La primera destinataria de la “Medalla Derechos Humanos y Democracia” de la Universidad de Chile, creada en el cincuentenario del golpe de Estado con el propósito de promover las garantías de no repetición y memoria, es Alicia Lira Matus, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP). La entrega oficial de esta distinción se realizó la mañana de este viernes 8 de septiembre durante la ceremonia “Día de los Derechos Humanos y la Memoria”, que anualmente reúne a la comunidad de la Casa de Bello para renovar su compromiso con ambos conceptos.
La galardonada ha tenido una larga trayectoria en la búsqueda de verdad y justicia para las víctimas de la dictadura, como su compañero Felipe Rivera, quien fue ejecutado un día como hoy, el 8 de septiembre de 1986, luego del atentado contra Augusto Pinochet. Ese mismo año, en agosto, su hermano Diego fue detenido y ejecutado en la Región de Coquimbo, hasta donde ella llegó en compañía de la Vicaría de la Solidaridad.
La histórica dirigente recibió la nueva medalla de manos de la Rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, ante vítores y aplausos de un Salón de Honor repleto de sobrevivientes, amigas, amigos y familiares de víctimas de la dictadura.
“No puedo dejar de entregar parte de esta medalla a los familiares de la Agrupación de Familiares de Presos Políticos en dictadura, que fue una agrupación mística, solidaria. No había movilización en defensa de los derechos humanos o en defensa a las demandas populares que no estuvieran, con esa alegría y esa resistencia de saber la injusticia, el encarcelamiento de nuestros compañeros y compañeras que luchaban contra el terrorismo de Estado”, destacó Lira, relevando así el trabajo colectivo de las organizaciones en las que ha participado. “Cuando uno tiene un sueño colectivo y no es utópico, uno sabe caerse, llorar, pararse y reírse y seguir con más fuerza adelante”, agregó emocionada.
La homenajeada también recorrió su historia como luchadora social, momento en el que manifestó sentirse afortunada y orgullosa de su trayectoria. “Soy producto de mi extracción social, una obrera; de mi militancia como militante comunista; y de lo que he aprendido, ser feliz. Ser una mujer totalmente feminista fue también gracias a mi negro Felipe, 17 años que vivimos, compartimos y conversamos”, dijo recordando a su compañero.
En la primera parte de la ceremonia, en un acto de reparación y memoria, se realizó la quinta entrega de distinciones póstumas y simbólicas a estudiantes detenidos desaparecidos y ejecutados políticos a manos de la dictadura. Uno de ellos, hijo de una de sus amigas, a quien recordó. “También se nombraron aquí a muchas compañeras que hicieron un largo camino, que no tuvieron justicia. Y hoy día me emocionaba el alma porque para mí siempre ha estado presente Otilia Vargas, que hoy día su familia recibe el título de uno de sus hijos. Tres hijos ejecutados, dos hijos detenidos desaparecidos y Patricia, la sobreviviente, quedó con secuelas para siempre del encarcelamiento ¿Entonces, cómo no va a aprender uno?”, señaló.
“Yo fui afortunada. O sea, asaltaron mi casa, lo sacaron de la casa, salí detrás del vehículo para tratar de ilusoriamente saber qué pasaba, lo botaron como basura, como lo han hecho con muchos de nuestros familiares, pero de ahí viene uno y razona, y digo, ‘a ti no te van a quebrar, llora, patea, repudia, pero las acciones encamínalas hacia el culpable, y creo que es el camino, y -por lo tanto- me siento afortunada de ser lo que soy. Me siento orgullosa”, agregó.
“He tratado de ser solamente una buena persona, pero una persona con valores, con consecuencia, con principios y una enorme humanidad y solidaridad”, afirmó. En esta línea, finalizó, “mi alma de obrera textil siempre aflora, por lo cual, insisto, quiero agradecer a todos lo colectivos en los que he estado”.
La galardonada de este año fue elegida por un jurado presidido por la Rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, el cual también lo integraron la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Pilar Barba; el director (s) del Centro de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Felipe Abbott; el Profesor Emérito, Patricio Aceituno; la profesora y Premio Nacional de Periodismo 2007, Faride Zerán; y la presidenta del Directorio de la Fundación Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Marcia Scantlebury.