El pasado miércoles 20 de abril la revista científica Nature Communications publicó un artículo liderado por el alumni UChile, Alberto Ardid, donde se presenta un sistema que permitiría rastrear temblores dentro de volcanes y así predecir una erupción con hasta cuatro días de antelación.
La investigación fue liderada por el licenciado y magíster en Geofísica del Departamento de Geofísica (DGF) de la Universidad de Chile, junto a David Dempsey, Corentin Caudron y Shane Cronin, todos de la Universidad de Canterbury, en Nueva Zelanda, donde el egresado de nuestro plantel actualmente trabaja como investigador postdoctoral.
El sistema nació en 2019, luego de la erupción del volcán Whakaari, evento que generó la duda sobre si era posible predecir estos fenómenos. Desde ese momento, Ardid y su equipo se dedicaron a analizar “40 años de registros sísmicos de seis volcanes distintos: tres en Nueva Zelanda y tres en Alaska”, indica el científico.
“Ahí aplicamos machine learning y nos encontramos con que los parámetros estadísticos son comunes entre diferentes volcanes y erupciones”. Con esto, descubrieron que “existe un ciclo que aumenta su intensidad alrededor de 4 días antes de la erupción”, explicó.
Este descubrimiento permitiría pronosticar un fenómeno de este tipo con antelación. Para eso, Ardid y compañía actualmente trabajan en un estudio “que permita analizar estos datos en tiempo real, que tenga la capacidad de detectar ese patrón y después potencialmente convertirlo en una suerte de probabilidad de erupciones en el futuro”.
Volcanes en Chile
El geofísico de la Casa de Bello asegura que “siempre me han interesado los volcanes, pero nunca había tenido la oportunidad de trabajar con ellos”. “Trabajé en geisers, en Chile trabajé un año en El Tatio, pero ahora se dio esta oportunidad de trabajar con volcanes, me motivé y pudimos obtener buenos resultados”, agrega el alumni de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas.
De hecho, en la investigación que lidera ahora también está analizando volcanes chilenos como el Copahue, en la región de La Araucanía. “Ahí hemos encontrado patrones sísmicos también. Estamos tomando como un desafío trabajar nuevos volcanes en Chile”, asegura.
“En la medida que podamos incorporar más volcanes chilenos en este análisis, tendremos más certezas de la utilidad y aplicabilidad que podría tener este método en el monitoreo de volcanes en Chile”, sentencia.