Este año se comenzó a realizar el Censo de Población y Vivienda 2024, instrumento que permitirá saber cuántas personas habitamos el territorio y cómo vivimos. De acuerdo a la directora ejecutiva de Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, Lorena Flores, el instrumento también aportará información sobre “cómo nos distribuimos en el territorio nacional y hacer políticas públicas referentes a eso”.
El pasado 2 de junio, los censistas distribuidos en todo el territorio nacional finalizaron sus recorridos casa a casa. Sin embargo, este no es el fin del proceso, ya que ahora el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) ha levantado una modalidad adicional para las personas que aún no han sido censadas. Es a través del Fono Censo 1525, en el que todos quienes que no han sido encuestados podrán acceder al Censo en Línea. Desde el organismo estatal a cargo, además, explican que durante el mes de junio se seguirá el trabajo en terreno para visitar las viviendas que, por alguna razón, no han respondido a las preguntas del Censo.
Esta es la segunda vez en la historia que el Censo se realiza en modalidad extendida, aunque es la primera vez que se trata de un Censo de Derecho, que se diferencia del Censo de Hecho, que anteriormente se había realizado en un día, en que consulta por quienes residen habitualmente en los hogares y no quienes pasaron la última noche en el lugar.
Cecilia Ibarra, académica de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile, asegura que los censos son importantes porque “es un bien público que construimos entre todos y todas”, ya que "cada ciudadano y ciudadana va a aportar para que esta información, esta estadística, sea un bien público disponible para decisiones tanto de política pública como de otros. Es importante enfatizar que es algo que es de todos y que ayudamos a construir”, sostiene.
Chile, por otra parte, posee una de las tradiciones censales más extensas del continente, ya que desde 1854 ha realizado censos ininterrumpidamente cada 10 años. “Chile tiene la tradición censal más antigua y continua de América Latina, censo cada 10 años durante 170 años seguidos. Esa tradición no la tiene nadie”, destaca Juan Ignacio Pérez Eyzaguirre, investigador postdoctoral de Ciencias Históricas de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile.