El estudiante Joaquín Barahona defendió su memoria de título para obtener el grado de Ingeniero Forestal, guiado Guiado por el profesor Juan Pablo Fuentes y evaluado por una comisión compuesta por los académicos Ricardo Baettig, Patricio Corvalán y Álvaro Urzúa, Barahona desarrolló un estudio detallado de la estructura y composición de las comunidades vegetales en dos sitios cercanos a la bahía de Quintero-Puchuncaví, en la Región de Valparaíso, los cuales presentaban diferentes niveles de degradación.
El objetivo principal de la investigación fue analizar y comparar estos sitios con el propósito de crear una base de referencia para futuras iniciativas de restauración ecológica. Para ello, Barahona estableció cuatro parcelas de muestreo de 400 m² en cada sitio, clasificados como “Sitio con alto nivel de degradación” (SR) y “Sitio en estado avanzado de recuperación” (SC).
El análisis incluyó varias métricas fundamentales, como la densidad y el área basal de cada especie, la cobertura de copas, y la diversidad de flora leñosa. En el sitio SR, se encontró una densidad de 1.275 individuos por hectárea, con una cobertura de especies leñosas de apenas 16,7%, un área basal de 2,93 m² ha⁻¹ y un índice de diversidad de Simpson de 2,74, entre otros indicadores. La vegetación de este sitio estaba dominada por especies resistentes como Baccharis linearis, lo que refleja el impacto de la degradación en la biodiversidad.
En cambio, el sitio SC, en proceso avanzado de recuperación, mostró cifras notablemente superiores: 2.253 individuos por hectárea, una cobertura leñosa de 139%, y un área basal de 19,27 m² ha⁻¹, con una vegetación dominada por especies nativas como Cryptocarya alba en el estrato arbóreo y Colliguaja odorifera en el arbustivo. Los índices de diversidad también fueron considerablemente mayores, con un índice de Simpson de 4,66, lo cual indica una estructura comunitaria más rica y diversa.
La comparación entre ambos sitios resultó en un coeficiente de Sorensen de 0,22, lo que revela una diferencia marcada en la composición de especies entre el sitio degradado y el de recuperación avanzada. Así, según el estudio, esta transformación ecológica radical evidencia el efecto de la degradación en la flora local y la necesidad urgente de implementar acciones de restauración.
A partir de estos resultados, el estudio sugiere la reforestación con especies nativas pioneras y la implementación de obras de conservación de suelos como medidas clave para acelerar la recuperación del ecosistema perturbado. Este tipo de intervenciones, según el estudio,ayudarían no solo a restaurar el equilibrio ecológico, sino que también podría servir de modelo para otras áreas afectadas en el país.
El estudio realizado por Joaquín Barahona representa un aporte en la comprensión de los procesos de restauración ecológica en zonas altamente impactadas, como es el caso de Quintero-Puchuncaví, y contribuye a la generación de conocimiento aplicable para la conservación y manejo sostenible de los recursos naturales en Chile.