Dos proyectos sobre Ciencias de la Tierra y uno sobre Química presentados por académicos del Departamento de Geofísica (DGF) se adjudicaron el financiamiento de la convocatoria 2024 del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt) de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).
Se trata de las iniciativas, “El (inesperado) máximo de precipitación a lo largo de la cordillera de los Andes”, de René Garreaud; “Proceso de destrabe de grandes terremotos en Chile”, de Sergio Ruiz; y "El rol de los compuestos orgánicos volátiles en la calidad del aire de la ciudad de Quintero y sus impactos viento abajo", de Rodrigo Seguel.
En el caso del proyecto liderado por René Garreud, el objetivo apunta a entender, mediante mediciones y experimentos numéricos, la ocurrencia de los eventos más intensos de precipitación en la precordillera de las regiones del Maule, Ñuble y Biobío, donde la acumulación de agua puede llegar a superar los 100 milímetros diarios.
"En este proyecto de tres años de duración planeamos describir mejor la distribución de la intensidad de las precipitaciones en la zona de estudio, entender la circulación atmosférica durante los eventos de precipitación extrema y probar nuestra hipótesis sobre el papel de los Andes en la generación del máximo de intensidad de lluvias mediante la realización de experimentos numéricos", explicó el académico del DGF y subdirector del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia.
Consultado sobre el aporte de la propuesta, el profesor Garreaud mencionó la importancia de estudiar los impactos más amplios de las abundantes precipitaciones en la zona que se estudiará, ya que "la intensidad diaria es la métrica clave para evaluar el potencial de inundaciones, inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en las regiones del Maule, Ñuble y Biobío", argumentó.
Hacia una mejor comprensión de la actividad sísmica
Al referirse al proyecto "Proceso de destrabe de grandes terremotos en Chile" (Unlocking Process of Large Chilean Earthquakes), el académico del DGF, Sergio Ruiz, afirmó que el impacto esperado es "lograr entender los procesos de largo plazo (decenas de años) que conducen a la generación de grandes terremotos".
"La interfaz de las placas tectónicas Sudamericana y de Nazca se encuentra bloqueada generando sismicidad de magnitud pequeña a intermedia. La idea es entender las características de esta sismicidad y descubrir cómo se relaciona con terremotos de mayor magnitud", argumentó el académico del DGF.
El profesor Ruiz añadió que, en Chile, cada cinco o diez años, se producen grandes terremotos, cuyo estudio ha sido posible gracias a instrumentos desplegados por el Centro Sismológico Nacional (CSN) y al trabajo de investigadores/as chilenos/as y extranjeros/as. Pero, a estos eventos, se suman terremotos aún más desastrosos con magnitudes superiores a 8,5 y que ocurren en zonas específicas, aproximadamente, cada 50 años.
En este escenario, Sergio Ruiz confirmó que el propósito del proyecto es "entender la conexión entre terremotos de tamaño grande e intermedio, así como de eventos transitorios de deslizamiento lento" y para lograrlo, trabajará en conjunto con los co-investigadores Juan Carlos Baez, del CSN, y Raúl Madariaga, del DGF.
Evidencia científica en beneficio de la sociedad
Cuantificar compuestos orgánicos volátiles peligrosos responsables de la generación de episodios de mala calidad del aire en la ciudad costera de Quintero es el objetivo central del proyecto Fondecyt Regular, "El rol de los compuestos orgánicos volátiles en la calidad del aire de la ciudad de Quintero y sus impactos viento abajo", liderado por el académico del DGF e investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), Rodrigo Seguel.
La investigación, que será realizada en un plazo de cuatro años, también abordará la contribución de los mencionados compuestos a la formación de ozono en ciudades ubicadas en valles interiores, añadió el profesor Seguel.
En esta línea, destacó que el proyecto buscará aportar evidencia científica para "apoyar la priorización y mitigación de compuestos orgánicos volátiles específicos, considerando fuentes, reactividad e impactos en la salud humana".
"Adjudicarse este tipo de proyectos implica responsabilidad y compromiso debido a que son fondos públicos con los cuales uno espera contribuir a la sociedad", manifestó el académico del DGF e investigador del CR2, quien agradeció, especialmente, el apoyo de la Universidad de Chile y de ANID para llevar adelante su iniciativa.