Historia

El rol de las tecnologías en el proceso de selección universitaria

El rol de las tecnologías en el proceso de selección universitaria
El computador UNIVac pesaba cientos de kilos, estaba instalado en la “Oficina de Selección de Alumnos” y demoró días en procesar los resultados.
El computador UNIVac pesaba cientos de kilos, estaba instalado en la “Oficina de Selección de Alumnos” y demoró días en procesar los resultados.
Juan Álvarez, profesor del Departamento de Ciencias de la Computación de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile.
Juan Álvarez, profesor del Departamento de Ciencias de la Computación de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile.

El volumen de la revista Anales de la Universidad de Chile del año 1967 tiene entre sus páginas un variado despliegue de contenidos: poemas de Luis Oyarzún, imágenes del barroco andino a cargo del fotógrafo Roberto Montandón, una revisión crítica sobre la dramaturgia de Luis Alberto Heiremans, entre otros. Tan diverso como el quehacer de cada año en el plantel, a meses de iniciar la discusión de la reforma universitaria. Año de cambios también para el mecanismo de selección universitaria, con el primer periodo de admisión que utilizó la tecnología computacional. 

El aparato encargado de revisar los resultados de los 30.763 inscritos para por entonces Prueba de Aptitud Académica de 1967 fue un computador UNIVac con una memoria de no más de 8 kb; muy distante a las tecnologías actualmente disponibles, como los supercomputadores Leftraru y Guacolda, alojados en el Laboratorio Nacional de Computación de Alto Rendimiento (NLHPC), los cuales poseen capacidad para calcular el equivalente a 25 mil notebooks conectados. 

El computador UNIVac pesaba cientos de kilos, estaba instalado en la “Oficina de Selección de Alumnos” y demoró días en procesar los resultados.  Hoy los sistemas son diferentes: escalables, modulares, elásticos, flexibles, trabajan en la nube y permiten administrarla demanda de casi 320 mil postulantes cada año. 

Juan Álvarez, profesor del Departamento de Ciencias de la Computación de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, recuerda las tarjetas en las cuáles debían escribirse las respuestas a las preguntas de la Prueba de Aptitud Académica. “Sólo sabíamos que las respuestas iban a ser procesadas por un computador y eso garantizaba objetividad”, recuerda el académico.

Para esta primera prueba de revisión automatizada, las 8 universidades que participaban del sistema ofrecieron 21.083 cupos para 29.678 postulantes. Muy distante a las cifras de esta admisión: en 2024 los 286.240 aspirantes a la educación superior deben elegir entre 45 universidades adscritas al sistema, las que ofrecen más de 112 mil cupos en más de 2.340 carreras.

El rol de la U. de Chile en el sitema de admisión 

La Vicerrectoría de Tecnologías de la Información (VTI) de la Universidad de Chile es la encargada de operar y mantener el software de gestión del proceso. “En la VTI trabajamos para que el sistema de selección universitaria se desarrolle de forma eficiente y eficaz. Es un trabajo continuo que parte en marzo con la planificación del año y termina en enero cuando se entregan los resultados de las postulaciones y los nuevos estudiantes se matriculan en las carreras que eligieron durante el proceso", comenta el vicerrector, José Correa.

Leonor Varas, doctora en Ciencias de la Ingeniería y directora del Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (DEMRE), destaca que “para apreciar la ventaja de este sistema centralizado, basta imaginar cómo sería la admisión universitaria en ausencia de este procedimiento, con postulaciones directas a cada carrera, con diversos procesos de selección, en distintas ciudades. Es más, la asignación de vacantes se realiza mediante un procedimiento extraordinariamente eficiente (un algoritmo del tipo Gale-Shapley), que garantiza que cada postulante resulta seleccionado en su mejor opción, de acuerdo a sus resultados académicos ponderados según las preferencias de cada carrera”.

Para la directora, el proceso de admisión universitaria es eficiente, transparente y objetivo. “No sólo disminuyen los gastos en desplazamientos, sino que también baja los costos de múltiples procesos de selección y de tiempo porque permite postular a 20 carreras distintas, en cualquier parte de Chile, desde un computador o teléfono conectado a Internet”. 

Y considerando que el sistema se basa en un algoritmo eficiente, agrega la directora Varas “esta forma de asignación centralizada de las vacantes, también aporta a que nuestro sistema universitario sea menos segregado que el sistema escolar, con universidades cuyos estudiantes son más diversos, lo que a su vez contribuye a generar mejores condiciones para la cohesión social”.

El mecanismo de asignación de vacantes no sería posible sin las computadoras. “Todo el proceso se sostiene en la tecnología. Desde las plataformas que permiten inscribirse para rendir pruebas o postular a carreras, hasta la tecnología utilizada para la asignación de vacantes y los análisis psicométricos de las respuestas a través de los cuales se calcularán los puntajes en las PAES”, cierra la directora del DEMRE.