La Universidad de Chile juega un rol fundamental en la implementación del Programa Puntos de Cultura Comunitaria, una política pública orientada a fortalecer a organizaciones culturales de base. A través de su Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones, en colaboración con las facultades de Derecho, Artes y Comunicación e Imagen, la institución no solo acompaña a las comunidades en la gestión de sus iniciativas culturales, sino que también ofrece espacios de formación y asesoría jurídica mediante sus Clínicas Jurídicas. Este programa, que busca visibilizar y potenciar las prácticas socioculturales en los territorios, subraya el compromiso de la universidad por construir puentes entre las políticas públicas, las organizaciones comunitarias y el mundo académico, consolidando un modelo de trabajo participativo y sostenible.
En este sentido, jornadas intensas y muy productivas se concentraron en el Encuentro Nacional e Internacional de Puntos de Cultura Comunitaria, realizado en el Campus Fernando May de la Universidad del Bío-Bío, el fin de semana recién pasado.
Para este efecto, el Aula Magna del recinto acogió a los entusiastas participantes de la iniciativa convocada por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, y organizada por la Universidad de Chile junto con la Universidad del Bío-Bío. Estos arribaron a Chillán desde distintas ciudades del país, para compartir sus apreciaciones en torno a la importancia de canalizar las políticas públicas en beneficio del trabajo comunitario.
La actividad comenzó con la bienvenida de la institución anfitriona. La vicerrectora de Investigación y Postgrado, María Angélica Caro, representó al Rector Benito Umaña. "Nos alegra mucho acoger en nuestro campus Fernando May este Encuentro de Cultura Comunitaria. Como universidad estatal, pública y birregional, nuestra institución tiene el deber de aportar en las dinámicas sociales y públicas a nivel territorial. La Universidad del Bío-Bío participa también en los Puntos de Cultura Comunitaria en Ñuble y Biobío, a través de convenios que sostiene con las respectivas Secretarías Regionales Ministeriales del MINCAP", dijo.
La seremi de las Culturas de Ñuble, Scarlet Hidalgo, compartió su visión en torno a la enorme responsabilidad de la región para acoger tan importante actividad. Y es que, si bien han nacido en Ñuble destacados talentos nacionales como Violeta Parra, Claudio Arrau, Víctor Jara, Marta Brunet, Ramón Vinay y tantos otros, esto también fija un desafío mayor para implementar políticas públicas que satisfagan las necesidades culturales.
"Somos una región especial y somos también una región nueva. Con todo el peso histórico de héroes y artistas que han nacido en Ñuble, creemos que somos la región más cultural del país y entre todos podemos contribuir, con el trabajo que cada uno hace desde sus espacios en Puntos de Cultura, a la relevancia que tienen en el desarrollo de la cultura y la identidad sobre el territorio. Juntos podemos trabajar en que nuestro país pueda dar cada vez mayor valor y energía al trabajo comunitario que se realiza", comentó Scarlet Hidalgo.
Fabián Retamal, vicerrector (s) de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile, subrayó la importancia de la defensa de principios en materia cultural dado que “vivimos en un mundo donde el sentido común y los valores fundamentales están constantemente amenazados por discursos de irracionalidad y desinformación que avanzan sin descanso”.
Expertos internacionales al podio
Seis conferencistas de América Latina protagonizaron el primer día de este encuentro (sábado 30 de noviembre). Ante la mirada atenta de más de un centenar de participantes, compartieron su experiencia del trabajo con los territorios, los desafíos de ello y las oportunidades y beneficios que contribuyeron a las comunidades con las que se vincularon.
María Eugenia Romero viajó desde Cuba como representante del Centro de Intercambio y Referencia Iniciativa Comunitaria (CIERIC). Desde Brasil viajó Alexandre Santini, presidente de la Fundación Casa de Rui Barbosa. Luisa Velásquez es jefa de la Unidad de Gestión del Ecosistema Cultural de Guadalajara, México. De Ecuador lo hizo Paola de la Vega, en específico desde la Pontificia Universidad Católica de ese país. Desde Costa Rica vino Tania Álvarez, de Fundación Keme. Y desde Argentina participó Emiliano Fuentes, en calidad de invitado por Ibercultura Viva, un programa de cooperación técnica y financiera.
Paola de la Vega, investigadora, se refirió a la relevancia de que existan programas como Puntos de Cultura Comunitaria, “porque la cultura es plural, es diversa, está en distintas prácticas sociales, no es solo lo artístico. Lo que hemos imaginado como cultura, lo que socialmente se reconoce como cultura, por eso siempre digo que la cultura está en esas prácticas más cotidianas, en las formas de vivir, de relacionarnos”.
Para la gestora cultural María Eugenia Romero, las y los agentes culturales “tenemos que estar insatisfechos aún, tenemos que reflexionar de algunas cosas y es que demos prioridad a todas las organizaciones de base, por muy pequeño que sea el trabajo, porque en los puntos de cultura no puede faltar lo social, lo espiritual, el reconocimiento de todo lo que se haga en materia de mejorar la calidad de vida de los pobladores”.
De esta manera, el conocer la visión de cada uno de estos visitantes fue el primer aporte de este encuentro, que además sumó nuevos ingredientes para el posterior análisis conjunto de temas en mesas de trabajo y que convergieron en la importancia de labores colectivas y de redes junto a otras personas, comunidades, organizaciones e instituciones públicas.
Saberes comunitarios en diálogo
El 1 de diciembre se dio paso al encuentro nacional con las 65 organizaciones convocadas a participar. La jornada se caracterizó por círculos de diálogo hacia un modelo de gobernanza para los Puntos de Cultura, plenarias y otra reunión en torno a la identidad y las prácticas de los puntos de cultura comunitaria. En estas se expusieron las diferencias entre las regiones, los desafíos pendientes, los beneficios a las comunidades y una discusión crítica sobre los espacios disponibles para conversar, reflexionar y encontrarse entre las organizaciones y organismos públicos, y el rol que desempeñan en estos espacios.
Karen Schumacher Verdugo, de la Agrupación Mujeres Lafkenches de San Juan de la Costa, compartió su mirada sobre el encuentro, en la que destacó la importancia del aprendizaje de otras experiencias. “Las buenas ideas se copian. Es importante ver cómo lo está solucionando cada organización en cada país en función de los movimientos de las lógicas que tienen cada uno de los territorios”, expresó.
Violeta Jelves Mansilla, del Centro Cultural Kimun Mapu de Alerce, en Puerto Montt, mencionó que “es una instancia súper importante, nos gustaría que se diera más, no solamente en estos encuentros nacionales e internacionales, sino también al interior de cada región. Las exposiciones que hemos tenido de distintos países es importante para resignificar lo que es la cultura viva comunitaria y los puntos de cultura a nivel latinoamericano”.
Pamela Larrea, del Canal Cultura Comunitaria, resaltó la vinculación con las universidades, las que “uno tiende a ver más bien lejanas”, mencionó. “Es un acompañamiento como yo veo la inclusión de la universidad en este programa y estas relaciones deben ser virtuosas y las universidades deben propender a que se realicen y abrir estos espacios de encuentro, porque una de las grandes carencias que tienen los puntos de cultura y toda organización de base comunitaria, son no contar con espacios adecuados para recibir gran cantidad de gente”, agregó.