El pasado lunes 22 de julio, el doctor por la Universidad Autónoma de Barcelona, Gabriel Villalón, fue invitado por el Ministerio de Educación a exponer sobre el proyecto de ley de convivencia escolar con el objetivo de otorgar una evaluación a partir de su experiencia investigativa. La invitación tuvo como causa el conocimiento sobre el trabajo e investigación sobre educación ciudadana que ha estado realizando junto con el grupo de estudio Democracia, Ciudadanía y Conocimiento Social en la Escuela y la Formación Docente.
Dicho proyecto, aprobado el 23 de julio, busca promover una forma de gestión para que las comunidades educativas sean espacios de protección y bienestar, fomentando acciones integrales, sistémicas y eficientes que ayuden a prevenir y erradicar cualquier tipo de acoso, violencia y discriminación al interior de los establecimientos.
Para lo anterior, propone el abordaje de la convivencia escolar a partir de cuatro ejes, entre los que se encuentran el rol del Estado en el abordaje de la convivencia educativa; el robustecimiento del papel de coordinación y de los instrumentos de gestión para la convivencia educativa; el fortalecimiento de las funciones institucionales que orientan un enfoque pedagógico de la convivencia educativa; como también la protección del bienestar de los equipos educativos en los establecimientos.
“Una convivencia que tenga como foco la construcción de la paz duradera y la democracia debe considerar, primero, que las personas puedan aprender, a través de la educación, que los conflictos son inevitables en la vida en sociedad y que pueden ser abordados a través de una gestión pacífica, democrática y justa. En segundo lugar, se debe enseñar que la violencia puede ser evitada”, explicó el académico de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile.
Sobre el proyecto de ley, Villalón afirmó que “permite fortalecer el abordaje de la convivencia en la escuela, debido a que se aumentan la agencia y las obligaciones del Estado y sus instituciones sobre el aseguramiento del desarrollo de una buena convivencia en los establecimientos educativos. A la vez, considera la convivencia escolar a partir de tres niveles: contención, resolución de conflictos y transformación de las prácticas pedagógicas y de gestión”. Sin embargo, a esta evaluación positiva se le agregaron dos recomendaciones para fortalecer el proyecto: que se incorpore, en las orientaciones para la gestión y lo pedagógico, que las escuelas puedan asociar los planes de convivencia y de formación ciudadana en un solo programa; a la vez que el desarrollo de dispositivos que permitan que el profesorado y las/os estudiantes aprendan a convivir desde el currículum prescrito. “Proponemos que, desde el currículum prescrito, se promueva el aprendizaje de la convivencia y la paz duradera a través de la generación de lineamientos pedagógicos y curriculares que permitan curricularizar el conflicto”, expresó el académico.
Según Villalón, el trabajo realizado por el grupo de estudio Democracia, Ciudadanía y Conocimiento Social en la Escuela y la Formación Docente ha llevado a que se plantee “la necesidad de establecer la conexión entre la convivencia escolar y la formación para la ciudadanía democrática”.
En la línea de lo anterior, dicha agrupación tendrá como invitada durante agosto a la investigadora del Ontario Institute for Studies in Education (OISE) de la Universidad de Toronto, Kathy Bickmore, especialista en educación democrática y pedagogías constructivas del conflicto para la construcción de la paz democrática en la escuela.