La Universidad de Chile, en su compromiso para impulsar y apoyar nuevas generaciones de creadores, realiza una serie de acciones para promover plataformas de exhibición para el desarrollo artístico del país. Entre ellas se encuentra “Coreográficas 24”, un inédito encuentro de danzas emergentes, que busca consolidarse como una nueva plataforma de exhibición para la danza contemporánea del país.
En su primera edición, “Coreográficas” realizó una convocatoria abierta para creadores de todo Chile y seleccionó siete proyectos entre medio centenar de propuestas, los cuales se presentaron en el Teatro Nacional Chileno, los días 12, 13 y 14 de diciembre. Los proyectos consisten en obras inéditas, impulsadas por artistas del área de la danza con menos de 10 años de trayectoria y que tienen especial enfoque en la exploración interdisciplinaria, a través de obras que integren diversos lenguajes escénicos.
El director de Creación Artística de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo, Fernando Gaspar señaló que Coreográficas 24, “es un proyecto que reconoce la creación escénica de generaciones jóvenes y su relevancia actual. Las obras son seleccionadas por destacadas/os representantes del medio coreográfico en todo el país y fruto de un trabajo colectivo entre el Departamento de Danza, DiCREA y el Teatro Nacional Chileno. Estamos convencidos que debemos fomentar más espacios para la creación, que nos proyecte al futuro con una escena vital, arriesgada y de frontera".
La académica del Departamento de Danza de la Facultad de Artes, Paulina Mellado agregó que el encuentro es “un espacio en el que se da a conocer la diversidad artística en el espacio de la danza y la coreografía, por un lado, dejando entrar otras áreas del conocimiento dentro de su propio campo, y por otro, desde la especificidad para reconocer el trabajo con el cuerpo, el movimiento, las emociones, e imágenes y cómo la relación de aquellas materialidades despliegan una propuesta artística capaz de generar sentido en un otro y una posibilidad de creación de mundo”.
La académica destacó la alianza y el trabajo colaborativo entre varias unidades académicas, para lograr generar esta instancia, “a la cual se suma el apoyo del Teatro Nacional Chileno , cuyo espacio es un privilegio para las artes escénicas nacionales, con un equipo de trabajo de lujo”.
En la inauguración, la académica del Departamento de Danza de la Facultad de Artes, Nuri Gutés entregó unas palabras, “Coreográficas 24 es un espacio pensado para dar visibilidad a obras contemporáneas de nuevos creadores y creadoras, es un encuentro que entrega una perspectiva sobre aquellos sucesos relevantes para la danza contemporánea que aparecieron en los años 80 y que potenciaron la danza independiente. Hoy consideramos fundamental la puesta en valor de las nuevas creaciones y como universidad pública tenemos un compromiso con la danza, con el arte escénico, la interpretación, el arte vivo y el cuerpo”.
La selección de los proyectos que formaron parte de “Coreográficas 24” estuvo a cargo de una Comisión de Evaluación integrada por un equipo diverso de expertos del ámbito artístico y académico, que incluyó a académicos/as del Departamento de Danza de la Universidad de Chile, miembros de la Dirección de Creación Artística (DiCREA), creadores y gestores de distintas regiones del país.
Siete obras en tres días de encuentro
Durante tres días, “Coreográficas 24” presentó las obras de danza, en un encuentro abierto para todo el público, que buscó visibilizar la creación coreográfica emergente y generar un espacio de diálogo entre creadoras y creadores en torno a las prácticas escénicas actuales, generando una plataforma renovadora para la danza contemporánea en Chile.
La Sala Antonio Varas del Teatro Nacional Chileno, perteneciente a la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, fue el escenario donde se presentaron las obras como parte de la primera versión de “Coreográficas”. La jornada inaugural comenzó con la exhibición de “Metodologías en Pliegue” de Camila Delgado (U. de Chile), seguida por la obra “Hoja en Blanco” de Andrés Bravo Acevedo (U. de Chile / U. de Valparaíso) y “VOID (Parte II: Caos)” de Javier C. Lecaros (U. Academia Humanismo Cristiano).
Respecto a su obra, Camila Delgado señaló que buscó “aunar un campo de preguntas sobre el lenguaje, las bitácoras de proceso como archivo, la escritura y las tensiones entre palabras y cuerpo. Encontré en el concepto pliegue, la posibilidad de articular este campo de preguntas: el pliegue del papel, el pliegue de los cuerpos, el pliegue de los conceptos. Este proceso se vio nutrido por la colaboración con dos artistas que admiro; Alejandro Orellana en la visualidad de la obra y Cristobal Carvajal en el diseño sonoro”.
El día viernes 13 de diciembre, fue el turno de “Ensambles Ineludibles” de Katya Noriega Arancibia (U. de Chile) y “Pobre Criatura o Materias Frágiles” de Manuela Perea Ramos (U. de Chile).
Katya Noriega, licenciada en artes con mención en danza de la Universidad de Chile señala que “Ensambles Ineludibles” es una creación escénica que se enmarca en el proyecto de investigación “Esporas: derivas artísticas vinculantes”, que nace del interés por las relaciones de colaboración e interdependencia que establece nuestro cuerpo humano con organismos no humanos como bacterias y hongos, tensionando la noción de individualidad. “Nuestra propuesta también es una pregunta por las metodologías creativas, intentando desarticular la inmovilidad disciplinar, pulsando el entrecruce de soportes y conocimientos, siendo Andrea artista visual y yo bailarina”, explicó.
El encuentro cerró el sábado 14 de diciembre con las presentaciones de “Komorebi” de Mahia Ortega (U. de Chile) y “EVOCACIONES" de Bastian Guerra (U. de Playa Ancha). Esta obra es es una invitación a recordar la sensibilidad del ser humano y la conexión con otras personas, “sobre todo en estos tiempos que son un poco caóticos y separatistas, se está perdiendo la proximidad, la honestidad en los vínculos humanos por el uso excesivo de la tecnología”, indicó Bastián Guerra.
En su propuesta aborda el conflicto territorial que vive Olmué ante la falta de agua, “lo tratamos de reflejar con otros materiales buscando conectar con las emociones, con nuestro mundo interno y no olvidar que esa sequía que está ocurriendo afuera en el territorio, también que está afectando en nuestro mundo interno”, agregó.
Guerra también destacó la gran diversidad de propuestas, “creo que es un muy buen momento como para compartir y observar el trabajo de otras personas, también es una buena vitrina para mostrar el trabajo de artistas, directores y coreógrafos emergentes”.
Alrededor de 250 personas asistieron a la primera versión de “Coreográficas”, encuentro que proyecta continuar en el tiempo como un espacio original y permanente de la Universidad de Chile, propiciando la creación de nuevas piezas coreográficas.