Francisca Sánchez egresó hace seis años de la Facultad de Artes. Antes de partir a su residencia en ámsterdam en 2004, expuso en el Centro Cultural de España, en el Centro Cultural Matucana 100 y también en la Galería Animal. Actualmente está radicada en París, ciudad en la que realiza otra residencia, la que la mantendrá en Francia hasta septiembre del próximo año.
Mientras en el Viejo Continente disfrutan del verano, Francisca llegó a Chile para presentar la exposición "Fe Ciega", la que se inaugurará este jueves 5 de julio, a las 19:30 horas, en la Galería Gabriela Mistral. "Para mí esta exposición es como un resumen de lo que he hecho estos últimos tres años. Un resumen bien elegido de las cosas que estoy haciendo ahora", señala la escultora.
"Esta exposición es también entender el ejercicio artístico como un juego de investigación y entender la escultura como un medio de compresión también. Cómo yo puedo entender imágenes que tal vez a simple vista no me dicen nada, pero que una vez que toma la imagen, la recorta, la tuerce, la dobla, la arma, empieza a aparecer un mundo que abre una manera de entender esa imagen y después empieza a pertenecer a otro mundo", explica la autora sobre su trabajo.
De sus figuras de yeso -parte de la última exposición que presentó en Chile antes de partir al extranjero- pasó a trabajar con papel y cartón, y por ello, la joven artista se plantea esta exposición como una doble sorpresa. Por un lado, sorprender con su apuesta al público que llegue hasta la Galería Gabriela Mistral, y por otro, sorprenderse a sí misma con la reacción de esas personas.
El título de la exposición dice mucho del proceso que está viviendo Francisca. "Tiene que ver con ese a priori de que estoy segura que estoy descubriendo algo y confíen en que esta cosa va a ser así", cuenta la escultora, agregando que "la Galería Gabriela Mistral apostó" y la exposición, que estaba programada para el 2006, finalmente se presentará desde el 6 de julio al 4 de agosto de este año.
-¿Con qué materiales trabajas en esta exposición?
-La mayoría de los trabajos están hechos con papel, cartón, y los que están hechos en papel son imágenes que están reimpresas, luego recortadas, pegadas. La intención es rearmar la imagen de la fotografía, la imagen que está fotografiada e impresa en el papel. Entonces tiene que ver con ese tercer paso, o sea, pasar de fotografiar un cuerpo, una escultura como en el caso de este león (parte de la muestra), imprimir la escultura y después reintentar la escultura a partir de esta torcedura del volumen hacia lo bidimensional.
-¿Cómo surge la idea de trabajar con esos materiales?
-Antes de salir, para hacer mis esculturas tomaba las fotos de mis modelos y generalmente usaba las fotos como referencias de color y de pintura porque las esculturas con las que trabajaba eran pintadas. Mi taller acá en Santiago tenía muchas fotografías de mis modelos, desde muchos ángulos y esa cuestión la conservó hasta el día de hoy. Pero lo que pasó en algún minuto fue que me di cuenta que la fotografía misma podía ser el material para trabajar. O sea, ya no sólo como referencia sino como el soporte mismo de la obra. A partir de eso empecé a usar imágenes -tampoco es que fueran fotografías muy sofisticadas-, en que le pedía a alguien que tomara la foto de esa persona y después a partir de ese puzzle de fotos yo intentaba recrear la imagen. Entonces viene a partir de, si quieres, evitarse un paso y hacer la escultura directamente con la imagen.
-¿Cuál es la historia de esta exposición? Me dijiste que estaba planificada para el 2006.
-Pensé en esta exposición ya en el año 2005 porque tenía la sensación de que estaba descubriendo cosas entretenidas, que podían aportar un punto de vista sobre la escultura y quería presentarlo también en Chile porque me parecía que aquí había algo que decir. Entonces, le presenté a la galería el proyecto de los trabajos que estaba haciendo en ese minuto, una cosa más bien experimental sin necesariamente saber cómo iba a quedar. En ese sentido, el título de la exposición tiene que ver con ese a priori de "estoy segura que estoy descubriendo algo y confíen en que esta cosa va a ser así". La exposición estaba programada para el 2006 y por circunstancias ajenas a la voluntad de todos, acordamos que fuera el 2007. Acá se reúnen los trabajos de ámsterdam del 2004, 2005 y 2006, y de París que son del 2006, 2007. Está resumido mi trabajo en que me dediqué a tiempo completo, una cosa que en Chile es difícil de hacer. Estos trabajos también tiene que ver con esa experiencia de estado de concentración, incluso también de desconcentración.
-En Chile, ¿es difícil encontrar lugares donde mostrar tus trabajos siendo una artista joven?
-Para mí no ha sido tan difícil pero tampoco es que sea fácil. De todas maneras para cualquier artista siempre pasa por hacer un proyecto, en que uno tiene que idear una estrategia de adecuación. Uno tiene que negociar lo que quiere mostrar con lo que es posible mostrar. También uno tiene que tener ese ojo de que hoy en día nadie te viene a buscar a la casa a menos de que seas un artista consagrado.
-Y en el extranjero, ¿encontraste lugares donde exponer además de las residencias?
-Yo he expuesto en las dos residencias. En ámsterdam hay una galería que afortunadamente me ha llevado a ferias y he podido también participar en ferias internacionales. Estamos planeando otra exposición con esa misma galería, pero sigue siendo como el primer paso. Si uno quiere vivir como artista o hacer carrera como artista en Chile o en el extranjero, no basta con tener dos exposiciones, ni que vendas tus obras. Ser artista significa estar en el debate, estar en diálogo con otros artistas que no están necesariamente en galerías. Más allá de la posibilidad de estar en la galería del barrio bohemio, uno se da cuenta de que hay muchas iniciativas y muchos temas que no necesariamente están presentes en trabajos sino que están más en la conversación, en la posibilidad de encontrar y hacer algo a futuro. Eso es entretenido, pero no vives de eso.
-¿Has escuchado comentarios acerca de tu trabajo?
-Bueno, la exposición de la Gabriela Mistral para mí es una sorpresa, una sorpresa en dos sentidos. Mi intención es que la gente se sorprenda porque han cambiado un montón de cosas. Yo creo que el recuerdo del último trabajo que hice eran figuras de yeso, de escala 1 a 1, donde la composición de la escena era súper importante. Ahora sigo con la misma lógica de componer escenas, pero hay un disfrute mayor en el uso de material y un trabajo que tiene que ver con buscar una escultura que me acomode para viajar, para mover mis talleres chicos y grandes y eso ha significado también trabajar otro tipo de formato, armar series, y ya no tanto recreaciones o simulaciones. Es eso, sorprender, y para mí será una sorpresa ver la reacción porque no tengo ninguna idea de nada, esto es absolutamente a ciegas.
-¿Podemos decir que hay una madurez en tu trabajo?
-Yo encuentro que hay un cambio en el sentido de que lo estoy pasando mucho mejor ahora. Mis desafíos anteriores eran producir y ver si el resultado se parecía o no a lo que yo quería, que es una manera de trabajar. Pero a mí también me parece que tenía que ver con un susto de trabajar, mucho más juzgadora de lo que estaba haciendo, como mucho más vigilante de lo que estaba haciendo. Ahora siento que me doy más permiso y que esos permisos tienen que ver con haber visto muchos trabajos, no solamente los de otros artistas, sino que haber visto muchos de mis trabajos y haber botado muchos y haber tanteado muchos límites. Hay muchos trabajos que son como poner a prueba ciertas cosas. Por ejemplo, hay trabajos que son fotografías pero que no son sólo fotografías, sino que son fotografías de cabezas armadas a partir de fotografías que eran fotografías de cabezas reales. Entonces son como idas y vueltas o giros de tornillo que van saltando de un lenguaje a otro. Así como del volumen a lo bidimensional, de lo bidimensional a la construcción o interpretación mía, de ahí vuelta a la fotografía o toma que yo hago de ese volumen con el recuadro que yo armo. En ese sentido, también está ese juego que antes no estaba. Antes era como una construcción de obra unilineal, tenía principio y fin, yo elegía el modelo, fotografiaba el modelo, construía la escena, se parecía a la foto y todo funcionaba, se cerraba el círculo. Y acá, me da la impresión de que el círculo está dislocado.
Francisca Sánchez regresará pronto a París y no tiene pasajes de regreso a Chile. Su exposición, "Fe Ciega", estará abierta al público desde el 6 de julio y hasta el 4 de agosto en la Galería Gabriela Mistral, ubicada en Alameda 1381, metro Moneda. La artista, antes de partir al extranjero, tiene contemplado realizar un encuentro con el público el próximo martes 24 de julio, a las 19 horas y en la misma galería.