Pamela Bordón, coordinadora del Comité Académico de Accesibilidad y Discapacidad AUGM:

“Debemos garantizar una inclusión genuina de las personas, desde la participación en todos los ámbitos”

Pamela Bordón: coordinadora Comité Accesibilidad y Discapacidad AUGM
Pamela Bordón
"Estamos focalizados en que la discapacidad no está en la persona, sino que está en el entorno. Nuestro trabajo, y es la impronta de todas estas universidades a nivel nacional, es trabajar hacia el entorno, hacia los docentes, hacia los trabajadores de la universidad y hacia los mismos estudiantes, a través de materia adaptativa y electivas, porque no hemos logrado todavía incorporar en nuestro plan de estudio temas de inclusión como parte de la formación académica”, dice la investigadora.
Jornada Discapacidad
La académica, Pamela Bordón, participó de las actividades que se realizaron en la U. de Chile, en el contexto del Encuentro del Comité Académico de Accesibilidad y Discapacidad de la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM).

Todos los años, el 3 de diciembre, se conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, fecha establecida por Naciones Unidas. Es por esto que, desde 2019, la Universidad de Chile organiza actividades, encuentros y seminarios con el objetivo de visibilizar a las personas con discapacidad como objetos de derechos humanos, por la necesidad que existe de avanzar a nivel global y, en particular, a nivel universitario, en la construcción de una cultura de reconocimiento, respeto y valoración de la diversidad.

Este 2023, durante los días 5 y 6 de diciembre, se realizó en dependencias de la Casa de Bello el Encuentro del Comité Académico de Accesibilidad y Discapacidad de la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM), red que integran instituciones de educación superior públicas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.

Fue en este contexto que Pamela Bordón, licenciada en terapia ocupacional, directora del área de Inclusión de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) de Argentina y coordinadora del Comité Académico de Accesibilidad y Discapacidad de AUGM, conversó con Prensa Uchile sobre su participación en este evento, de los desafíos en torno a acceso y educación superior, cómo fue el efecto de la pandemia y respecto al rol de las entidades educativas para brindar las herramientas necesarias y el apoyo a personas con discapacidad.  

Estamos focalizados en que la discapacidad no está en la persona, sino que está en el entorno", afirma la investigadora. "Entonces, nuestro trabajo, y es la impronta de todas estas universidades a nivel nacional, es trabajar hacia el entorno, hacia los docentes, hacia los trabajadores de la universidad y hacia los mismos estudiantes, a través de materia adaptativa y electivas, porque no hemos logrado todavía incorporar en nuestro plan de estudio temas de inclusión como parte de la formación académica”, apunta Bordón como uno de los desafíos que tienen por delante,. 

Sobre la pandemia y sus efectos, comentó que “fue un desafío para nosotros, como área de inclusión, garantizar que personas sordas, por ejemplo, personas ciegas, con dislexia, con distintos requerimientos de accesibilidad, puedan acceder a esas clases virtuales”.

Bordón afirma que tuvieron que realizar un trabajo intensivo con los y las docentes, y que la pandemia y el confinamiento, de cierta manera, facilitó la incorporación del lenguaje inclusivo, “porque había mucha resistencia, por ejemplo, antes de la pandemia, que los alumnos grabaran sus clases, de los docentes en pensar un material accesible. En cambio, en esto de la virtualidad se vieron obligados a que las aulas virtuales tengan el material colgado y era como una exigencia por parte nuestra y de los mismos directivos de la universidad que este material sea accesible”, aseveró.

- ¿En qué hemos avanzado a nivel regional? ¿En qué deberían estar puestas las prioridades o focos?

Te habló en el ámbito universitario, que es el ámbito que conozco. Después se traslada en máyor o menor medida a los gobiernos locales y nacionales. Pero bueno, a nivel universitario, nosotros conformamos una red en la Argentina, una red nacional de universidades que está conformada por más de 50 universidades públicas. Y bueno, lo que hay es, en mayor o menor medida, avances en políticas de inclusión y accesibilidad.

¿Cómo hacemos? Transversalizamos nuestro trabajo desde el modelo social en esta red. Cuando hablo de modelos sociales es porque estamos focalizados en que la discapacidad no está en la persona, sino que está en el entorno. Entonces, nuestro trabajo, y es la impronta de todas estas universidades a nivel nacional, es trabajar hacia el entorno, hacia los docentes, hacia los trabajadores de la universidad y hacia los mismos estudiantes, a través de materia adaptativa y electivas. Porque no hemos logrado todavía ninguna de las universidades incorporar en nuestro plan de estudio temas de inclusión como parte de la formación académica.

Dentro de una red nacional hay universidades que están más avanzadas, otras que no. Particularmente en mi universidad, nosotros desde el año 2006 empezamos a desarrollar políticas de inclusión. ¿Por qué? Porque a nivel nacional hay una red de educación nacional que implementa en el año 2006 que las personas con discapacidad se incorporen o incluyan dentro de los distintos niveles educativos. La ley dice que deben incorporarse personas con discapacidad en todos los niveles, lo que implica que llegan a la universidad porque tienen un título secundario.

- ¿Cómo influyó la pandemia también en esto?

Claramente impactó muchísimo en el sistema educativo y, sobre todo, en el sistema educativo superior. Nosotros, en el año que se decreta la pandemia, nos obligan a aislarnos totalmente, se suspenden todas las actividades. Las clases generalmente de la educación superior, de la universidad, empiezan en abril. Entonces, bueno, fue todo un desafío porque se empezó a cursar de manera virtual y obviamente se ponían distintos colectivos porque ni hablar las personas de bajos recursos, pero las personas con discapacidad quedaban totalmente relegadas, sobre todo las de accesibilidad comunicacional. Nosotros tenemos actualmente un 1% -de 50.000 estudiantes- con algún grado de discapacidad.

Entonces, fue un desafío para nosotros, como área de inclusión, garantizar que personas sordas, por ejemplo, personas ciegas, con dislexia, con distintos requerimientos de accesibilidad, puedan acceder a esas clases virtuales. Tuvimos que trabajar mucho con los docentes en esto que, de cierta manera, facilitó porque había mucha resistencia. Por ejemplo, antes de la pandemia que los alumnos grabaran sus clases, de los docentes en pensar un material accesible. En cambio, en esto de la virtualidad se vieron obligados a que las aulas virtuales tengan el material colgado y era como una exigencia por parte nuestra y de los mismos directivos de la universidad que este material sea accesible.

- Hablemos sobre la importancia de poner estos temas sobre la mesa, de discutir, de avanzar, de reunirse... y de lo que están haciendo otros países, lo que se podría replicar, por ejemplo.

En primer lugar, lo importante de todo esto es visibilizar el tema de la discapacidad, porque es, de alguna manera, respetar estos derechos que se han conquistado. Por mucho tiempo, las personas con discapacidad estuvieron aisladas y estuvieron segregadas e invisibilizadas. Y yo creo que hay que llevar adelante estas políticas, poder compartirlas y replicarlas hace que se visibilice la problemática del poco acceso. Entonces, creo que debemos garantizar una inclusión genuina de las personas, desde la participación en todos los ámbitos, y esto es beneficioso.

- En octubre de este año la Comisión Nacional de Acreditación agregó justamente un nuevo criterio que aborda la convivencia, equidad de género, diversidad e inclusión...

Nosotros lo que tenemos es que somos autárquicas, digamos, somos autogobernadas, autárquicas. Esa es la particularidad de las universidades públicas en la Argentina. Pero nos basamos en las leyes de educación superior. Nosotros tenemos la Ley de educación nacional, que obligó a incorporar los distintos niveles de educación, y después tenemos la Ley de Educación Superior, donde en el 2015 se agregó que se debe garantizar la accesibilidad comunicacional, física y académica dentro de la institución de educación superior. Tenemos eso como base y tenemos la Constitución Nacional, que dice que todo habitante tiene derecho a la educación.

Nosotros desde 2012 modificamos el estatuto. Algunas universidades lo tienen así, otras no. Modifican su articulado donde dice esto mismo que dice la Ley de Educación ‘promover el ingreso, permanencia y egreso de las personas en situación de discapacidad, garantizando la accesibilidad física, comunicacional y académica’.

Últimamente, nosotros, la universidad, cada diez años hace plan estratégico de trabajo. Ahora tenemos el nuevo plan. Mi universidad tiene 104 años y hará unos 30 años que se viene haciendo un plan estratégico de cara a diez años de trabajo. Este último plan estratégico, que es hacia el 2030, está pensado desde la ODS. El plan estratégico tiene tres ejes transversales, donde supuestamente toda la universidad debe apuntar hacia sus acciones y uno de los ejes es la inclusión. Así que bueno, para nosotros es súper importante porque demuestra que todo el trabajo que venimos haciendo desde hace casi 20 años impactó de tal manera que hoy es un eje transversal e importante.

- ¿Qué implica para ti participar de este encuentro en la U. de Chile?

A mí me encantan estos encuentros (…) Me tocó exponer en el panel de las experiencias laborales, de la empleabilidad de personas con discapacidad. Si bien nosotros en ese tema, acá en Argentina, somos una universidad pionera en poder llevar adelante todo lo que es formación e inserción laboral, siempre en estos encuentros siento que aprendo un montón, me encanta compartir y que haces un ida y vuelta de aprender, ver cómo lo están manejando en otros países, en otras universidades. Creo que es la importancia de las redes. Si bien la U. de Chile en nuestro comité de AUGM es una universidad nueva, el comité de por sí es un comité nuevo, tiene cinco años de antigüedad, pero está conformado por muchas universidades, y esto hace que haya una expectativa sobre la temática de discapacidad muy marcada. Para mí poder compartir en la U. de Chile es importante por eso, porque aprendo un montón y es la impronta de estas redes.