Cumpliendo con una deuda pendiente

Después de más de 40 años: promoción 1983 de matronas recibe su título profesional

Después de 40 años: Promoción 1983 de matronas recibe su título
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Diez de las doce egresadas de la promoción 1983 de matronas de la Escuela de Obstetricia y Puericultura, tuvieron la oportunidad de recibir el título profesional del cual se les privó en su momento por circunstancias históricas asociadas a la dictadura.
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El profesor Pablo Gálvez mencionó a la promoción 1983: “Este acto simboliza la resiliencia y el compromiso de aquellas matronas que se formaron en tiempos difíciles, pero nunca abandonaron su vocación. Hoy, más que nunca, reconozco la fortaleza y dedicación que han demostrado a lo largo de sus carreras”.
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La directora de pregrado, profesora Marcela Díaz, señaló: "He tenido el privilegio de conocer y trabajar con algunas de ustedes, y su dedicación y compromiso siempre me han inspirado. Hoy, celebramos no solo su graduación, sino también su resiliencia y fuerza. Muchas felicidades".
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La representante de la promoción 1983, matrona Verónica Robles mencionó: "Somos mujeres al servicio de mujeres. Pasamos de una niñez analógica a una edad adulta digital. Hemos sido una generación resiliente. Enfrentamos grandes cambios que nos han transformado en las personas que somos hoy. Hemos ejercido nuestra profesión con pasión, motivadas por nuestra vocación y, me atrevo a decir, sin temor a equivocarme: Escuela de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de Chile, nada me debes, estamos en paz".
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Con este acto, la Escuela de Obstetricia y Puericultura de la Facultad de Medicina, y la Universidad de Chile, saldaron una deuda pendiente con estas profesionales de excelencia, que han dedicado su vida y labor al servicio de nuestro país.

La ceremonia contó con la presencia de la directora de pregrado de nuestra facultad, profesora Marcela Díaz; la directora del Departamento de Promoción de la Salud de la Mujer y el Recién Nacido, profesora Jovita Ortiz; la subdirectora de la misma entidad, profesora Marisa Villagrán; el director de la Escuela de Obstetricia y Puericultura, profesor Pablo Gálvez; la vicepresidenta del Colegio Regional Metropolitano de Matronas, matrona Raquel Honorato; académicos, académicas, familiares, y amigos de las matronas reconocidas.

El primero en tomar la palabra fue profesor Pablo Gálvez, quien en un emotivo discurso mencionó: “Nos reunimos finalmente, tras más de 40 años, para celebrar la culminación de este importante capítulo de la vida de nuestras egresadas”, comenzó. “Este acto simboliza la resiliencia y el compromiso de aquellas matronas que se formaron en tiempos difíciles, pero nunca abandonaron su vocación. Hoy, más que nunca, reconozco la fortaleza y dedicación que han demostrado a lo largo de sus carreras”, añadió.

Asimismo, destacó la relevancia histórica de esta graduación, recordando los 190 años de la fundación de la escuela: “Actualmente, ustedes forman parte de la comunidad de egresados de la Facultad de Medicina, matronas formadas en la escuela de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de Chile, escuela que fue creada en el año 1834, hace ya 190 años, siendo la primera y más antigua del país”, señaló con orgullo.

El profesor Gálvez reflexionó sobre el impacto significativo de la carrera en la sociedad chilena: “Este aniversario representa una larga y rica tradición de la formación de la profesión, años dedicados al cuidado de la salud materna e infantil. Es un momento para reflexionar sobre el impacto significativo que esta carrera ha tenido en la sociedad, formando generaciones de matronas y matrones que han marcado la diferencia en la vida de innumerables familias”, recalcó.

Además, destacó la resiliencia y el compromiso social de las graduadas, resaltando su capacidad para superar los desafíos del contexto sociopolítico de la época: “A pesar de los desafíos y las adversidades políticas de la época, lograron completar sus estudios y obtener su título universitario. Su práctica estuvo fundamentada en la evidencia científica y se desarrolló en colaboración con equipos multiprofesionales e interdisciplinarios dentro del sistema sanitario, lo que las convirtió en profesionales de excelencia”.

Finalmente, el profesor Pablo Gálvez expresó su gratitud y reconocimiento hacia las egresadas de la promoción 1984: “Este importantísimo logro es fruto de su arduo trabajo. Expresamos nuestra gratitud hacia estas matronas por su contribución al campo de la obstetricia, la ginecología, la neonatología, y el país en general. Muchas gracias”, concluyó.

Posterior a las palabras del profesor Gálvez, el evento continuó con la entrega del diploma de título simbólico a las matronas Adriana Aguayo; Bernardita Baeza; Emilia Díaz; Patricia Farías; Jessica Flores; Ana María Gallegos; Carmen Lagunas; Verónica Robles; María Isabel Rubio; Marcela Schneider; Graciela Steembecker; Verónica Torres y Marie Vargas.

Luego del solemne momento, el director de escuela, profesor Pablo Gálvez, realizó la toma del juramento de la matrona a las egresadas, quienes juraron con su mano derecha en alto.

Seguidamente, la directora de pregrado de la Facultad de Medicina, y también matrona, profesora Marcela Díaz, se dirigió a la promoción 1983: “Este es un momento para cerrar ciclos. Los ritos son importantes porque efectivamente cierran ciclos de vida. Aquí, ustedes, formadas con una diversidad de competencias, han demostrado su capacidad a lo largo del recorrido académico y profesional. Les deseo el mejor de los éxitos y que celebren este logro junto a sus familias y amigos”, señaló.

Además, agregó: “He tenido el privilegio de conocer y trabajar con algunas de ustedes, y su dedicación y compromiso siempre me han inspirado. Hoy, celebramos no solo su graduación, sino también su resiliencia y fuerza. Muchas felicidades”, concluyó la profesora Díaz.

En representación de la promoción 1983 de matronas de la Escuela de Obstetricia y Puericultura, la matrona Verónica Robles compartió unas emotivas palabras con sus compañeras y colegas: “Más vale tarde que nunca, dice el refranero popular. (...) Hoy se está haciendo realidad nuestra ceremonia de titulación, que debió realizarse 40 años atrás. Pasaremos a la historia como la generación que se está pensionando junto con su titulación. Gabriel García Márquez decía que la vida no es lo que uno vivió, sino lo que uno recuerda y cómo lo recuerda para contarlo. Así es como esto marcará el libro de nuestras vidas”, comenzó.

Durante su discurso, la matrona rememoró con nostalgia los días de uniforme blanco, chaleco azul con línea roja y turbante blanco, que, aunque ya descontinuado, es parte de su historia: “Nos tocó vivir una época universitaria convulsionada, en plena dictadura, lo que sin duda nos marcó. Sin embargo, eso no nos impidió disfrutar de vivencias maravillosas que hasta el día de hoy atesoramos”, prosiguió.

Verónica Robles también resaltó que “tuvimos espléndidos educadores y educadoras que colaboraron en nuestra formación. (...) Un agradecimiento muy especial para todas las matronas clínicas que colaboraron en nuestras pasantías y prácticas”.

Al concluir su discurso, destacó la fortaleza y el compromiso de su promoción: “Somos mujeres al servicio de mujeres. Pasamos de una niñez analógica a una edad adulta digital. Hemos sido una generación resiliente. Enfrentamos grandes cambios que nos han transformado en las personas que somos hoy. Hemos ejercido nuestra profesión con pasión, motivadas por nuestra vocación y, me atrevo a decir, sin temor a equivocarme: Escuela de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de Chile, nada me debes, estamos en paz”, concluyó.

Para finalizar la ceremonia, la vicepresidenta del Colegio Regional Metropolitano de Matronas, matrona Raquel Honorato, se dirigió a los presentes: “La obstetricia no es solo una profesión, es una vocación que requiere empatía, compromiso y una profunda comprensión de la importancia de la salud y el bienestar de las mujeres y sus familias. En cada nacimiento, en cada consulta, en cada momento de apoyo y cuidado, estamos presentes en uno de los eventos más significativos en la vida de las personas. Esto es una responsabilidad enorme y también un privilegio inmenso”, aseveró.

En nombre del Colegio de Matronas, Raquel Honorato expresó su admiración por la determinación y perseverancia de las matronas de la promoción 1983, mencionando que “la pandemia del COVID-19 demostró la importancia de nuestra labor y lo esenciales que somos en el sistema de salud, mostrando capacidad de adaptación y resiliencia, características cruciales en el mundo cambiante que enfrentamos”.

También, agradeció profundamente a los profesores y autoridades de la Universidad de Chile por su incansable trabajo y dedicación a la formación de los nuevos profesionales: “Su labor es fundamental para garantizar que nuestras futuras matronas estén preparadas para enfrentar los nuevos retos del campo de la salud con conocimiento, ética y compasión”, aseguró.

Finalmente, la matrona Raquel Honorato se dirigió a las finalmente tituladas con un mensaje de responsabilidad y esperanza: “A partir de hoy, llevan consigo no solo el título, sino también una gran responsabilidad. Están llamados a ser líderes en sus comunidades, a luchar por la salud de todas las mujeres, a promover la equidad y a trabajar incansablemente por un sistema de salud más justo y accesible para todos”, concluyó.

El evento finalizó con los presentes en el auditorio Julio Cabello, entonando el himno de la Universidad de Chile.