La Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile acaba de recabar toda la información necesaria para comenzar su informe de autoevaluación, con el objetivo de nuevamente obtener la certificación de calidad para la carrera. Este proceso, voluntario y articulado por el comité académico de la escuela, integrado por su director, el profesor José Miguel Labrín; el profesor Pablo Marín, jefe de carrera; las profesoras Ximena Póo y Tania Tamayo y los profesores Eduardo Santa Cruz y Laureano Checa, busca asegurar y mejorar los estándares académicos y formativos con miras a someterse al escrutinio de una agencia certificadora.
“Una de las actividades centrales que todas las instituciones académicas debemos considerar permanentemente es el aseguramiento de la calidad. Es decir, que aquello que nosotros entregamos, tanto en el ámbito de la docencia, la investigación, la extensión, entre otros, cumpla con estándares propios de nuestra universidad”, afirma el profesor José Miguel Labrín y añade que este proceso también acompaña a los desafíos que enfrenta la formación periodística. “Nos permite mirar la innovación curricular que implementamos en 2016 y como a través de este programa de estudios generamos nuevas reflexiones y lo adecuamos a los retos contemporáneos de la profesión”, indica.
La instancia ha contado con la participación de egresados/as, académicos/as, estudiantes y empleadores que han aceptado ser parte de la evaluación a partir de encuestas. “Asimismo, hemos podido recuperar información a partir de las prácticas profesionales. Todos los actores de la Escuela hemos trabajado arduamente con el apoyo de los sociólogos Miguel Ramírez y Emilio Venegas”, añade Labrín.
El proceso de certificación sigue tres etapas principales: la primera es la autoevaluación interna, que involucra la revisión de aspectos como el perfil de egreso, la estructura curricular, la efectividad del proceso de enseñanza y aprendizaje, los resultados del proceso de formación, la vinculación con el medio, la infraestructura, entre otros. La información de este paso ya está lista para ser plasmada en el informe de autoevaluación, el cual también tendrá un plan de mejoras y se basará en los ámbitos críticos que se identifiquen en el informe. “Lo más probable es que este plan va a tener múltiples dimensiones, porque hay elementos donde tenemos que mejorar. Nuestra expectativa, de igual manera, es que sea un instrumento que guie la gestión de la Escuela en los próximos años y será compartido con toda la comunidad y la agencia certificadora”, indica Labrín.
La segunda etapa corresponde a la visita de pares evaluadores, prevista para el próximo año, quienes determinarán si la carrera de Periodismo alcanza los estándares de excelencia que se propone, y la tercera es el juicio de la agencia acreditadora, que determina los años de certificación.
Cabe recordar que, aunque actualmente la acreditación de carreras en Chile no es obligatoria, excepto en las áreas de salud y educación, la Universidad de Chile ha adoptado la certificación de calidad como un mecanismo voluntario de autorregulación, reflejando su espíritu de mejora continua. Este proceso permitirá evaluar si la carrera de Periodismo cumple con los estándares de calidad autoimpuestos, con la expectativa de lograr una certificación sobresaliente.
El último proceso de acreditación en el que participó la carrera fue en 2015 y se otorgó por siete años -el máximo posible- por parte de la Agencia para la Calidad de la Educación Superior, Qualitas, a través de su Consejo del Área de Ciencias Sociales.
“Es importante que, más allá del resultado de la certificación, podamos todos y todas, estudiantes, funcionarios, egresados, académicos, etcétera, saber cuál es la hoja de ruta que va a tomar la Escuela de Periodismo en términos de su desarrollo, contando con la mirada de todos los actores”, concluye el profesor Labrín.