En Teatro Nacional Chileno

Espectáculo de danza tailandesa deslumbra al público local

Espectáculo de danza tailandesa deslumbra al público local
La riqueza decorativa y colorido del vestuario masculino fue un elemento que llamó mucho la atención entre los asistentes.
La riqueza decorativa y colorido del vestuario masculino fue un elemento que llamó mucho la atención entre los asistentes.
La embajadora de Tailandia, Francisco Brugnoli y parte de la compañía de bailarines.
La embajadora de Tailandia, Francisco Brugnoli y parte de la compañía de bailarines.
Marioneta de Benchakaya junto a uno de los bailarines que le daban movimiento.
Marioneta de Benchakaya junto a uno de los bailarines que le daban movimiento.

Aún faltaba una hora para el inicio del espectáculo ya había una larga cola de personas esperando a que se abrieran las puertas de la Sala Antonio Varas del Teatro Nacional Chileno. Y es que no todos los días se tiene la posibilidad de presenciar una muestra de danza tradicional de una cultura milenaria y tan distinta a la nuestra. Pocos minutos antes del inicio del espectáculo el teatro ya estaba llena y más aún, un centenar de personas tuvieron que quedar fuera del recinto debido a la presencia de alrededor de 500 personas en el interior del teatro.

"Descubriendo la danza tailandesa" fue un paseo visual por los distintos tipos de bailes tradicionales del reino de Tailandia, espectáculo en el cual se le mostró al público chileno desde danzas originarias que tienen más de 400 años de existencia, hasta bailes que han sido influenciados por otras culturas distintas a la tailandesa. La riqueza decorativa del vestuario masculino, la belleza de los delicados y precisos movimientos de las bailarinas, los peinados y la música conformaban un conjunto único que a causa de su radical contraste con nuestra cultura, no podían por menos que sorprender y encantar.

Doce bailarines profesionales deleitaron al público con una danza que tiene como característica técnica la mantención del cuerpo erguido desde el cuello hasta las caderas, donde el movimiento del cuerpo completo se hace usando sólo las rodillas y respetando el ritmo propuesto por la música. En tanto, los brazos y las manos se sostienen en curvaturas de distintos niveles, y la belleza del baile depende de cómo se mantienen esas curvas y ángulos en relación a la proporción de los cuerpos completos.

Refiriéndose a este espectáculo que nació por una iniciativa de la Facultad de Artes y de la Vicerrectoría de Extensión, con el objetivo de concretar un intercambio cultural entre Tailandia y Chile, Francisco Brugnoli expresó: "estamos iniciando como país una abertura y un conocimiento de la cuenca Asia Pacífico, y en ese sentido las colaboraciones culturales pasan a ser prioritarias. No podemos intercambiar solamente productos con esos países, tenemos que conocernos como somos, y estamos haciendo varios esfuerzos en ese sentido. Creo que vamos a poder seguir en esta línea, que no sean solamente objetos materiales, sino que sea el mundo de donde provienen".

El número final del espectáculo fue una presentación de marionetas altamente realistas que sorprendió a los espectadores, los cuales quedaron maravillados cuando éstas inesperadamente bajaron del escenario y comenzaron a interactuar de manera muy lúdica con el público.

El espectáculo finalizó con la entrega de un ramo de flores, pero ya no para la embajadora –que las había recibido antes de manos de Brugnoli- sino para las marionetas de Hanuman y Benchakaya, lo que fue recibido con los aplausos y risas del público.