El proyecto comenzó en el año 2018, liderado por la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de la Universidad de Chile, junto con la SEREMI de Vivienda y Urbanismo de la Región Metropolitana, con el propósito de desarrollar un Plan de Infraestructura verde para Santiago en el marco de la iniciativa Stgo + Sistema de Infraestructura Verde, cuyo objetivo es canalizar la demanda de la ciudadanía de aumentar la superficie de áreas verdes, así como dar sustentabilidad ambiental a la ciudad en un largo plazo y contribuir a mitigar los altos niveles de segregación social que existen en la capital chilena.
Con esta finalidad, uno de los primeros desafíos de este plan fue articular las diferentes iniciativas que abordan esta temática, tanto públicas y privadas, como aquellas impulsadas por organizaciones sociales. De esta manera, se creó una instancia técnica para construir una mirada estratégica de planificación integrada para la ciudad de Santiago.
Ricardo Acuña, dirigente social del Centro de Difusión Ecobarrio de la Población 4 Álamos de la comuna de Maipú, creado el año 2002 con fines de protección medioambiental, sostuvo que "en el año 2018 fuimos invitados a participar de este proyecto y para nosotros fue muy importante que se invitara a la sociedad civil en un plan para mejorar la calidad de vida y para lograr construir una Región Metropolitana más verde y, por qué no decir, un país más verde, sustentable, saludable y sostenible. Un desafió y deber en estos tiempos de cambio climático, porque son tiempos de pensar en global y actuar en lo local".
Con la participación de organizaciones sociales, el proyecto estructuró una instancia técnica ejecutiva, compuesta por el Grupo Paisaje FAU y Red de Ecología Urbana, ambos de la Universidad de Chile; el GORE RM; las Seremías de Medio Ambiente, Obras Públicas, Agricultura, y Vivienda y Urbanismo; CONAF RM; SERVIU RM; MINVU; PARQUEMET, más otras organizaciones colaboradoras.
Sobre esta articulación, la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones de la U. de Chile, Pilar Barba, destacó "el rol que ha tenido la Facultad, que es un rol bastante modélico, en el sentido de ser un articulador de muchos intereses en el territorio. Siempre vamos a encontrar intereses que son diversos y a veces contrapuestos, entonces ese rol de la Universidad de Chile de convocar y trabajar en conjunto lo debemos valorar y felicitar".
Respecto al proyecto y la labor universitaria, la autoridad señaló que "la idea de integrar la naturaleza de manera significativa a la ciudad de Santiago es un desafío tremendamente grande, que esperamos que modifique, transforme la investigación en la Universidad, por una investigación más situada, una docencia más pertinente, y también podamos afectar un oficio de la planificación, del urbanismo, del diseño, que sean oficios mejores a partir de este plan. Por otra parte, desde la extensión universitaria, este proyecto es un modelo integral, donde está la docencia, la investigación, aquí hay un acto creativo, la vinculación con el medio, involucrando a todos los actores sociales, así como las instituciones públicas y privadas".
Desde la Universidad de Chile y la FAU, este proyecto fue liderado por los académicos Alexis Vásquez, del Departamento de Geografía, y Paola Velásquez, del Departamento de Urbanismo, junto con el académico Rodrigo Caimanque y estudiantes de pregrado y postgrado. Sobre el Plan, el académico y geógrafo Alexis Vásquez señaló que este "se enfoca en consolidar una red integrada de espacios verdes multifuncionales que permita mitigar los principales problemas sociales y ambientales, promoviendo la equidad, la preservación e inclusión de la naturaleza en la ciudad y la conexión de la ciudad con el el territorio regional".
Cinco etapas para una capital más verde
Para la elaboración del Plan se estructuraron cinco etapas que debían desarrollarse a lo largo de cinco años, pero el proceso tuvo que prolongarse un año más debido a las limitaciones que impuso la pandemia. Por ello, la etapa final fue presentada este 7 de diciembre ante los organismos participantes, instituciones privadas, públicas y la sociedad civil.
En las primeras etapas, junto con la conformación del Comité Técnico Ejecutivo del proyecto, se elaboró un catastro de las áreas verdes de Santiago y se definieron énfasis del Plan. Por un lado, la importancia de la integración social y espacial como principal contribución del Sistema de Infraestructura Verde para Santiago (SIV) y, por otro, la urgencia de que el SIV incorporase la adaptación a los efectos del cambio climático. De esta manera, en la tercera y cuarta etapa se definieron áreas de trabajo, gobernanza, estrategias y acciones para la implementación de la iniciativa.
Uno de los diagnósticos realizados en este estudio tiene relación con la disponibilidad de Áreas Verdes, las que se clasifican según su distribución y grado de consolidación, siendo clave para asegurar un acceso equitativo a espacios verdes a escala barrial. La consolidación se refiere a si las áreas están destinadas preferentemente al esparcimiento y/o circulación peatonal de acceso público y con un cierto grado de cobertura vegetacional. Por ello, se establecen tres categorías: Áreas Verdes No Consolidadas, Consolidadas o Muy Consolidadas.
En este marco, se ordenan las Áreas Verdes disponibles por habitante en cada comuna (CENSO 2017). Hay seis comunas del área metropolitana que poseen más de 10 m2/hab, siendo este el estándar de área verde recomendado por el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU, 2018). La mayor disponibilidad está en la comuna de Recoleta con 35,77 m2/hab (debido al aporte que realiza el Parque Metropolitano de Santiago), la segunda es La Pintana con 15,89 m2/hab (dada la presencia de “La Platina”), y le siguen Lo Barnechea con 14,67 m"/hab; La Reina con 14,15 m2/hab; Cerrillos con 12,42 m2/hab; Puente Alto con 10,62 m2/hab.
Por otro lado, Quilicura, La Cisterna, Independencia, Calera de Tango, San Miguel y El Bosque tienen una disponibilidad inferior a 2 m2/hab. (ver todos los datos en el Plan Santiago +)
El exhaustivo diagnóstico permitió generar un plan, que representa la quinta y última etapa de la iniciativa. En ella, se definieron proyectos detonantes a diferentes escalas, de acuerdo a las estrategias y acciones definidas en la etapa anterior. Cabe señalar que este último eslabón del proyecto será financiado por la Comunidad Económica Europea, el Gobierno Regional y otras instituciones del país.
Daniel Errázuriz, arquitecto U. de Chile y jefe de la unidad Parques Urbanos del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU), junto con felicitar al equipo ejecutor del plan, destacó que "este fue un trabajo investigativo que no solo convocó a la academia, sino que fue multisectorial y en el que nos tocó participar como Ministerio de Vivienda y Urbanismo en el contexto del Programa y Política Nacional de Parques Urbanos. Esto nos va a llevar a trabajar colaborativamente con esta Facultad y con este equipo sobre la base del conocimiento adquirido en este Plan Santiago +. Tenemos un trabajo largo que desarrollar, y la base y la estrategia van a ser súper importantes, tanto la metodología como las estrategias desarrolladas en este proceso. Indudablemente, es un insumo clave para nuestro trabajo a nivel sectorial".
Por un Santiago más verde
La propuesta se enmarca en una visión sistémica, consistente en que las entidades de mayor escala contengan a las de menor escala y, por lo tanto, deben ser pensadas con una perspectiva multiescalar y de integración vertical. De esta forma, la red de espacios verdes naturales y semi-naturales relevantes a escala regional deben contener y conectar con la red a nivel de ciudad, y esta debe servir de referencia para los Sistemas de Infraestructura Verde comunales y barriales.
"Lo primero es la estructura espacial. La interrogante es ¿Cuál es la red? ¿Qué buscamos que se consolide? De esta manera, se identifican las zonas que rodean la ciudad y que tienen un alto valor ecosistémico, pero también social en términos recreativos, cuáles son los principales corredores, cursos de agua. Es así como se llegó a definir las zonas prioritarias de intervención", explicó Alexis Vásquez.
El Plan Stgo+ Infraestructura Verde propone 10 estrategias y 47 acciones de implementación pensadas desde diversos ámbitos: normativo, institucional, financiamiento y participación ciudadana, entre otros. Dado los múltiples desafíos que implica su ejecución, los autores enfatizan la importancia de que las distintas estrategias se encuentran relacionadas, siendo vital su implementación de manera simultánea y coordinada.
Asimismo, la propuesta define 11 áreas de trabajo, de acuerdo a características espaciales y demográficas: cantidad y tipologías de espacios verdes existentes, cobertura vegetal (nivel de consolidación de los espacios verdes), instrumentos de planificación y nivel socioeconómico de la población. El análisis comparativo de estas áreas permitió identificar necesidades particulares y aquellas que requieren intervenciones con mayor urgencia.
En línea con lo anterior, se proponen 8 potenciales intervenciones, de acuerdo a las urgencias de la capital en esta materia:
- Corredor Transantiago en Av. Carlos Valdovinos
- Blocks de Vivienda en Club Hípico con Enrique Matte
- Parque Torre de alta tensión y Jardines Comunitarios en Clotario Blest y Pasaje Petrohué.
- Corredor Transantiago en Avenida Lo Ovalle.
- Parque Lineal en Avenida Lo Ovalle
- Parque en Avenida del Ferrocarril
- Blocks de vivienda y huerto urbano en Avenida El Parrón
- Corredor Verde y Parque Lineal en calle Augusto D’Halmar.