Cada 18 de septiembre, el país completo toma un ánimo festivo en lo que son sus celebraciones de independencia. Una fecha establecida desde inicios de la República, en homenaje a la conformación de la primera junta de Gobierno en 1810. Sin embargo, no fue hasta 1837 cuando esta se definió como la única celebración patria.
Así lo destaca Cristian Guerrero Lira, profesor del Departamento de Ciencia Histórica de la Universidad de Chile, quien comenta que en un principio había al menos tres fechas que celebraban hitos de la independencia: 18 de septiembre, 5 de abril y 12 de febrero.
Estas dos últimas conmemoraban la batalla de Maipú y Chacabuco respectivamente, conflictos bélicos que el académico señala como claves en la lucha por la independencia de Chile. “Con Chacabuco se recupera el control por parte de este grupo revolucionario del país y se genera la factibilidad de declarar la independencia. Eso se consolida después, con la derrota española en Maipú, porque derrotados los realistas en Maipú ya no podían enviar nuevas expediciones desde Perú”, explica.
Fue en el gobierno de Ramón Freire que se eliminarían estas dos festividades, aun cuando el 12 de febrero fue la fecha de la firma de la declaración de independencia chilena. Una decisión controvertida que el profesor Guerrero señala que fue motivado por el gobierno para desvincular la figura del libertador Bernardo O’Higgins -recordado por participar en ambas batallas- tras su abdicación como Director Supremo de Chile.
“Freire empieza a desligarse del nombre de O'Higgins. De hecho, hay un barco de la primera escuadra que es la fragata O'Higgins (…) ese barco en el gobierno de Freire se le dio de baja, pero al darlo de baja, Freire dispuso que se le cambiara el nombre y se le pusiera María Isabel y con ese nombre se vendió a la Armada Argentina” señala el también integrante de la Academia Chilena de la Historia.
Sin embargo, este no fue la única razón detrás de la eliminación de estas dos fechas. Para el Director del Departamento de Ciencias Históricas, Pablo Artaza, estas fechas representaban una celebración más popular que las elites buscaban eliminar dentro de la sociedad chilena para generar una sociedad más productiva.
“El 12 de febrero es una fecha súper compleja porque es la época más intensiva del trabajo como es el periodo del periodo de verano. Una fecha de intensiva a nivel agrícola y por lo tanto que deberían concentrar en el trabajo de mi vida productiva más que en la posibilidad de celebrar algo” alude el académico de la Facultad de Filosofía.
De hecho, estas celebraciones compartían varias similitudes con las celebraciones carnavalescas del continente sudamericano. Una forma de celebración más popular pero que generaba un conflicto con las elites chilenas, quienes establecieron el 18 de septiembre como única fecha.
Al respecto, el profesor Artaza enfatiza que, al usar la iniciativa de la Junta de Gobierno como hito independista, las elites lograron apropiarse de la fiesta de la independencia. “Solo la celebran ellos con cierta incorporación de los sectores populares en torno a que sirvan de público de una celebración que gira en torno a lo que pasa en Palacio de Gobierno” señala el académico.
Si desean saber más sobre el proceso de independencia y sus transformaciones, te invitamos a escuchar el capítulo 154 de Universidad de Chile Podcast, ya disponible en Spotify, Tantaku y Youtube.