Día Nacional de la Memoria y Educación sobre Desastres Socio-Naturales

Valdivia 1960: Las lecciones dejadas por el mayor terremoto del que se tenga registro en el mundo

Día Nacional de la Memoria y Educación sobre Desastres SocioNaturales
Terremoto
Este 22 de mayo se conmemora el «Día Nacional de la Memoria y Educación sobre Desastres Socionaturales», fecha que recuerda el terremoto de Valdivia de 1960.
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"Tener redes de apoyo con los vecinos y familias es un factor clave de autocuidado y apoyo mutuo, que nos ayuda a mantener el bienestar en momentos de disrupción de nuestra cotidianidad", plantea la profesora Carmen Paz Castro.
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"La memoria es la base para comprender el riesgo de desastres, ya que estos no son producto solamente de las condiciones de vulnerabilidad y amenazas actuales, sino que los factores causales se van construyendo a lo largo de la historia", agrega la académica.
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"La práctica y permanente interacción con instancias que promuevan la memoria colectiva es reconocida como una capacidad adaptativa que favorece la comprensión de nuestro contexto de riesgo, complejo y dinámico", destaca la investigadora Natalia Silva.

En el terremoto de Valdivia 2 millones de personas resultaron afectadas y casi 2.000 perdieron la vida, hecho que cada 22 de mayo se conmemora en el «Día Nacional de la Memoria y Educación sobre Desastres Socionaturales». De esta manera, la fecha busca relevar el papel crucial de la educación en la promoción de la memoria y aprendizaje social ante los desastres y la gestión de los riesgos. El año 2022 se conmemoró por primera vez este día creado mediante la Ley 21.454. La normativa establece que durante esta jornada los establecimientos educacionales públicos y privados del país efectúen un minuto de silencio a las 15:11 horas, momento que inició el terremoto de 1960, buscando generar así una reflexión en torno a la prevención ante los desastres.

Para Carmen Paz Castro, académica del Departamento de Geografía de la Universidad de Chile, PhD en Medio Ambiente y Planificación Territorial de la Universidad de Zaragoza, y actual coordinadora académica del Magíster en Gestión Territorial del Riesgo de Desastres de la U. de Chile, “la preparación ante el riesgo de desastres es esencial para que cuando ocurra una emergencia, la afectación en la población, en lo económico y en lo medio ambiental, sea mínimo. Reducir el riesgo es una tarea de todos los actores y sectores de la sociedad, no sólo una responsabilidad del Estado ni menos de un gobierno. Es relevante aceptar que vivimos en áreas de riesgo, expuestos a diferentes amenazas a lo largo del territorio. Por ello, tener redes de apoyo con los vecinos y familias es un factor clave de autocuidado y apoyo mutuo, que nos ayuda a mantener el bienestar en momentos de disrupción de nuestra cotidianidad”.

En esa línea, la profesora Carmen Paz Castro agrega que “el terremoto de 2010 generó un impacto tan grande en el país que se transformó en un hito que permitió avanzar con fuerza, desde el foco en el manejo de la emergencia, hacia la gestión del riesgo con un enfoque preventivo”.

Asimismo, Castro, quien también es coordinadora del Magíster, señala que "la memoria es la base para comprender el riesgo de desastres, ya que estos no son producto solamente de las condiciones de vulnerabilidad y amenazas actuales, sino que los factores causales se van construyendo a lo largo de la historia. Es algo que debemos destacar porque a veces se piensa que el riesgo es una fotografía del paisaje actual, pero, en realidad, es una acumulación de situaciones de susceptibilidades a las distintas amenazas con que convivimos".

Por su parte, Natalia Silva, investigadora de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo y coordinadora de Vinculación con el Medio de CITRID, indica que tras la ocurrencia de desastres se han generado iniciativas impulsadas por organizaciones de la sociedad civil que cuentan con apoyo de diferentes organismos públicos y también privados, y que, mediante hitos, tanto simbólicos como materiales, contribuyen a significar el evento catastrófico ocurrido; por un lado, rindiendo tributo a quiénes perdieron la vida y también, con el objeto de preservar la memoria colectiva. Así también, en el reciente plan de reconstrucción, con ocasión de los incendios forestales de la Región de Valparaíso, se propone una medida que busca rendir homenaje y memoria a las víctimas de la catástrofe, relevando ámbitos de cohesión social en los territorios afectados".

"¿Por qué es importante? Porque en Chile, categorizado permanentemente en métricas internacionales como uno de los países con mayor nivel de riesgo debido a su alta exposición a múltiples amenazas, tenemos certeza –dentro de la incertidumbre que acompaña al fenómeno del riesgo de desastres- que frecuentemente tendremos un evento con consecuencias perturbadoras para la sociedad en alguna parte del territorio", agrega Natalia Silva.

"El marco legal aludido propende que los establecimientos educacionales estimulen 'la inclusión en los planes de estudio, y en la planificación del año escolar de actividades curriculares y/o extracurriculares, con el fin de enfatizar la historia de los desastres naturales en el país y las medidas para prevenir y mitigar sus efectos. La práctica y permanente interacción con instancias que promuevan la memoria colectiva es reconocida como una capacidad adaptativa que favorece la comprensión de nuestro contexto de riesgo, complejo y dinámico". Que, al mismo tiempo, contribuye "a la reflexión de las experiencias y a la sensibilización y adopción de acciones que busquen reducir el riesgo de desastres ante futuros eventos", afirma.

Finalmente, la experta indica que "la oportunidad que nos brinda este día, en que se conmemora el terremoto y tsunami de “Valdivia 1960” es que conversemos de estos temas de manera intergeneracional, rescatando vivencias, relatos, ensayando posibles escenarios familiares de preparación y respuesta ante potenciales eventos disruptivos. Todo ello aportará al fortalecimiento de una cultura de mayor comprensión y a generar una mejor comprensión y percepción del entorno riesgoso en el que vivimos".

Para el equipo académico del Magíster en Gestión Territorial del Riesgo de Desastres, las y los académicos Carmen Paz Castro, Natalia Silva, Joselyn Arriagada, Juan Pablo Sarmiento, Allan Lavell y Omar Darío Cardona, que se encuentran justamente en la Tercera Conferencia Internacional de Reducción del Riesgo de Desastres y el Cambio Climático en Manizales, Colombia, es fundamental que los países conmemoren estos hitos ya que permiten no olvidar y seguir mejorando nuestras políticas de prevención y respuesta, así como nuestras conductas individuales y comunitarias.