“Diálogo y convivencia en la construcción y desarrollo de comunidades universitarias”, fue el título de la postulación presentada por el equipo de la Unidad de Desarrollo Comunitario para participar en el VII Congreso de la Asociación Latinoamericana de Antropología (ALA), realizado en marzo pasado en la ciudad de Rosario, Argentina.
La Unidad estuvo representada por Alonso Laborda, antropólogo de la Dirección de Asuntos Comunitarios, quien explicó que desde hace poco menos de una década distintas universidades de América Latina y España han debido abordar desde otras miradas el tema de la convivencia y las diferentes formas de violencia, los que se vieron agudizados tras la pandemia, “por lo que se ha hecho urgente generar y proponer nuevos abordajes y cuestionamientos a las políticas universitarias existentes, así como a su implementación”.
Es ahí donde se destaca el Programa Diálogos Intergeneracionales de la Universidad de Chile, espacio que busca el encuentro y la reflexión comunitaria sobre experiencias significativas de la vida universitaria de estudiantes, académiques y funcionaries, relevando el patrimonio social e inmaterial de cada espacio para contribuir al desarrollo humano integral a través de la valoración de las memorias, desafíos actuales y sueños de cada territorio.
El proyecto, que se realiza en un trabajo conjunto con las facultades de cada campus, aborda seis dimensiones: participación, tiempo libre, entendimiento, protección y cuidado, afectos, e identidad; y tras su aplicación en “grupos focales adaptados”, se analizan los resultados para entregar una devolución cualitativa que permita el reconocimiento de fortalezas y debilidades en la convivencia y vida universitaria de cada territorio.
“Como mencioné en la presentación, este proyecto, desde una mirada antropológica, busca comprender a las comunidades y repensar su convivencia en los diferentes contextos universitarios, poniendo atención en cómo la Universidad es cohabitada desde la diversidad, la desigualdad y la diferencia de quienes estudian, trabajan e investigan en nuestra institución, considerando como elementos claves el género, la memoria colectiva, la cotidianeidad, además de temáticas emergentes y claves como la salud mental”, comentó Alonso Laborda.
En la instancia se presentaron parte de los resultados que se han obtenido en las experiencias de aplicación hasta ahora realizadas: Campus Andres Bello, Campus Sur y Campus Beauchef, quedando pendientes Eloísa Díaz y Juan Gómez Millas, las que se realizarán durante este 2024.
“Principalmente, de manera general y preliminar podemos decir que es difícil hablar de comunidad universitaria en mayúsculas, por así decirlo, porque la lejanía de los espacios hace compleja esta posibilidad, pero a su vez es algo en lo se trabaja constantemente, porque si se reconocen comunidades más pequeñas: de cierta manera existen comunidades reales más atomizadas y una comunidad imaginaria más amplia. Por Campus podemos decir que en algunos hay una construcción de identidad más clara que en otros y que en todos hay deseos de participación pero o falta tiempo o faltan espacios, siendo la principal barrera la sobrecarga laboral y académica”.
Para Leyla Hauva, jefa de Desarrollo Comunitario, esta presentación muestra la importancia de instancias transversales que pongan el foco en la convivencia de la comunidad, “sobretodo de esta comunidad UChile que es tan diversa y tan fragmentada territorialmente. Los resultados parciales que tenemos de los Diálogos ya ejecutados, nos dan cuenta de un sentido de pertenencia e idiosincrasia muy propia de esta Universidad, y que constituye uno de los principales valores, los que, en concordancia con la idea de que el diálogo es una herramienta para la transformación, nos permite proyectar el programa Diálogos Intergeneracionales como un mecanismo que aporte en la construcción dinámica de la comunidad”.