La última década en Chile ha estado marcada por el aumento de los flujos migratorios mixtos, debido al contexto latinoamericano local. La denominada migración sur-sur ha sido la tónica que ha vivido nuestro país, el cual se ha convertido en refugio de migrantes de distintas partes del continente. Según los datos obtenidos por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en el año 2017, los países de origen de quienes migran a Chile son: Venezuela, con el 30,5%; Perú, con el 15,8%; Haití, con el 12,5%; Colombia, con el 10,8%; y Bolivia, con el 8%.
Un dato relevante es que la mayoría de quienes emigran tienen una edad entre 20 y 44 años. Este antecedente es fundamental, puesto que refleja el perfil de la población migrante, la cual se caracteriza por ser joven y donde muchas veces migra el grupo familiar completo, lo cual incluye a niños, niñas y adolescentes (NNA). Según la Defensoría de la Niñez, para el 2023 los NNA migrantes representaban un 6,7% del total de la población de NNA en el país. Un factor clave para su inserción es la educación, por lo que no solo el Estado debe asumir un rol fundamental, sino también todos aquellos agentes que intervienen en el proceso educativo.
El Programa de Acceso a la Educación Superior (PACE), acompaña a estudiantes de liceos públicos en sus dos últimos años de educación media y promueve el ingreso a la educación superior mediante cupos (habilitación) en las universidades adscritas al programa, buscando, así, restituir este derecho. Además, también acompaña a las y los estudiantes durante los dos primeros años en la universidad (utilizando el cupo PACE), a fin de facilitar su permanencia en el sistema de educación superior.
En el contexto del fenómeno sociohistórico, marcado por las distintas olas migratorias, sin duda uno de los desafíos más recientes para las universidades PACE es cómo acompañar de manera efectiva al estudiantado migrante. Este grupo, en particular, se ve enfrentado a diversas barreras, durante el período de transición a una trayectoria postsecundaria. Una de ellas es el acceso a los beneficios estudiantiles del Estado, para financiar la educación superior. Por ejemplo, en el caso de la gratuidad, además del requisito socioeconómico habitual, se les exige la residencia definitiva o la residencia temporal, más la condición de haber cursado la enseñanza media completa en Chile. En ambos casos, muchas veces esto es absolutamente inaccesible, a pesar de los esfuerzos que las familias o cada estudiante realice.
De acuerdo con el Reporte N°2 DIVIA del Ministerio de Educación, para el 2021 en la Región Metropolitana, el 13,5% de la totalidad de estudiantes habilitados/as PACE correspondía a estudiantes de otras nacionalidades; para el mismo año, en el caso de la Región de Valparaíso, correspondía al 4,5%; para la Región de O’Higgins, al 2,7%; y para la Región del Maule, al 1,7%. Si bien estos datos corresponden al 2021, se comprende que por el comportamiento que se ha presentado desde el 2016 en adelante en toda la región de América Latina y el Caribe, y específicamente en Chile, el porcentaje de estudiantes migrantes habilitados/as PACE seguirá incrementándose, en relación con el aumento de NNA migrantes en nuestro país.
Como respuesta a la necesidad de acompañamiento efectivo a estudiantes migrantes en los procesos relacionados con acceso y financiamiento en educación superior, en septiembre del año 2023 nace la Red PACE de Apoyo a Estudiantes Migrantes de la Macrozona Centro. A esta iniciativa fueron convocadas las universidades PACE de las cuatro regiones de esta macrozona:
1. Región de Valparaíso: Universidad de Valparaíso, Universidad de Playa Ancha, Universidad Técnica Federico Santa María y Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
2. Región Metropolitana: Universidad Alberto Hurtado, Universidad de Santiago de Chile, Universidad Católica Silva Henríquez, Universidad Tecnológica Metropolitana, Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, Universidad Técnica Federico Santa María, Pontificia Universidad Católica de Chile y Universidad de Chile.
3. Región de O’Higgins: Universidad de O’Higgins.
4. Región del Maule: Universidad de Talca y Universidad Católica del Maule.
El principal objetivo de esta Red es generar instancias que faciliten la regularización de la situación migratoria y académica. Asimismo, esta red se instaura como una iniciativa de articulación y colaboración entre universidades, para intercambiar información y buenas prácticas metodológicas, que puedan ser beneficiosas para el acompañamiento de estudiantes migrantes pertenecientes a liceos PACE de la Macrozona Centro.
Como resultado en su primer año de funcionamiento, la Red ha conseguido articular efectivamente a 14 universidades PACE, lo que representa el 100% de participación del total de instituciones de la Macrozona Centro y corresponde al 48,2% de las universidades PACE a nivel nacional (29 en todo el país). Esto ha facilitado las comunicaciones tanto con el Servicio Nacional de Migraciones (SERMIG) como con el Ministerio de Educación (MINEDUC), lo que ha generado un acceso oportuno a información relevante para un acompañamiento efectivo de las y los estudiantes secundarios pertenecientes al programa.
Una de las metas de la Red PACE de Apoyo a Estudiantes Migrantes de la Macrozona Centro es ampliar su cobertura a nivel nacional, considerando las características específicas de cada macrozona, así como sus respectivas necesidades y prioridades. Igualmente, se espera llegar a otros grupos diversos de estudiantes, así como generar documentos orientadores, que puedan ser socializados y faciliten el quehacer de los liceos PACE acompañados.
Además de los avances logrados y las metas propuestas, quienes formamos parte de los equipos profesionales PACE, sabemos que tenemos un desafío mayor: la restitución de derechos, la igualdad de oportunidades y la superación de aquellas barreras que truncan el sueño de las y los estudiantes migrantes de poder ingresar a la educación superior.