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Juan Alcayaga y su vida dedicada al humor y el teatro: “Yo adonde voy son Don Carter”

Juan "Don Carter" Alcayaga comenta sobre su vida universitaria
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Cuando Juan Alcayaga entró en 1970 a estudiar Actuación en la Universidad de Chile, las risas no eran su objetivo como artista: “Me gustaba mucho el drama”, reconoce.
Juan Alcayaga como Pompi en 1981
Juan Alcayaga como Pompi en el programa para niños de UCV “Para saber y jugar”, de 1981.
Elenco de "El Mundo del Profesor Rossa"
Elenco de "El Mundo del Profesor Rossa", programa en el que Juan Alcayaga hizo popular al personaje de "Don Carter".
Don Carter, junto a Guruguru y el Profesor Rossa en La Mansión Rossa
Don Carter, junto a Guruguru y el Profesor Rossa en "La Mansión Rossa", programa donde revivieron el espectáculo del profesor Rossa con un enfoque para el público adulto.
Juan Alcayaga hoy se dedica al stand-up comedy con su personaje Don Carter
Juan Alcayaga hoy se dedica al stand-up comedy con su personaje de Don Carter, donde se ha consagrado como el rey del chiste "sin censura".

Es un caluroso día de verano en Antofagasta. Los Alcayaga toman asiento en un pequeño teatro de la ciudad. El hijo menor, Juan, queda frente al pianista de la orquesta. Van a ver La Pérgola de las Flores, una obra recientemente estrenada en la que actúa Leonardo Perucci, un amigo de la familia. Se abre el telón y tanto los músicos como los actores deleitan a los espectadores bajo los decorados de papel del escenario. Juan, quien entonces tenía 12 años, observa sorprendido: “Yo quedé maravillado. Te juro que me dije en ese momento ‘me encantaría estar allí’”.  

Desde niño siempre fue revoltoso y desordenado. En otras entrevistas reconoce que “lo echaron de varios colegios” y que siempre le ha gustado el humor. Aun así, cuando entró en 1970 a estudiar Actuación en la Universidad de Chile, las risas no eran su objetivo como artista: “Me gustaba mucho el drama”, reconoce. Desempeñó papeles para varias obras del género como el Rabino en la famosa obra “El Violinista en el Tejado”, y Rufino en “La Pérgola” además de haber escrito varios guiones dramáticos. “No sé por qué cuando salí al mercado me tiraban para el lado de la comedia”, confiesa Alcayaga.

Su decisión de dedicarse a las artes escénicas fue difícil. También le interesaba el periodismo, la sociología y la historia. “Más letrado no podía ser. Pero yo me veía como actor. Fui a dar la prueba especial carepalo y quedé. Así que mi papá me dijo para presionarme ‘bueno, te las arreglas solo’, y como yo tenía buenas notas me becaron en la Universidad”, comenta.

Alcayaga recuerda su paso por la Universidad de Chile con harto cariño, en especial se acuerda de los almuerzos y colaciones que disfrutaba en la terraza de la Facultad de Artes. “Fue una linda experiencia haber estado ahí, teníamos unos profesores excelentes. La escuela era considerada una de las mejores de Latinoamérica, con estudiantes de todo el continente”, afirma.

Tras el golpe de Estado de 1973, la Escuela fue clausurada por un año, periodo que el comediante reconoce como un momento complicado de su vida. “Lo pasé mal. Me encantaba lo que hacía y quedé en nada”. Como los padres de Alcayaga en esa época vivían fuera del país, tuvo que ir a quedarse en la casa de sus suegros y buscar sustento para su hijo haciendo distintos trabajos y buscando suerte como ayudante en farmacias. Pero el oficio por el que es más recordado y querido hoy en día es el de cartero.

El nacimiento de Don Carter

Hacer teatro y drama en Chile durante los años de la dictadura era muy difícil, recuerda. Había un prejuicio hacia los artistas y había obras o temas que estaban estrictamente vetados, por lo que Alcayaga pasó sus primeros años como profesional haciendo teatro para niños: “¿De qué temas podíamos hablar para causar cero problemas? Hagamos teatro infantil”, recuerda.

Apareció en 1981 en el programa para niños del UCV “Para saber y jugar” como el malhumorado Pompi, y también en “El show de Pepito TV” haciendo comedia: “Mi trabajo era servirle chistes al flaco, pero se dio la paradoja que el chistoso terminé siendo yo. Tuvimos que matar el personaje”, ríe.

Su experiencia con audiencias infantiles y haciendo reír lo llevó a ser contratado en un programa un tanto extraño y canonizado por los que crecieron en la década de los 90': “El mundo del Profesor Rossa” de Canal 13, junto a Iván Arenas y Claudio Moreno. ¿El papel de Alcayaga? Jimmy Carter, más conocido como Don Carter, el encargado de entregar las cartas de los niños al estrafalario señor de bigote rosado y a su pájaro Guruguru.

“Era un personaje juguetón, feliz, simpático. Estaba al medio, con el profesor Rossa era uno, pero con Guruguru era un cabro chico, porque jugábamos y nos disfrazábamos. Me gusta la personalidad de Carter, después se puso cochino”.

En 2002, el programa terminó abruptamente por la circulación de “el video prohibido del profesor Rossa”, un compilado de clips de bloopers y material sin editar del programa donde salen los miembros del elenco bromeando y diciendo groserías. El primer viral chileno. Desde ese momento, el nombre de Don Carter se inmortalizó entre el público chileno, siendo reconocido hoy por su papel de comediante especialista en los chistes “sin censura”.

El rey del “sin censura”

Don Carter pasó con gloria por el Festival de Olmué, por Dichato, contó chistes subidos de tono en Mentiras Verdaderas y junto a Arenas y Moreno revivieron el espectáculo del profesor Rossa con un enfoque para el público adulto. “Nosotros ayudamos a que el género empezara en la televisión. Antes no se podía decir esas cosas en cámara, eran temas para el teatro más escondido, ahí echaban garabatos. Ahora uno puede subirse a un escenario, decir barbaridades y que no te pase nada, lo encuentro impresionante”, reflexiona.

- ¿Por qué al chileno le gusta tanto el chiste corto y vulgar?

El chiste rápido es más fácil de digerir. Como país creemos que somos lo más en todo, que somos los más picarones, que tenemos la bandera más linda, que tenemos el himno más bonito. Pero el doble sentido es un fenómeno latinoamericano.

Alcayaga comenta que su audiencia lo tilda de “infunable”, término que hace referencia a que su personaje no puede ser cancelado socialmente, a pesar del tenor de su comedia, por ser él mismo: un comediante con reputación de tensionar la comedia, de incomodar al espectador y hacer reír desde la vulgaridad. Actualmente, es considerado un comediante muy respetado en la escena del stand-up chilena, liderada por humoristas como Edo Caroe o Fabrizio Copano, quienes han reavivado en el último tiempo el estilo soez y duro de hacer chistes.

A pesar de su larga carrera, el actor confiesa que aun siente un amor intacto por el teatro y por el drama. A sus 75 años deja abierta su posibilidad de volver a las tablas: “Me encantaría volver al teatro. Al final esa fue mi idea prima para estudiarlo. Pero resulta que acá en Chile está mal pagado”.

- ¿Qué es Don Carter para usted?

Yo a ese personaje le debo todo, porque Don Carter tiene lo que a Juan Alcayaga le gustaría ser. Mucha gente que me conoce me dice ‘oiga usted que es fome, es más serio’, pero Carter no. Adonde vaya la gente le tiene mucho respeto, un cariño y una buena onda… Qué bueno que valoren de alguna forma eso que yo he hecho con tanto cariño.

A la fecha, Alcayaga tiene su agenda repleta de shows en bares, casinos y clubes de comedia. Hoy se dedica a viajar por el país haciendo rutinas de stand-up comedy. A veces con Iván Arenas, a veces solo. Comenta que le va bien con sus espectáculos trayendo lo más sucio del repertorio de Don Carter y que está muy lejos de retirarse de los escenarios: “¿Cuándo vas a parar? Me dicen a veces. ¡No estoy cansado!”.

Si bien jamás pensó que del teatro infantil terminaría haciendo chistes para adultos con un personaje construido para entretener a niños, Alcayaga da gracias a la vida por seguir haciendo lo que le gusta: hacer reír.