El viernes 30 de agosto terminó la aplicación de la encuesta para la acreditación institucional con más de 15 mil instrumentos contestados entre todos los estamentos de la comunidad universitaria: estudiantes, funcionarias, funcionarios, académicas y académicos, egresadas, egresados y empleadores.
“Agradecemos profundamente la participación y el compromiso de toda la comunidad universitaria con la autoevaluación para la acreditación institucional”, dijo quien lidera este proceso, la prorrectora Alejandra Mizala. “Es muy importante escuchar las voces de cada una y cada uno de los miembros de nuestra comunidad respecto de su experiencia en la Universidad, para así conocer la dimensión de nuestras fortalezas y también identificar nuestros desafíos y las necesarias transformaciones que la Universidad requiere, para seguir aportando al país en las distintas dimensiones de nuestro quehacer”.
Por su parte, Anita Rojas, subdirectora de Pregrado, señaló que “este ha sido un proceso inédito en la institución en términos de convocatoria y respuestas, producto de un trabajo articulado y coordinado entre vicerrectorías y unidades de soporte que pusieron a disposición de este proceso a sus equipos profesionales y sus mejores experiencias. La comunidad ha respondido al llamado de evaluar con una perspectiva integral la percepción en diversos aspectos de la vida universitaria, con el fin de identificar fortalezas del quehacer institucional y áreas de atención con el fin de contribuir a la mejora continua de la calidad educativa, experiencia y trayectoria en la institución”. Añadió que la campaña fue evaluada positivamente, ya que “fue un logro que más de 15 mil personas de distintos estamentos confiaran en este proceso y nos expresaran su parecer. Este instrumento, que mide sello, modelo educativo, gestión, vinculación con el medio, investigación y creación, entre otros temas, será muy importante no solo para la acreditación, sino también para otros procesos evaluativos”.
En tanto, Thomas Griggs, director ejecutivo de Acreditación Institucional, señaló que “agradecemos a todas las facultades, porque participaron en favor de una mejor universidad. Muchas veces nos preguntan para qué sirve la acreditación y acá vemos que el resultado es concreto y tiene incidencia en la planificación de las propias unidades académicas. Complementa que, “una de las características más valiosas de este proceso es la participación de todos los estamentos de la Universidad en iguales condiciones, así es que estos datos los trabajaremos con detención y serán de gran utilidad para la universidad y todas sus unidades académicas”.
El proceso de acreditación institucional continuará este año con la redacción del Informe de Autoevaluación y la elaboración de la Ficha Institucional a entregarse a la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) en marzo de 2025. El próximo año, además, se entregará el informe de la muestra intencionada de programas formativos; recibiremos a los pares evaluadores y, finalmente conoceremos la resolución de la CNA respecto a la Universidad de Chile.