El Ministerio de Educación (Mineduc) define en su sitio web a la Educación Técnico Profesional como una educación que “les da a los estudiantes la oportunidad de descubrir mejor sus talentos. Como es un tipo de formación más flexible y modular, les permite ir adecuándose a los cambios que traen las nuevas tecnologías y nuevas formas de trabajo”. La Educación Media Técnico Profesional (EMTP), en particular, abarca al 37% total de los estudiantes de tercero y cuarto medio de todo el país. Por otra parte, en 2022, la EMPT representa a más del 50% de la matrícula de primer año en carreras universitarias de pregrado.
Hoy, existen 934 liceos técnicos profesionales con más de 155 mil matrículas. De este universo, un 46% estudia en un establecimiento público, donde un 52% del alumnado son hombres y el otro 48% mujeres. En este tipo de establecimientos, actualmente se imparten 35 especialidades con 17 menciones, que involucran alrededor de 6.500 docentes. En este sentido, la Educación Técnico Profesional, en su concepción global, hoy es protagonista, pues comprende un universo de más de un millón de jóvenes y adultos, que se dividen en profesionales, directivos, alumnos, docentes y asistentes. Según datos del Mineduc, a los 934 liceos de enseñanza media, se suman 86 Centros de Educación Integrada de Adultos y Liceos con tercera jornada para adultos, 42 Centros de Formación Técnica, 39 Institutos Profesionales, 3.239 Organismos Técnicos de Capacitación y 30 Centros de Evaluación y Certificación de Competencias Laborales.
Estos números hablan por sí solos de la importancia que ha ido tomando la formación técnico-profesional. Sin embargo, pese a este crecimiento, aún tiene un problema fundamental que mejorar. En 2019, un estudio del Centro de Políticas Públicas, en conjunto con el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas, estipuló que un 58% de los docentes de la EMTP carece de título pedagógico, cifra que según el propio Mineduc ha ido en aumento. Esta situación ha sido propiciada por el decreto 352 del Ministerio de Educación, que autoriza a profesionales, sin ser profesores, ejercer la docencia por escasez o por una especialidad afín al marco curricular técnico profesional.
Sin duda, resulta alarmante que más de la mitad de los docentes de este segmento formativo no cuenten con especialización pedagógica. No obstante, en 2021, mientras se hablaba de la derogación del artículo 46 letra G del decreto, fue el subdirector ejecutivo de Elige Educar, Juan Facundo Díaz, quien defendió la continuidad de esta normativa, ya que “en diferentes zonas y especialidades, hay más dificultades para encontrar profesores, por ejemplo, de física o química. En ocasiones, sí están los docentes, pero ellos no están dispuestos a trabajar en sectores de mayor vulnerabilidad. Mientras esto continúe, se deben buscar mecanismos para que los profesionales, certificando ciertas competencias pedagógicas, puedan impartir clases. Eso, entendido en un plazo determinado y con una formalización de su formación pedagógica en el futuro”.
Desafíos urgentes en formación pedagógica
Este problema fue el foco del conversatorio “Desafíos para el desarrollo profesional docente en la educación técnico profesional”, organizado por el Centro de Estudio Saberes Docentes de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile. En este espacio, Cristian Lincovil, secretario ejecutivo Mineduc de la Educación Media Técnica Profesional, aseguró que “desde el Mineduc retomaremos, en conjunto al CPEIP (Centro de Perfeccionamiento, Innovación y Experimentación Pedagógica), los postítulos en formación docente”. En esta línea, añadió, “vamos a continuar y profundizar el desarrollo de instancias de actualización técnica específica en las que se requiere más apoyo”.
También planteó que se fomentará la existencia de programas y postítulos para los profesionales que se dedican a la docencia técnico-profesional, y recalcó que el nuevo modelo de desarrollo del programa de Gobierno le dará más importancia a la educación en este ámbito. "Se centrará en el bienestar de las personas, comunidades y territorios no solo para el presente, sino que para el futuro, con mención en el cambio climático, demandas por justicia y el rol de género”.
Esta es otra de las problemáticas en torno a la EMTP, puesto que -según el estudio “Producción de diferencias de género en la educación media técnico profesional”- un 62% de las estudiantes consultadas dijo prever que debían esforzarse más que sus pares masculinos egresados desde las mismas especialidades. Asimismo, un 30% creía que terminaría realizando tareas distintas y de poco valor en el rubro estudiado, y un 43% percibía que las mujeres no son bien vistas en empresas del área industrial. Todo esto demuestra por qué solo el 19% del total de las estudiantes de tercero y cuarto medio se inclina por especialidades como mecánica, electricidad y tecnología de la información.
Su propia experiencia
Sergio Rojas, coordinador del área Técnico Profesional del Colegio Polivalente Don Orione y profesor de Duoc UC, hace hincapié en que “existe un alto número de especialistas que se dedican a la docencia sin poseer formación pedagógica, lo que acarrea una serie de limitaciones en los procesos de enseñanza, específicamente en lo que refiere a metodología, modelos de adecuación y planificación, estrategias de aula y evaluación, entre otros”.
En su caso particular, agradece haber estudiado pedagogía en Educación Técnico Profesional en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE). “Me permitió adquirir habilidades acordes a mi función. Un profesional de un área específica que se integra al sistema educativo debiera participar de un período de inducción en relación a metodología y evaluación, así como aspectos propios de la identidad y proyecto educativo”, sostiene.
Al preguntarle por los aspectos a mejorar y la importancia de la EMTP, es claro: “Uno de los aspectos que considero relevante en la formación técnico-profesional se relaciona con la posibilidad de dar continuidad en educación superior. Establecer la obligatoriedad de formación pedagógica en los primeros dos años de ejercicio docente, invertir en recursos, en la actualización de máquinas y herramientas para la formación de los estudiantes”.
Por último, plantea que “siempre la educación técnico-profesional se ha considerado el puente para generar oportunidades profesionales y laborales, en especial en aquellos y aquellas jóvenes que carecen de oportunidades económicas para una continuidad educativa en educación superior, por lo que debiera ser tratado como parte de los ejes fundamentales para erradicar la segregación y desigualdad social. De ahí la importancia de no relevarla a segundo plano”.
Postítulo en Pedagogía para Profesionales y Técnicos de Nivel Superior
Pablo González, subdirector del Centro de Estudios Saberes Docentes, es el coordinador del Postítulo que realizará la Casa de Bello para aquellos docentes que quieran una especialización pedagógica altamente calificada en torno a su campo de quehacer. Al respecto, menciona que “el postítulo está orientado a la formación pedagógica de profesionales y técnicos de nivel superior que se desempañan como docentes en alguna de las especialidades de la Formación Diferenciada en la EMTP. Para acceder, deben acreditar su formación profesional y/o técnica de nivel superior”.
Frente a los problemas de la EMTP, especialmente en la falta de formación pedagógica de sus docentes, señala que esta "debe responder a las necesidades e inquietudes de las y los estudiantes. Desde hace años enfrenta un conjunto variado de desafíos. Entre estos se encuentra, desde el punto de vista de la docencia, el desarrollo y fortalecimiento de capacidades profesionales vinculadas a un currículum de formación por competencias, como es el currículum técnico-profesional”.
“Entonces, la formación pedagógica de las y los docentes de la Formación Diferenciada de la EMTP, junto con ampliarse al universo de docentes que ejercen en ella, debe además centrarse en una formación pedagógica y en el desarrollo de una didáctica que permita efectivamente la realización de dicho enfoque formativo, a objeto de preparar de mejor manera a las y los estudiantes para el mundo del trabajo y para la continuación de estudios en educación superior”.