes, manuscritos, gráficos, recortes de prensa, diplomas, fotocopias, circulares y oficios judiciales, que “fueron respaldando los avances de nuestra, por entonces, incipiente disciplina”. También contiene algunos documentos relacionados a otros casos judiciales de interés público, como el de Jorge Matute Johns y Rodrigo Anfruns Papi, así como metapericias en el marco de las investigaciones por la muerte del premio Nobel, Pablo Neruda.
A esto se suman libros del tema regalados por autores extranjeros, los que serán entregados de manera gradual al Museo Nacional de Odontología. La sistematización de esta colección contó con la colaboración del académico del Departamento de Antropología, Francisco Osorio.
Verdad y justicia como un acto de amor
La decana de la Facultad de Odontología, Irene Morales, hizo lectura del acta de donación de este acervo. En su intervención, asimismo, destacó que el trabajo sistemático de almacenar toda la información de sus pacientes del doctor Ciocca constituye “un acto reparatorio”, donde “nosotros podemos decir ‘esto es verdad, nosotros almacenamos la información científica e histórica que ha permitido develar las verdades más difíciles en el país, de reconocer que en Chile sí había personas detenidas que habían sido hechas desaparecer”. Con la conformación de este archivo, finalizó la decana, “estamos recibiendo antecedentes que tenemos que saber resguardar, cultivar, mantenerlos disponibles para la comunidad entera”.
En tanto, la directora de Extensión de dicha Facultad, Marcela Farías, enfatizó la responsabilidad que implica recibir este acervo, que calificó como un camino “para seguir el legado del doctor Luis Ciocca". “Hay temas en los que no se puede transar, y como Universidad tenemos la responsabilidad de aportar con acciones concretas para que nunca bajemos la energía hacia abordar la mirada en colectivo, que nos lleve a reconocer un gran acuerdo de que hay asesinatos, torturas que no se pueden repetir”, señaló. Agregó, por otra parte, que “tener verdad y tener justicia hoy es un acto de amor, el amor que el profesor Ciocca y otras personas valientes han tenido por proteger y luchar por los derechos humanos”.
El director del Museo Nacional de Odontología, César Leyton, valoró el trabajo pionero del doctor Ciocca en el naciente campo de la odontología legal a nivel latinoamericano. En ese sentido, situó al académico como un referente en esta materia, a partir de su aporte a la identificación de la estudiante Tatiana Fariña, del diputado Vicente Atencio y de muchos otros casos, como el del conscripto Soto Tapia. A nivel internacional, además, fue convocado a la investigación del cementerio de Avellaneda, en Argentina.
“El doctor Ciocca es, sin duda, un autor fundamental en la renovación del conocimiento odontológico, en un contexto político y cultural difícil de entender sin la niebla de la violencia política en los cuerpos y nombres de muchas víctimas; además de contribuir a un hecho del que pocas ciencias pueden enorgullecerse a lo largo de su historia: acercar las ciencias odontológicas a los derechos humanos, principios esenciales para las sociedades democráticas”, expresó.
El acto de entrega contempló la instalación de una placa conmemorativa en el espacio compartido por la Facultad de Odontología y la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas: la Plaza de la Unión. Los profesores Irene Morales y Richard Solís, decana y director de Extensión de dichas unidades, respectivamente, estuvieron a cargo de este hito.
Participaron además de este acto universitario el vicedecano, Dr. Rodrigo Cabello; los Senadores Universitarios, Dra. María Consuelo Fresno y Dr. Gonzalo Rojas; el director del Museo de Química y Farmacia “Profesor César Leyton Caravagno”, Iván Oyarzún Quezada; académicas y académicos, personal de colaboración, estudiantes. Participó además la hermana de la profesora Marta Ugarte, Hilda Ugarte y su sobrina Katia Tara, además de la familia del Dr. Luis Ciocca.
Memoria y nuevas generaciones
La voz de las y los estudiantes también estuvo presente en este encuentro, representados por Gonzalo Ticcione, por parte de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas e integrante del proyecto Biohuerta Rayén, y Matías Muñoz, por parte de la Facultad de Odontología y de la Escuela Popular Marta Ugarte. En su mensaje, ambos plantearon que estas acciones nutren el proyecto universitario de poner en valor la democracia a través de acciones como “Plantando Memoria, Sembremos Futuro”, iniciativa impulsada en el marco del proyecto “Árboles por la Memoria”.
“Pensamos que es medular crea estos espacios de acción y reflexión que nos permitan construir comunidad entre facultades, y -en este caso- acciones que nos permitan mantener viva la memoria”, señaló Ticcione; mientras que Muñoz afirmó que es relevante que la Universidad de Chile pueda seguir vinculándose en este ámbito, “favoreciendo el desarrollo de la comunidad y del barrio”.
“Jamás vamos a poder reparar completamente el daño por una pérdida de un ser querido, pero sí podemos -como personas, como Facultad y como Campus- ser promotores de sueños, de acompañar y acercarnos a sueños que la dictadura nos quitó”, expresó el estudiante Matías Muñoz.