Diversos temas han sido abordados en las charlas y conversatorios de la IX Semana de las Pedagogías de la Universidad de Chile, encuentro que busca potenciar el desarrollo de conocimiento pedagógico y la discusión en torno a aspectos relevantes al momento de pensar la educación dentro del aula. En este contexto, se realizaron dos actividades enfocadas en la Educación Sexual Integral (ESI) que se implementa en los colegios y cuáles son los principales conflictos a los que se enfrenta el profesorado.
Emanuel Sotelo, egresado de Pedagogía en Educación Media en Biología y Química de la Universidad de Chile y docente del Liceo Darío Salas, amplió el debate con la charla "Implementación del Taller de Educación Sexual Integral en el Liceo Darío E. Salas", ocasión en la que analizó las creencias sobre ESI del profesorado de ciencias en este liceo de Santiago, las que aseguró “tienen sesgos y están liadas a una educación sexista”.
"Tenemos un lenguaje normativo masculino para hablar de todas las personas, se vio en este trabajo que aunque haya más mujeres que hombres se habla en lenguaje masculino", explicó Sotelo, añadiendo que esto se debe a que “no saben lo que es género, no saben lo que es perspectiva de género y, finalmente, (para los profesores) el género puede ser lo mismo que orientación sexual, no saben identificar a las personas trans”.
En esta investigación, en particular, asegura el profesor Sotelo, “alguna de las creencias que tenía este profesorado estaban dentro del margen de cómo ellas y ellos fueron formados, de cómo es su vida profesional, pero también tiene que ver con el curriculum de ciencias, que está sesgado y la teoría también lo avala”.
Sotelo enfatizó la importancia de que los profesores se involucren en temáticas de ESI y actualicen sus conocimientos “porque hoy en día tenemos estudiantes que son distintas, distintos, tenemos una variedad, y el estudiantado hoy en día está requiriendo de otras cosas, no es lo mismo que vivimos en nuestra formación como estudiantes”. En esta línea, agregó, “es necesario que exista formación para el profesorado y no solamente en ESI, sino que también en educación no sexista y que cambiemos el paradigma de la educación, cambiemos la forma en que estamos relacionándonos con nuestras y nuestros estudiantes”.
¿De qué y a quiénes hablamos al enseñar sobre Educación Sexual Integral?
También en el marco de la Semana de las Pedagogías, los egresados de la Universidad de Chile, José Venegas Inostroza y Paula Droguett realizaron el conversatorio ¿De qué y a quiénes hablamos al enseñar sobre educación sexual integral?. En esta actividad, ambos profesionales abordaron la implementación, alcances y limitaciones de la Educación Sexual Integral (ESI) en las comunidades educativas.
José Venegas Inostroza, egresado de Pedagogía en Educación Media en Biología y Química de la Casa de Bello, sostuvo que la importancia de una Educación Sexual Integral radica en la gran demanda que la sociedad posee y también debido a “la necesidad que tenemos como sociedad de poder educarnos sobre estos temas”. En este sentido, indicó que el principal objetivo de la ESI va “más allá de poder estar preparados ante las situaciones de nuestra vida, sino que también de poder aprender de nosotros, en el sentido de poder entendernos y también entender a los otros”.
¿Cuál es el rol que tienen las escuelas en la educación sexual? Sobre este punto, el profesor José Venegas explicó que “nosotros, como seres sexuados, nos desenvolvemos en estos espacios, por lo tanto, la escuela, como uno de los primeros espacios de socialización, debería poder hacerse cargo de ellos y poder entregarnos herramientas para poder desenvolvernos como actores sociales”.
Una de las principales limitaciones al momento de educar es el entorno, más allá de los propios alumnas y alumnos, explica José Venegas, quien añade que “estamos acostumbrados a que haya varios frentes, varias posturas o nos vemos como si el profesorado, la academia, estuvieran en otro lugar donde no están los papás. Y los que trabajamos en Educación Sexual Integral, investigando y haciendo clases, nos damos cuenta que eso tampoco es tan así y también tenemos que entender que muchos de quienes son papás o mayores a uno, les enseñaron una educación sexual que era distinta, con otra moral, o no había, por ejemplo, programas de educación sexual durante la dictadura”.
Por lo mismo, afirmó, "tenemos que enfrentarnos, como docentes, como escuela y como sociedad, a que hay desinformación y, por lo tanto, una de las labores que tenemos como profesorado y también la Universidad es poder dar esos espacios para poder informarnos sobre Educación Sexual Integral, entender que no estamos en frentes distintos, sino que todos queremos lo mejor para nuestros estudiantes, hijos, hijas o pupilos. Y claro, hay tanta desinformación que a veces se tiende a mal interpretar los objetivos que tiene la educación sexual, que quiere sexualizar a los niños, etc. y tienden a malinterpretar el gran objetivo que es educar en sexualidad y afectividad”.
Venegas añadió que uno de los primeros pasos para avanzar en Educación Sexual Integral, porque aclara que lo que existe no es integral, es “abrir los espacios de diálogo, abrirnos a esas conversaciones porque la ESI no es algo que se quiera imponer, sino que también se necesita, es una demanda social”.