Diego Stecher Moreno (18) es de pocas palabras y de hablar pausado. Al menos en esta conversación, se toma su tiempo para pensar y responder cada pregunta. Sus 979,75 puntos ponderados lo convirtieron en el mechón número uno de la generación 2025 que entrará a clases en marzo próximo.
Como primer puntaje, fue recibido por el Decano (s) Francisco Soto y el Director de Escuela, Miguel González, quienes le dieron la bienvenida y le contaron sobre la historia de la Facultad y sobre la carrera.
“No conocía la Escuela, me gustó recorrerla y saber sobre su historia. Es muy bonito y un privilegio estudiar en un edificio patrimonial”, señaló Diego Stecher, sobre la construcción de 1938, diseñada por Juan Martínez.
Cuenta que se decidió por Derecho hacia finales de la enseñanza media. “Nunca tuve claro lo que quería estudiar; fui saltando entre opciones, humanistas todas, aclara. Pero nunca tuve muy decidida la elección, hasta que opté por Derecho”.
Dice que lo motivaron las posibilidades que le entrega la carrera. “Como abogado uno puede realizar distintas labores, estar en frentes muy variados. Es una gama amplia de conocimientos y eso me atrae mucho”.
- ¿Por qué la Universidad de Chile?
Siempre estuvo entre mis opciones. Decidí por la excelencia académica y su prestigio, es una muy buena facultad y universidad. Además, me llama la atención la diversidad de los alumnos. Me han dicho que uno puede encontrar un exalumno en todas partes. Además, mis dos papás estudiaron en la Universidad de Chile y creo que, de alguna manera, “hicieron su pega”, al mostrarme la importancia que tiene esta universidad y su calidad.
Hijo de psicólogos y el mayor de tres hermanos, fue el mejor puntaje de su colegio: La Giroutte. Un resultado que no fue gran sorpresa para nadie de su entorno, porque siempre ha sido buen alumno. De hecho, terminó la enseñanza media con promedio 7,0, y sacó puntaje máximo en matemáticas 1.
Él también esperaba un buen desempeño: “Me preparé en el preuniversitario del colegio, y en los ensayos que hice durante el año me iba bien, pero en la PAES me fue mejor. Mis papás están felices y orgullosos de mí y de ellos mismos también”, dice.
Más allá de lo académico, le gusta mucho el deporte. Ha practicado tenis, ajedrez, tenis de mesa y fútbol, “más bien pichangas”, acota. A esto suma la lectura y la escritura. "Aunque no he escrito tanto, pero es algo que quiero desarrollar".
Hace una pausa y agrega con una sonrisa: "Y los videojuegos”.
- ¿Cómo te ves en siete años más?
Me gustaría estar titulándome, aunque sé que eso demora a veces. También quisiera estar trabajando como abogado, aún no sé en qué área.
- ¿Cuál es tu mirada sobre los hechos, relacionados con la ética, donde han estado involucradas personas del mundo judicial?
Es una mezcla entre pena y vergüenza de que pase y pueda pasar algo así, pero no es algo que me haya desanimado a estudiar Derecho