Mahani Teave, pianista en la U. de Chile:

“Me gustaría que la Escuela de Música Toki Rapa Nui se vinculara con universidades”

“Quisiera que la Escuela de Música Toki Rapa Nui se vincule con ues"
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“Para los niños y niñas, tener un espacio que los cobija y todo lo que implica la música contribuye significativamente a mejorar la sociedad”, dice Mahani Teave.
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Concierto de piano en el Centro de Extensión Artística y Cultural (CEAC) de la Universidad de Chile, interpretado por Mahani Teave y Valeria Prado, en el marco del Aniversario de los 70 años del Consejo de Rectoras y Rectores (CRUCH).
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“Actualmente no se entiende en profundidad el valor del arte y la música como agentes de cambio en una sociedad. Si realmente comprendiéramos esto, en lugar de reducir las horas de música, estaríamos agregando más horas de música, arte, pintura y otras disciplinas”, agrega Mahani Teave.
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Mahani Teave, pianista y fundadora de la Escuela de Música Toki Rapa Nui, durante el concierto en CEAC.

La pianista Mahani Teave subió al escenario del Teatro de la Universidad de Chile con una flor en su cabello y un collar característico de Rapa Nui, Isla de Pascua. Esa noche, en la que se celebraban los 70 años del Consejo de Rectores y Rectoras (CRUCh), tocó durante casi dos horas junto a la pianista Valeria Prado. Se sintió muy honrada de haber participado de este hito porque la educación también la ha movilizado fuertemente. 

Hace una década, fundó junto a un destacado grupo de músicos la Escuela de Música Toki Rapa Nui. Para iniciar este proyecto, dice, fue fundamental el apoyo de su profesora y pianista Ximena Cabello, del Conservatorio de Música de la Universidad Austral, donde Teave estudió. Cabello se ha convertido, además, en una asesora en cada paso que deciden dar en la Escuela.

- Tocaste con la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile y, a los días, en un concierto junto a Valeria Prado, en el Centro de Extensión Artística y Cultural (CEAC) de la U. de Chile. ¿Cómo ha sido tu relación con los músicos y con este lugar?

Me siento muy feliz de haber participado porque me siento muy cercana a la Orquesta Sinfónica. Fueron a la Isla, entonces, conocieron mi casa. Los siento a todos como amigos cercanos y eso también para mí es muy especial. Habían pasado varios años desde la última vez que estuve acá, nueve años, así que estoy muy contenta de haber hecho estas dos cosas.

- Estudiaste en la Universidad Austral, en Valdivia, ¿sigues vinculándote con la universidad? 

Sí, yo me fui de la Isla a los casi diez años para estudiar en el Conservatorio de Música de la Universidad Austral con Ximena Cabello. Ahí me formé hasta los 19 años. Hice la etapa básica y media y superior también. Después me fui a Estados Unidos. Le tengo un cariño especial al Conservatorio de Valdivia

Mi relación también con la profesora es muy cercana. Para mí ella es como una madre musical y también fue a la Isla. Estuvo cinco años. Ella y su esposo se fueron para ayudar a levantar nuestra Escuela de Música Toki Rapa Nui que fundamos hace 12 años. 

- ¿De qué manera aportaron a este proyecto?

Estos profesores fueron fundamentales para poder levantar estructura nuestra Escuela, porque aportaron en la estructuración del Conservatorio. Entonces, fue tener gente con trayectoria para ayudar a levantar un proyecto que partió de cero. Ellos siguen siendo asesores nuestros de alguna manera. Para todos los pasos que vamos tomando también los consultamos con ellos que nos aconsejan, nos asesoran y eso igual es súper bonito.

- ¿Cómo ha sido esta experiencia también de formar tu propio proyecto? ¿Cómo ha resultado?

Considero a la Escuela como mi primer hijo porque he recibido todos los cuidados que se le dan a un hijo: la dedicación, el cariño y el sacrificio de tantas otras cosas para que esto pueda materializarse y continuar potenciándose. Especialmente, porque es la única Escuela de Música en la Isla que ofrece estas dos áreas, la clásica y la fusión.

- ¿Cuántos años llevan impulsando la Escuela?

Estamos en el doceavo año de clases y, en diciembre, celebraremos los diez años desde que comenzamos la construcción de la Escuela. Ha sido muy reconfortante ver el desarrollo que han tenido los niños. Varios de ellos, por ejemplo, son hijos de papás continentales que fueron trasladados al continente y continuaron tocando en distintas orquestas juveniles y tomando clases. Para nosotros, es como un proyecto doble, que no solo les brinda la oportunidad de un desarrollo de calidad, sino que también les permite seguir con la música si lo desean cuando salen del colegio.

Hay un elemento social relevante, ya que muchas situaciones de vulnerabilidad están presentes. Las tasas de violencia intrafamiliar y de alcoholismo son muy altas. Por lo tanto, para los niños, tener un espacio que los cobija y todo lo que implica la música contribuye significativamente a mejorar la sociedad.

- Antes de esta iniciativa, ¿cómo se abordaba la educación musical y artística en la Isla?

Hace un tiempo, hubo también una iniciativa musical que fue muy linda. Lo que nosotros estamos haciendo es estructurar una Escuela donde los niños reciben sus clases y donde existen programas de estudio formales. De alguna forma, esto permite un seguimiento de la formación de los niños, con una formación planificada por etapas, niveles y controles semestrales. Esto nos ha permitido observar cómo mejorar y cómo ayudarlos de la mejor manera posible. Son al menos 12 años de estudio para cada instrumento, por lo que se necesitan profesores especializados, ya sea para que un niño se dedique a la música o para que adquiera la técnica necesaria.

- Y, en este caso, ¿la Escuela le facilita los instrumentos? 

Sí, hemos ido consiguiendo instrumentos y los facilitamos en la medida en que podemos financiarlos. Lo más difícil es el financiamiento, ya que no contamos con un apoyo estable de ninguna parte. Nuestra idea es que fuera 100% gratuito para los estudiantes, y hemos logrado mantenerlo así durante ocho años, basándonos en proyectos y mucho esfuerzo. Ha sido tremendamente desgastante para el equipo. Así que, al principio, implementamos una modalidad de financiamiento en la que los papás que pueden aportar algo contribuyen. Nosotros cubrimos más del 60% de los costos para todos los niños y los papás que pueden aportar cubren el resto, y aquellos que no pueden, reciben una beca completa. Además, el área de la disciplina Rapa Nui es 100% gratuita.

- ¿Qué proyectas en la Escuela para los próximos años? 

Me encantaría poder hacer un programa de orquestas en los colegios, que todos las escuelas tengan su orquesta y que después de eso salga una orquesta general de la Isla. Lo mismo con el coro, para poder hacer un coro en distintos colegios. También me gustaría que la Escuela pudiera vincularse con universidades, porque nuestros chicos, por ejemplo, salen, pero idealmente nos gustaría estar ligados a alguna universidad.

- Sobre la educación artística y música, ¿qué diagnóstico puedes hacer sobre el estado actual a nivel país?

Te diría que no se entiende en profundidad el valor del arte y la música como agentes de cambio en una sociedad. Si realmente comprendiéramos esto, en lugar de reducir las horas de música, estaríamos agregando más horas de música, arte, pintura y otras disciplinas. Creo que la educación está orientada hacia una dirección que no es la más sana. Hoy en día, la educación se enfoca en que un niño obtenga un título que le garantice un trabajo, ojalá bien remunerado. No busca potenciar al ser humano ni fomentar su felicidad. Tampoco busca que el individuo sea de servicio a la sociedad o que esté impregnado de valores que ayuden a mejorar la sociedad.