La campaña apunta a recolectar libros en buen estado para lectoras y lectores de todas las edades: preescolares, infantiles, juveniles, adultos y personas mayores. Son, por tanto, bienvenidos libros de diversos géneros, como novelas, cuentos, poesía o ensayo; libros de arte en cualquiera de sus expresiones; filosofía, ciencias sociales o naturales, arquitectura, construcción u otros.
Daniela Picón Bruno, directora de Extensión, Comunicaciones y Vinculación con el Medio de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, destaca que “la Biblioteca Redonda es un proyecto altamente significativo para la educación popular en Chile. En su historia y en su actual proceso de reconstrucción es posible reconocer los principios y valores sociales a los que la universidad pública espera contribuir a través de la Extensión y la Vinculación con el Medio. Por eso, agradecemos la puerta que Tamara y Jorge nos han abierto para colaborar como Facultad a través de la donación de libros y esperamos poder proyectar nuestra vinculación con la Biblioteca Redonda, a partir de marzo de 2025”.
El origen de la Biblioteca Redonda
El proyecto Biblioteca Redonda es financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes (FONDART), convocatoria 2024, y la Ilustre Municipalidad de Pedro Aguirre Cerda. Cuenta con el apoyo del consejo escolar de la Escuela La Victoria (Red Pública de Establecimientos de Educación) y la Junta de Vecinos de la Población de la Victoria.
El propósito de la iniciativa es “recordar la huella de la experiencia social que permitió la construcción y uso de la escuela redonda que, a través de los relatos emerge en una nueva interpretación. Esta reinterpretación representa metafóricamente el nudo social de trabajo colaborativo de esta población”. En este marco es necesario remontarse a la toma de terreno de la Población La Victoria a fines de 1957, cuando 1.200 familias provenientes del Zanjón de la Aguada se establecieron en los terrenos de la chacra La Feria y Lo Valledor, previamente adquiridas por la CORVI.
En este sentido, el proyecto se enmarca en el rescate y reinterpretación de la Escuela Redonda que construyeron de manera comunitaria los primeros pobladores de La Victoria en 1958. “Uno de los acontecimientos más importantes que realizaron los pobladores, como trabajo comunitario, fue que cada vecino aportó con alrededor de 12 adobes, para la construcción de la Escuela Redonda. Con ello respondieron a la necesidad de dar cuidado y educación popular a los niños en forma inmediata”, explican Tamara Contreras Landeros y Jorge Broughton Wainer.
Como rescate de la memoria y la materialidad del espacio, la Biblioteca Redonda se construyó con adobe, de manera circular y gracias al trabajo comunitario. “La base constructiva con adobillos es material 100% reciclable, no contaminante y no genera impacto ambiental. Además la inercia de la tierra, al ser masa y resistencia térmica, combinada con paja, facilita la calefacción pasiva a través del calor del sol. De manera similar, el techo compuesto de madera y un aislante a base de paja embarrada, retiene el calor y evita el sobrecalentamiento durante en verano, gracias a su ventilación natural”.
Donación de libros
La Facultad de Filosofía y Humanidades, de este modo, se suma a los centros de acopio de libros que alimentarán este proyecto. Los otros dos son: Escuela La Victoria, ubicada en Avda. 1º de Mayo 4710, esq. Pasaje Independencia, Población La Victoria, Pedro Aguirre Cerda; y Colegio de Arquitectos de Chile, ubicado en Avda. Libertador Bernardo O’Higgins 115, Santiago Centro.
¡Les invitamos a traer sus libros para la Biblioteca Redonda a partir de ahora y durante la primera quincena de enero!