Conocido por sus propiedades antiadherentes, el teflón es una sustancia utilizada en muchos productos de uso cotidiano. Si bien esta denominación comercial agrupa a una serie de polímeros, el más asociado a este nombre es el Politetrafluoroetileno (PTFE). Un material presente en la mayoría de cocinas y que ha levantado la preocupación del continente en 2023, ante un alza de casos por intoxicación del polímero en Estados Unidos.
Denominada también como “gripe del teflón”, sus efectos van asociados a síntomas similares a un cuadro gripal en la forma de irritación de vías respiratorias, estornudos y tos. Así lo destaca la médica toxicológica U. de Chile y presidenta de la corporación Red de Información Alerta Toxicológica (RITA), Laura Börgel, quien señala como principal causante los gases producidos por las ollas y sartenes recubiertos por este material.
“El problema está relacionado con la temperatura, es esta la que hace y permite que a través del calor se liberen y volatilicen estos óxidos metálicos, no es lo habitual cuando se está en espacios abiertos, pero es distinto al estar en la cocina. Es por eso que este constituye un riesgo doméstico más que un riesgo laboral”, señala la doctora y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
Este fenómeno se explica por la propia composición del teflón, considerado un plástico similar al polietileno como explica Patricio Jorquera, académico del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Chile. En ese sentido, el PTFE posee características de un termoplástico, lo que permite recuperar su forma original tras deformarse con el calor.
Sin embargo, el profesor Jorquera advierte que esta resistencia es solo hasta cierta temperatura y que una vez superado ese punto el teflón se comporta como un termoestable, perdiendo su forma e iniciando un proceso de descomposición o fusión expresado en la emisión de gases. “Es muy importante señalar que entre los 200 °C y 300 °C empieza a descomponerse y comienza a emitir algunos gases, que son los que están provocando esta enfermedad”, puntualiza el académico.
Ante la posibilidad de quedar expuestos ante estos vapores al momento de cocinar, la doctora Börgel aclara la naturaleza acumulativa de esta intoxicación, lo que descarta mayores riesgos frente a una sola exposición. Por ello, la recomendación es dejar de utilizar cualquier utensilio de teflón que presente desgastes o cualquier daño en su superficie.
“No vas a terminar inmediatamente con una intoxicación por el hecho de haberte expuesto una vez y quedar con algún efecto respiratorio. Pero si sigues utilizando ese utensilio dañado, puedes llegar a tener un fenómeno acumulativo, pero tendrías que tener una exposición mucho mayor” destaca la presidenta de la corporación RITA.
Un llamado a reemplazar el teflón
Desarrollado en 1938 de forma accidental por el científico norteamericano Roy Plunkett, el PTFE sería patentado como teflón en 1945 por la compañía DuPont. Casi 80 años después, el uso de este material ha sufrido distintos cuestionamientos sobre sus efectos en la salud de las personas.
Si bien no se han comprobado efectos negativos del teflón como recubrimiento en rubros como construcción, el profesor Jorquera afirma que por décadas se ha ido documentando sus efectos negativos al usarse en cocina. “Con el tiempo se ha detectado claramente polímeros que producen problemas serios para la salud. Por ejemplo, el ácido perfluorooctanoico (PFOA) que está prohibido por la OMS desde el año 2000”, comenta el académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM).
Es por ello que expertas como la doctora Laura Börgel recomiendan dejar de cocinar con productos recubiertos con teflón, sustituyéndolo con alternativas más seguras como el acero inoxidable. Sin embargo, reconoce que esta sigue siendo una opción más costosa que el PTFE. “El teflón es más económico, pero con suerte a durar un año y luego aparecen estos daños en la superficie y que a la larga son las que van generando la liberación de estos óxidos de metal”, advierte la doctora Börgel.
Una recomendación que coincide el profesor Jorquera, quien destaca una mayor durabilidad del acero en cocina, teniendo un punto de fusión superior al PTFE. “Los plásticos que tienen buena resistencia a la temperatura, son los que pueden resistir hasta alrededor de entre 150 o 250 grados. Es muy diferente a los metales que resisten 800 hasta 900 grados”, señala el académico.