Desafíos y estrategias en la conservación de especies amenazadas

Grupo de investigación de la U. de Chile destaca la importancia de la participación comunitaria y las políticas públicas en la protección de anfibios

Protección de anfibios en Chile: comunidad y políticas públicas

El reciente incendio que afectó el hábitat de la rana del Loa ha vuelto a poner en el centro de atención los retos y avances en la conservación de especies en peligro de extinción en Chile. El experto e investigador en fauna silvestre del Centro de Gestión Ambiental y Biodiversidad de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile (Favet), Gabriel Lobos, destaca que uno de los principales desafíos es la limitación de recursos económicos para la ejecución de programas de conservación a mediano y largo plazo. "Las comunidades humanas no están muy involucradas en estos temas, lo que resulta en una subvaloración de los recursos naturales y los servicios ecosistémicos que nos ofrecen", señala Lobos.

El papel de las comunidades locales y las políticas públicas

La participación de las comunidades locales es esencial para el éxito de los esfuerzos de conservación. Según Constanza Cabello-Araya, profesional del Centro de Gestión Ambiental y Biodiversidad, "la conservación de estas especies se debe construir con, en y desde los territorios y sus diversos actores". La investigadora agrega que "la colaboración entre academia, estado y comunidades es fundamental para desarrollar estrategias y acciones efectivas de conservación".

La profesora Valeria Rojas, directora del Centro de Gestión Ambiental y Biodiversidad de Favet, enfatiza la necesidad de una gestión transversal de la biodiversidad que involucre a todos los actores sociales. "Es indispensable plantear espacios de co-creación para gestionar los territorios con la participación, articulación y vinculación de los diversos actores, saberes y disciplinas", sostiene la Dra. Rojas. La académica añade que la conservación no puede ser una tarea aislada; debe ser un esfuerzo conjunto que considere la visión social, económica y ambiental de forma equilibrada y con el mismo rigor.

Desafíos específicos y avances en la conservación de la rana del Loa

El caso de la Ranita del Loa (Telmatobius dankoi) destaca la complejidad de la conservación en Chile. Esta especie, que ha logrado sobrevivir gracias a un exitoso programa de cría en cautiverio, enfrenta dificultades significativas para su reintroducción en su hábitat natural. "Prácticamente desde 2019, no hemos tenido avances significativos en la restauración del hábitat debido a que el sitio es propiedad privada", explica Lobos. Sin embargo, la reciente habilitación del Centro de Biodiversidad del Loa en Calama para recibir ranitas del Zoológico Nacional de Chile representa un paso importante en la conservación ex situ.

El Dr. Lobos también destaca los problemas que enfrentan otras especies del género Telmatobius en Chile, como la rana de los salares (Telmatobius philippii), que habita en el salar de Ascotán y está clasificada en Peligro Crítico de Extinción. "El Salar de Ascotán fue listado en la red de salares sacrificables por el Estado para promover la protección del litio, lo que pone en gran riesgo a las pequeñas vertientes donde vive este anuro y otras especies endémicas y amenazadas", añade.

La situación de otros anfibios y esfuerzos de conservación

Además de la Ranita del Loa, todos los anfibios chilenos se encuentran altamente amenazados por factores como el cambio climático, enfermedades emergentes, aumento de la radiación ultravioleta, pérdida de hábitat y contaminantes. Un ejemplo notable es el sapo de rulo (Rhinella arunco), cuya población ha disminuido drásticamente debido a la destrucción de su hábitat en el Santuario de la Naturaleza Quebrada de la Plata. "Hemos tenido que ir a llenar las pozas con agua para permitir que los anuros cumplan con su ciclo", relata el Dr. Lobos, subrayando la urgencia de acciones de conservación en estos ecosistemas.

Acciones proyectadas y educación ambiental

El Centro de Gestión Ambiental y Biodiversidad está postulando a fondos para ejecutar acciones de educación ambiental en la zona norte de Chile, donde se localizan las poblaciones de las ranas acuáticas del género Telmatobius. "También queremos continuar con el monitoreo de la rana del Salar de Ascotán", explica Constanza Cabello-Araya. Además, en el marco del Diplomado de Manejo y Conservación de Fauna, el Centro dedica un módulo específico a los anfibios, realizando acciones de monitoreo y evaluación de poblaciones en el Santuario de la Naturaleza Quebrada de la Plata.

La conservación de la biodiversidad en Chile es un desafío multifacético que requiere la colaboración de todos los sectores de la sociedad. Las comunidades locales, las políticas públicas y los esfuerzos académicos deben converger para proteger nuestras especies más vulnerables. Como menciona la Dra. Rojas, "la gestión de un territorio debe ser pensada comprendiendo que será aplicada en un sistema socio-ecológico dinámico, por tanto, el desarrollo sostenible en sí mismo debe atender a la visión social, económica y ambiental de forma equilibrada y con el mismo rigor".