Un orden político y social que no se fundamentara en bases dogmáticas, promoviendo la tolerancia religiosa y la igualdad en la fe, era por lo cual abogaba el jurista, escritor y poeta neerlandés Hugo Grocio, una figura destacada en los campos de la filosofía, la teoría política y el derecho de los siglos XVI y XVII.
Con una exposición sobre su enorme contribución al derecho internacional, a cargo de la profesora María Teresa Infante, concluyó el I Ciclo de Debate de Pensamiento Internacional, organizado por el Instituto de Estudios Internacionales (IEI) de la Universidad de Chile, la Academia Diplomática Andrés Bello y el Fondo de Cultura Económica.
Durante su conferencia, la abogada internacionalista y académica de la Universidad de Chile expuso sobre la obra de Grocio "De jure belli ac pacis libri tres", donde analiza conceptos como la guerra justa. En particular, destacó el capítulo "Mar libre", el cual refleja la política holandesa de la época, que competía por las rutas internacionales del comercio, inicialmente, con Portugal y, luego, con otras potencias.
Grocio es reconocido como un pionero en la laicización del derecho natural en su vertiente protestante y como uno de los fundadores de la filosofía del derecho moderno. Según explicó la académica, él abogaba por un orden político y social que no se fundamentara en bases dogmáticas, promoviendo la tolerancia religiosa y la igualdad en la fe.
Además, recordó que el jurista es considerado uno de los padres del Derecho Internacional y el creador de la escuela racionalista del Derecho Natural, que define como uniforme y universal, basado en la naturaleza racional del ser humano.
En la oportunidad, la prof. Infante también repasó los planteamientos de Grocio sobre su concepción de la guerra, defendiendo el derecho de uso de la fuerza y abogando por la "humanización de la guerra", un concepto innovador que, posteriormente, influenció al derecho internacional.
"Tenemos una doctrina grociana que distingue entre un derecho divino y uno natural propio del ser humano, racionalizando y promoviendo la tolerancia y la igualdad entre los hombres. Este cambio de enfoque jurídico ha otorgado al derecho internacional una dignidad y autoridad moral en el contenido de sus normas jurídicas", concluyó la académica del IEI.