En el Aula Magna de la Facultad de Economía y Negocios se llevó a cabo el primer encuentro por campus del Programa Diálogos Intergeneracionales, instancia que busca abordar la convivencia universitaria y el sentido de comunidad de manera triestamental por medio de la conversación y el conocimiento de experiencias compartidas de todos los integrantes de la Universidad de Chile.
Organizado por la Dirección de Asuntos Comunitarios (DAC) y en colaboración con las distintas Direcciones de Asuntos Estudiantiles de las cuatro facultades que componen el Campus Andrés Bello, la instancia invitó a sus participantes a dialogar sobre seis dimensiones centrales: identidad, participación, ocio y tiempo libre, entendimiento y creación, protección y cuidados, y afectos.
La actividad comenzó con una presentación a la plenaria del Programa, la que estuvo encabezada por el director de Asuntos Comunitarios, José Miguel Labrín, quien abordó los objetivos centrales del proyecto: "Uno de los elementos que queremos relevar como Dirección es la pregunta por la convivencia, y ésta habitualmente se da dentro de la perspectiva de la tensión y del conflicto. Nosotros queremos mirarla desde otro lugar, desde un lugar propositivo, desde el lugar de la memoria y el diálogo, y también desde los distintos lugares que habitan la Universidad, porque pensamos que la construcción de comunidad en nuestra casa de estudios parte por el encuentro, conversando sobre el sentido de quiénes somos y cómo participamos de este espacio".
Tras la presentación de un video recopilatorio de experiencias de estudiantes, académiques y funcionaries, la jefa de Desarrollo Comunitarios de DAC, Leyla Hauva, invitó a los diálogos por grupos, recalcando que "como dirección creemos que como comunidad UChile debemos entender que los malestares y bienestares son parte de nuestro día a día, por eso en este trabajo ponemos en un lugar protagónico el diálogo, haciendo memoria de que todas las experiencias enriquecedoras que nos marcan en el paso por la Universidad y compartirlas sólo nos acerca a construir una mejor comunidad".
Tras distintas conversaciones previas con las Direcciones de Asuntos Estudiantiles, la metodología se adaptó para la realidad y contexto del territorio, y contó con una serie de preguntas guías para identificar los aspectos positivos, los desafíos y las proyecciones que tiene el Campus Andrés Bello.
Para Pilar Calderón, directora de Asuntos Estudiantiles de la Facultad de Economía y Negocios, se debe reconocer el valor que tiene la ubicación del campus, la que permite observar cómo transcurre la historia de nuestro país, una mirada que tiene el potencial de las distintas disciplinas que conviven en este espacio: "Es un valor armar un Campus Andrés Bello con los símbolos y con los hitos que tenemos. Creo que hay un trabajo de construcción de memoria de este campus que está mirando transdisciplinariamente este devenir y que tiene que ver también con estudiantes, profesores y funcionarios diversos que quieren construir un elemento común, que es cómo nos sentamos a mirar lo que pasa en este territorio".
Por su parte, la académica de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Rebeca Silva, quien también es Senadora Universitaria y que participó en el grupo de protección y cuidados, agregó que "estas instancias nos permiten, además, un diálogo interestamental y creo que eso es fundamental para ver hacia dónde queremos ir, y una de las conclusiones de hoy día de nuestro grupo tiene que ver con que la Universidad de Chile tiene que encontrar una posicionalidad que incluya el enfoque de derechos. Necesitamos pisos mínimos para poder compartir, para poder efectivamente encontrarnos desde ese enfoque de derechos, reconociéndonos como iguales y ese es un gran desafío incluso para la sociedad en su conjunto".
La actividad concluyó con una plenaria en las que los distintos grupos expusieron sus principales conclusiones, destacando la dificultad de identificarse como Campus Andrés Bello debido a que las facultades están ubicadas en diferentes espacios de la ciudad de Santiago, así cómo también el valor que tiene la composición social de la Universidad y su rol público.
Juan Pablo Cruz, estudiante de segundo año de ciencia política y que expusó el análisis realizado por el grupo de ocio y tiempo libre, contó cómo ha vivido estos dos años siendo parte de la comunidad UChile: "Entrar a la universidad fue una experiencia muy trascendental para mí, porque la experiencia virtual fue muy enajenante y difícil de llevar, pero gracias a la presencialidad eso ha cambiado y ha valido completamente la pena, ya que ha sido un encuentro plenamente fraterno, lo que demuestra que es nuestra propia voluntad de socializar lo que nos permite generar la riqueza humana de esta institución".
Finalmente, Chiara Consigliere, estudiante de quinto año de arquitectura, quien participó del grupo de afectos, agradeció el espacio: "Estoy muy contenta y creo que fue una muy bonita actividad. Creo que esta Dirección va a ser un aporte porque creo que va abrir un espacio que a mi parecer lamentablemente otras instancias han tenido que suplir. Porque como comentaba en el grupo las movilizaciones estudiantiles a veces no solamente se arman como una herramienta de presión sino que también vienen a suplir espacios de encuentro y de conversación y que a mi parecer son de los espacios más valorables de la Universidad de Chile, más allá del libro y de la clase como es mi caso como estudiante. Creo que este trabajo será un tremendo aporte".