10° Foro de las Artes

VI Coloquio Bajo La Mesa Verde reunió a un centenar de asistentes en torno a la reflexión y la práctica de la danza

VI Coloquio Bajo La Mesa Verde reunió a un centenar de asistentes
El 16 y 17 de octubre se realizó el VI Coloquio Bajo La Mesa Verde del Departamento de Danza UCH en la Plataforma Cultural. La actividad se enmarcó en el 10° Foro de las Artes.
El 16 y 17 de octubre se realizó el VI Coloquio Bajo La Mesa Verde del Departamento de Danza UCH en la Plataforma Cultural. La actividad se enmarcó en el 10° Foro de las Artes.
erca de 100 asistentes, entre investigadores/as, profesore/as, estudiantes y profesionales, se reunieron en torno al diálogo, la reflexión y la práctica, bajo eje de este año: “Un contexto expandido: danza, interacciones y transversalidades”.
erca de 100 asistentes, entre investigadores/as, profesore/as, estudiantes y profesionales, se reunieron en torno al diálogo, la reflexión y la práctica, bajo eje de este año: “Un contexto expandido: danza, interacciones y transversalidades”.
 Más de cien asistentes llegaron para participar de esta instancia en la que se presentaron artistas, investigadores, estudiantes y profesionales, en torno a reflexiones orientadas a visibilizar las diversas maneras en que la danza se despliega junto a otras disciplinas.
Más de cien asistentes llegaron para participar de esta instancia en la que se presentaron artistas, investigadores, estudiantes y profesionales, en torno a reflexiones orientadas a visibilizar las diversas maneras en que la danza se despliega junto a otras disciplinas.
 El VI Coloquio Bajo La Mesa Verde fue organizado por las distintas coordinaciones del Departamento de Danza.
El VI Coloquio Bajo La Mesa Verde fue organizado por las distintas coordinaciones del Departamento de Danza.

El Departamento de Danza de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile celebró este 16 y 17 de octubre su VI Coloquio Bajo La Mesa Verde: “Un contexto expandido: danza, interacciones y transversalidades”. La actividad se enmarcó en el 10° Foro de las Artes, el encuentro de creación artística más importante de la Casa de Bello que es impulsado por la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VID), a través de la Dirección de Creación Artística (DiCREA).

El VI Coloquio Bajo La Mesa Verde, que se ha consolidado como una actividad tradicional del Departamento de Danza, desarrolló sus jornadas en la Plataforma Cultural del Campus Juan Gómez Millas. Más de cien asistentes llegaron para participar de esta instancia en la que se presentaron artistas, investigadores, estudiantes y profesionales, en torno a reflexiones orientadas a visibilizar las diversas maneras en que la danza se despliega junto a otras disciplinas. Además, en la Facultad de Artes Centro se realizaron dos laboratorios escénicos para estudiantes, con profesoras invitadas.

El Decano de la Facultad de Artes, Fernando Carrasco estuvo presente en el encuentro, indicando que “Me parece que el Coloquio Bajo la Mesa Verde, organizado por el Departamento de Danza de nuestra Facultad, ha crecido significativamente, demostrando que la danza puede proyectarse desde distintas veredas, no sólo desde la escénica. Es muy valorable que sostengamos conversaciones sobre la creación, la investigación, las prácticas educativas y el patrimonio en torno a esta disciplina, sobre todo porque son hechas por nuestros propios académicos, académicas, estudiantes, egresados, egresadas y profesionales, además de expositores externos que también presentan sus trabajos en esta importante instancia de diálogo y reflexión”.

Además, dentro de la instancia expresó su gratitud hacia el 10° Foro de las Artes, por su “aporte de abrir la discusión, de debatir sobre las nuevas miradas, las nuevas tecnologías y las nuevas generaciones, expandir una proyección diversa del mundo artístico con todos los cruces que se producen en estas actividades”.

En tanto, José Miguel Candela, el director del Departamento de Danza, también estuvo presente en la instancia, donde incluso participó presentando una investigación propia. “El Coloquio Bajo La Mesa Verde es un lugar de encuentro bastante significativo para la comunidad del Depto. de Danza. Este tipo de espacio de reflexión prácticamente no existe en el país, entonces me parece sustancial poner temas relativos a la danza y las artes escénicas sobre la mesa y poder discutir de manera igualitaria, entre investigadores, profesores, estudiantes, intérpretes, teóricos y afines. De alguna manera, se borran los límites del lugar donde uno se localiza en este quehacer, para poder discutir en torno a temas que son transversales. Ese es uno de sus valores indiscutibles”.

El VI Coloquio Bajo La Mesa Verde fue organizado por las distintas coordinaciones del Departamento de Danza: La Coordinación de Investigación, compuesta por los profesores Luis Corvalán y Rolando Jara; Coordinación de Creación, dirigida por Daniela Marini; la Coordinación de Educación, por Alejandra Salgado; la Coordinación de Patrimonio, por Carlos Delgado; y la Coordinación de Extensión, por Nury Gutés. La Producción ejecutiva del encuentro estuvo a cargo de Lorena Hurtado.

Modos de crear, investigar, enseñar y visibilizar lo patrimonial

El primer día del VI Coloquio Bajo La Mesa Verde abrió con la Mesa 1 sobre modos de interpretar y crear, donde se destacó el análisis de distintas propuestas de las artes escénicas contemporáneas. La intérprete e investigadora Paulina Chamorro introdujo la idea de lo vivo como un campo en constante transformación, enfatizando cómo este concepto puede reconfigurar la práctica escénica. A continuación, el académico y director del Depto. de Danza UCH, José Miguel Candela presentó una reflexión sobre la integración de la danza, música y tecnología en la obra “TOTEM”, un concierto corporal electroacústico que rompe las fronteras entre ambas disciplinas. 

El diálogo se enriqueció con la intervención de Claudia Vicuña y Daniela Marini, académicas e investigadoras UCH, quienes compartieron su experiencia en Núcleo Blanco, resaltando los errores y hallazgos como momentos cruciales del proceso creativo. Este primer bloque estuvo marcado por la exploración de las fronteras entre tanto entre lo digital y lo corporal, lo humano y lo tecnológico, lo natural y lo artificial, y sobre todo el cuestionamiento de estas propias dualidades.

En la segunda parte de la jornada, se desarrolló la Mesa 2 dedicada a los modos de investigar, donde se profundizó en cómo se puede abordar la danza desde diversas perspectivas culturales y filosóficas. La estudiante de Antropología Social, Javiera Saavedra, abordó las construcciones culturales del cuerpo en la danza contemporánea chilena, enfocándose en la experiencia de las bailarinas profesionales. El egresado de Danza, Felipe González, por su parte, exploró las fluctuaciones entre el diseño y la danza, compartiendo ejemplos concretos de cómo ambos campos pueden retroalimentarse en el proceso creativo. 

Los intérpretes Loreto García y Lukas Julio ofrecieron una perspectiva más experimental, presentando su investigación inventiva orientada a descubrir nuevos potenciales de vida a través de la danza. Finalmente, la académica de Filosofía, Rosario Fernández ofreció una mirada más teórica al vincular las lecturas filosóficas con la danza, tejiendo una reflexión que invitaba a repensar el movimiento desde una dimensión conceptual.

El segundo día del coloquio comenzó con la Mesa 3, dedicada a la reflexión sobre los modos de enseñar la danza en Chile, abordando las múltiples vulnerabilidades que enfrentan los bailarines en cuanto a salud física, mental y condiciones laborales. El egresado Lalo Damasco expuso sobre estos desafíos, mientras que la intérprete y profesora de danza María Alejandra Andrade ofreció un enfoque interdisciplinario para el aprendizaje del cuerpo, utilizando referencias artísticas que buscan ampliar la comprensión de la formación en danza. 

Las egresadas Leslie Apablaza y Catalina Longás cerraron esta mesa con un análisis sobre la relación entre la educación, la política y la danza, compartiendo los impactos de un programa de prácticas sensibles dirigido a infancias y adolescencias en Maipú, demostrando cómo el arte puede influir en la formación de los más jóvenes.

La última mesa estuvo dedicada a los modos de visibilizar lo patrimonial en la danza. La egresada del departamento de Danza UCH, Stephanie Meyer inició el debate con una exposición sobre la preservación de lo efímero, destacando el registro de la danza contemporánea chilena. La coreógrafa e investigadora Fernanda González continuó con una presentación sobre la creación del archivo fotográfico “Por la Danza”, un proyecto que busca activar memorias afectivas y situadas de las danzas en Chile a través de imágenes. 

El creador e investigador en artes escénicas Jorge Volpi aportó una perspectiva regional con su investigación sobre los archivos de la danza contemporánea en la Araucanía/Wallmapu, cubriendo los procesos creativos desde el año 2000. Finalmente, Tania Medalla, doctora en Filosofía con mención en Estética y Teoría del Arte de la Universidad de Chile, compartió el Archivo Doméstico de las Fiestas y Danzas en Chile, que documenta las prácticas festivas y dancísticas desde 1980 hasta la actualidad, cerrando con una reflexión sobre la importancia de preservar estas expresiones culturales para futuras generaciones.

Laboratorios escénicos: Cruces entre teoría y práctica

El VI Coloquio Bajo La Mesa Verde también ofreció una faceta práctica a través de dos laboratorios escénicos con profesoras invitadas, que enriquecieron el encuentro al permitir una inmersión directa en el trabajo de destacadas creadoras. Estos laboratorios estuvieron orientados principalmente a estudiantes y egresados de la Universidad de Chile, pero también contaron con algunos cupos liberados para personas externas interesadas.

El primero fue “Un paisaje imperceptible en constante transformación: Prácticas desde el campo de lo invisible”, facilitado por Paulina Chamorro. Este laboratorio propuso una exploración del arte escénico desde lo invisible, rompiendo con las normas impuestas por el capitalismo que limitan su potencial crítico. Las y los participantes se aventuraron en una reimaginación del escenario como espacio de atención y escucha sensible. 

Paulina Chamorro destacó la importancia de estas instancias. “Los laboratorios y espacios que la Academia ofrece para encontrarnos en otro tiempo y con otros objetivos que no son de producción, son vitales para nosotros, son tiempos donde podemos darnos lo que durante el resto del tiempo de nuestra producción no nos podemos permitir”, comentó.

Actividades como el Foro de las Artes, finalmente lo que hacen es generar espacios para encontrarnos y poder hacernos estas preguntas para poder recorrer todo el arco de problemáticas, por ejemplo que tiene el arte en su precariedad estructural económica, y todas las fortalezas que tiene, a la hora de poder participar en lo social y todo lo que puede aportar a nivel sensible para mejorar nuestras formas de vida, aportar otras perspectivas para mejorar nuestra relación con el mundo, con nosotros mismos y aportar un conocimiento útil para la vida diaria”, agregó Chamorro.

El segundo laboratorio, titulado “CU: Exploración de las Premisas Corporales en la Obra Cu/Cuerpo Infinito”, fue liderado por la coreógrafa e intérprete Alexandra Mabes. En este espacio, los participantes profundizaron en la relación entre el cuerpo y el cobre, material clave en su obra. 

Mabes comentó que esta experiencia le permitió no solo compartir su investigación, sino también reflexionar sobre su propio proceso creativo. “En el Foro de las Artes he participado de dos maneras: desde la exhibición, mostrando mi obra ‘Cuerpo Infinito’, donde hubo también un conversatorio donde profundizamos en la experiencia de investigación, y ahora con el laboratorio, donde se abre la investigación en este formato más de docencia, donde pude compartir mis experiencias con las alumnas de la Universidad de Chile”, señaló.

“En general, ha sido un proceso que le da a mi trabajo y a mí misma la posibilidad de definir lo que estoy haciendo, porque a veces lo hago de una manera muy intuitiva. Entonces ha sido una oportunidad poder estar en estas dos instancias, compartiendo la obra y también el trabajo práctico y teórico”, dijo Mabes.

Estos laboratorios ofrecieron así un valioso cruce entre teoría y práctica, abriendo nuevos caminos para el pensamiento y la creación en las artes escénicas.