El cambio climático es un fenómeno que afecta al mundo en diferentes áreas y escalas de acuerdo a cada territorio, siendo una crisis que afectará a la población de todos los países dentro de los próximos años. Por ello, la Fundación Real del Duque y la Duquesa de Cambridge de Reino Unido, pretende convertir el pesimismo actual que envuelve los ámbitos medioambientales en innovación, destacando la capacidad e ingenio humano para cambiar e inspirar la acción colectiva.
En este contexto, la académica del Departamento de Ciencias Ecológicas de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, Alejandra González Vásquez, fue nominada al premio. La profesora es la única investigadora nacional en ser postulada a la condecoración en medio ambiente más prestigiosa del mundo, gracias a su trabajo en macroalgas quiméricas para el mejoramiento del bienestar de los océanos.
La investigación busca abordar el bienestar de los océanos, como uno de los temas medioambientales más presentes de manera internacional. Se trata de la restauración de los bosques intermareales de las macroalgas pardas Lessonia spicata y Lessonia berteroana, con soluciones basadas en la naturaleza.
Este tipo de algas se encuentra presente en gran parte del borde costero chileno y produce enormes beneficios para variadas especies, tales como la generación de oxígeno y materia orgánica que crea un hábitat adecuado para numerosos animales marinos.
A su vez, estas especies de algas otorgan bienestar a la población humana debido a su aporte en la mitigación de polución del cambio climático dado a la utilización de nitratos, fosfatos y dióxido de carbono, para su existencia. Por otra parte, sus grandes tamaños reducen el embate del oleaje, generando un rompe-olas natural que evita el deterioro de las infraestructuras cercanas a la costa.
Sin embargo, sus tejidos están formados por una sustancia química, que posee gran valor económico debido a su uso masivo en gran parte de los productos cosméticos, alimenticios y farmacéuticos, entre otros.
Sus variadas aplicaciones han generado una alta demanda que ha llevado a que Chile sea uno de los principales países exportadores de alga seca o molida. “Dada esta enorme demanda, la especie Lessonia se encuentra en peligro ya que presenta reducciones del tamaño poblacional, flujo genético y diversidad genética, impidiendo la recuperación natural de las poblaciones con riesgos de extinción”, afirmó la profesora González.
De esta forma, la investigación propone la fusión de las macroalgas pardas Lessonia spicata y Lessonia berteroana para reparar la composición del océano a través de sus características. Este trabajo desarrollado en costas chilenas a escala piloto, se encuentra seleccionado para representar al país en las nominaciones del Premio Earthshot 2022 debido a su posible impacto a nivel mundial, para su posible premiación fines de este año entre los diversos estudios nominados.
Soluciones basadas en la naturaleza
Ante el escenario de riesgo al que se enfrentan las algas, el trabajo liderado por la Académica Alejandra González es de suma importancia, pues busca una solución a un problema global con un carácter transdisciplinario que hace confluir los saberes de distintas instituciones y miembros de la sociedad. A su vez, la iniciativa busca restaurar los bosques intermareales fusiones de estas especies de algas mediante un trabajo colaborativo.
Para González, “es una nominación de gran importancia dado que es un trabajo pionero a nivel latinoamericano, que podría ser escalable a nivel mundial, teniendo un gran potencial para el bienestar de los océanos dado que es una temática que se encuentra en la agenda actual de variados países ante sus compromisos a futuro”.
La investigación consiste en la fusión de estos dos tipos de alga, lo que genera una versión “quimérica” que se caracteriza por variados beneficios. Luego de la mezcla, la nueva alga adquiere mayor tamaño, permitiendo una mayor disponibilidad de habitat para especies invertebradas, una mayor capacidad de resistencia frente a otras herbívoras y una mayor adaptabilidad a la complejidad de ambientes marinos.
“Pretendemos enfrentar el problema actual, generando impacto en la sociedad y comunidad, así como conseguir la sinergia necesaria, con perspectiva de género, que enfrente los efectos del cambio climático de manera amigable con el ambiente, sin descuidar en bienestar de las comunidades de pescadores de las zonas”, afirmó la investigadora.
Debido a la gran superficie de mar que posee Chile, la académica llamó a aprovechar las ventajas que se pueden obtener de este elemento natural, pero también a ser conscientes de la dependencia económica, social y cultural, que se puede generar a partir de los impactos provocados en los océanos a raíz del cambio climático. González aseguro que “estas grandes extensiones de fondos marinos, marismas y bosques de algas, podrían convertirse en una ventaja, ya que secuestran entre 7-21 veces más CO2 que bosques terrestres, permitiendo reducir emisiones de gases de efecto invernadero”.
A su vez concluyó, “nuestra solución basada en la naturaleza pretende, a futuro, generar beneficios ecológicos al mejorar la resiliencia de estos bosques, permitiendo una mejor adaptación al cambio climático y la mantención de la biodiversidad que la habita, así como la captura del CO2 y la posibilidad de nuevos mercados, como lo es el carbono azul”.
El proyecto está conformado por una gran variedad de profesionales, tales como Milen Duarte de la Uchile, Fadia Tala, Julio Vásquez y Marcelo Olivares de la U. Católica del Norte y Paula Miranda, integrante de Acuaim Biobusiness and Research Spa. Por el lado financiero, se recibió el aporte FONDEF20I10167 de la Fundación Packard, y de entidades publicas y privadas asociadas, como lo es la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, The Nature Conservancy, Fundación Punta de Lobos, Acuaim Biobusiness and Research Spa, Fundación Flores y el Comercializador MGOS EIRL.Por último, la investigación contó con el aporte de cuatro asociaciones de pescadores artesanales agrupados en AMERBS, lideradas por su preseidente Mariano Palacios de Punta Frodden, Raul Julio de Totoralillo Norte, Susana Galleguillos de Mineral de Talca y Roberto Collado de Chigualoco.