Se juega a partir de los 12 años. De dos grupos, de máximo 5 integrantes. Duración: 40 a 50 minutos por partida. Estos son los requisitos básicos y las condiciones mínimas para comenzar a jugar FUEGA, subtitulado “Un juego para prevenir la violencia de género”. Conformado de un tablero, peones, un instructivo, dados, un reloj de arena y tarjetas, el novedoso juego podrán conocerlo durante la realización de la Semana de las Pedagogías, que se inicia el próximo lunes 4 de noviembre, cuando se cumple su décima versión.
El evento, coordinado por el Programa Transversal de Educación junto con las facultades de Filosofía y Humanidades, Ciencias Sociales, Ciencias y el Instituto de Estudios Avanzados en Educación, se efectuará en el Campus Juan Gómez Millas, sede universitaria que alberga a los distintos programas de Pedagogía de la Universidad de Chile, hasta el 8 de noviembre.
Entre las múltiples actividades programadas se encuentra la de Ana Portillo, estudiante paraguaya, quien está en el país desde comienzos de este año cursando el Magíster en Educación mención Currículo y Comunidad Educativa, de la Casa de Bello. Portillo se presentará el próximo miércoles 6 de noviembre, a las 14:30 horas, en la Sala 343, Facultad de Ciencias Sociales (edificio nuevo), del Campus Juan Gómez Millas.
Bajo el título “La ludificación como herramienta para el abordaje de la violencia de género en contextos educativos. Una experiencia desde Paraguay”, Ana Portillo dará a conocer en territorio local la experiencia colectiva de FUEGA. Al inicio del juego hay un alerta que dice: “¡Jugar este juego puede tener como efecto relaciones más sanas y menos violentas con mayor conocimiento sobre los derechos de todas las personas!”.
La estudiante cuenta que se acercó al tema que aborda el juego frente a los alarmantes indicadores de violencia “de todo tipo y en todos los ámbitos” en Paraguay, donde trabajó y militó entorno al feminismo, la educación y la Educación Sexual Integral (ESI). “FUEGA nació del trabajo colectivo de 24 organizaciones feministas y de la diversidad sexual que vienen trabajando temas de ESI en distintos territorios del país con apoyo de Diakonía, Agencia Sueca de Cooperación”, comenta la alumna de la U. de Chile, quien se define como una “facilitadora en el proceso de creación” de FUEGA.
¿Quiénes pueden jugar este juego? “FUEGA está pensado para aplicarse en la educación no formal. Sin embargo, es una herramienta aplicable a cualquier contexto de aprendizaje, sea en un grupo juvenil o en una escuela”, señala Portillo, ya que lo importante es que las personas se animen a hablar de temas que muchas veces son tabú, son dolorosos, generan culpa o incluso se plantean de forma muy abstracta o censurada. “Es necesario ponerles nombre a ciertas experiencias”, añade la estudiante, quien es clave en la promoción de este juego.
El diseño, el tablero y sus tarjetas, son sumamente atractivos: simple y de colores amables. “El juego viene con un instructivo muy sencillo y está pensado para que pueda ser autoadministrable, es decir lo pueda utilizar cualquier persona”, asegura Ana Portillo.
Entre los temas que aborda el juego están: violencia de género, tipos y sistemas de violencia e historia del feminismo: violencia y luchas históricas. Y entre sus objetivos específicos están: identificar alertas para la prevención de la violencia de género y otros tipos de violencias; promover la reflexión y el debate respecto a las formas y sistemas de violencia y reivindicar y visibilizar a las mujeres en la lucha contra la violencia a través de la historia.
¿Cómo y de qué manera FUEGA puede servir a las otras facultades que también participan en las Semanas de las Pedagogías? Ana Portillo cree que en el contexto actual “desde cualquier profesión o ámbito de formación es ineludible trabajar pedagógicamente sobre la violencia de género desde una mirada interseccional, es decir un abordaje integral de violencia como fenómeno social transversal con distintas manifestaciones. Y el juego es una herramienta muy potente para hacerlo de una manera que sea participativa, agradable y respetuosa”.