Con el objetivo de analizar, conocer y debatir sobre las implicancias y desafíos de la reforma de salud en Chile, la Escuela de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile organizó el conversatorio “Reforma de Salud: Más allá de la ley corta”. La actividad fue encabezada por la directora de esta unidad, la doctora Lorena Rodríguez, quien señaló que “queremos mirar este tema con amplitud de criterio y pensando en las personas que son las menos privilegiadas”. En este sentido, agregó, “espero que nos salgamos de esa discusión cautiva de las isapres. No digo que no sea relevante, pero salgamos de ahí y veamos la reforma en todos sus otros ámbitos”.
Para profundizar sobre los avances, el coordinador de la Reforma de Salud del Ministerio de Salud, Bernardo Martorell, explicó que “la aspiración de nuestro sector político es avanzar hacia la universalidad en salud”, lo que implica que “quien vive en la Región Metropolitana al lado de una clínica, que tiene ingresos para pagarse un seguro, para pagar los copagos, sean las mismas oportunidades que tiene alguien que vive en una zona rural”.
“Con este principio de universalidad que es nuestro motor ético”, indicó Martorell, se ha trabajado para reformar el sistema de salud desde abajo, preguntándole a los usuarios, porque “no es algo que se pueda construir entre cuatro paredes”. En ese sentido, planteó que, si bien el corazón de esta reforma es la universalidad, también hay otros pilares fundamentales, entre ellos, la Atención Primaria de Salud entendida como una estrategia territorial, que implica hacerse cargo de sus territorios y sus determinantes, articulando a los distintos actores en él. Además, agregó Martorell, convertir la salud primaria en la principal herramienta de cuidados universales de calidad, que “no solamente atienda enfermedades, sino que también participe desde antes que las enfermedades se instalen en las condiciones de vida que determinan la salud”.
El coordinador de la Reforma de Salud sostuvo que otro pilar de esta reforma es la arquitectura del financiamiento y del aseguramiento para sostener estas estrategias, con el fin de resguardar la protección financiera de las personas, eliminar la discriminación e incorporar mayor solidaridad. Eso sí, “la capa del financiamiento, donde a veces se entrampan las reformas, nosotros decimos que no, primero viene el camino del usuario. Miremos la perspectiva de las personas, de las familias y de ahí vamos construyendo el sistema que se requiere para cuidar de mejor forma la salud de las personas”.
“Por eso, hemos planteado este ciclo de transformaciones que parte con la atención primaria universal como el corazón de la estrategia; trabajar en las condiciones de vida que generan salud, porque sin mejorar nuestras condiciones de vida no vamos a estar realmente impactando en la salud; luego, la capa del sistema público en su conjunto y una modernización y dignificación del sistema público para -finalmente- la capa de seguridad social en salud”, expuso Bernardo Martorell.
La salud tiene que ser un espacio democratizado
En el debate sobre los cuatro pilares de esta reforma, participó también Alejandra Fuentes García, académica del Programa de Políticas, Sistemas y Gestión de Salud de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, quien destacó que “hay que implementar el sistema de salud como un espacio que requiere ser democratizado”. En esta línea, sostuvo que “sin que democraticemos el espacio de la salud, es imposible que tengamos una plena democracia”, y que uno de los pasos fundamentales es fortalecer la Atención Primaria de Salud.
Por su parte, Cristián Rebolledo, jefe del Programa de Políticas, Sistemas y Gestión de Salud de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, agregó que “uno puede ver que hay aspectos más reformistas que otros, porque hay varias estrategias que están corriendo en paralelo, entonces a mí me parece que está bien, es razonable que se plantee un ánimo reformista”.
¿En qué paso va esta Reforma? La primera estrategia que comenzaron a implementar, a partir de 2023, es la cobertura universal en la Atención Primaria de Salud (APS) en 7 comunas del país, a las que se sumaron 14 nuevos territorios este año. En las primeras siete comunas, Canela, Alhué, Renca, La Cruz, Coltauco, Linares y Perquenco, se implementó telesalud, especialmente para pacientes de zonas remotas que no cuentan con un Cesfam cerca y se cubrió la conectividad con Internet satelital para llegar a las postas más alejadas.