Uno de los objetivos es cuidar el planeta, en medio de las evidentes consecuencias que está generando el cambio climático. También, está el poder ahorrar a la hora de pagar la boleta de la luz.
Especialistas de la Universidad de Chile, entregan sencillos y simples cambios que podemos implementar en nuestro día a día, en situaciones tan cotidianas como el lavado de ropa, cocción de nuestros alimentos, o la calefacción e iluminación de nuestros espacios, los que podrían ayudarnos a disminuir el consumo eléctrico del hogar sobre el 50%.
Paulina Ramírez Del Barrio, investigadora del Centro de Energía de la Universidad de Chile y Gerente de Nuevas Soluciones, Tecnologías e Impacto en CVE Chile, sostiene que tomar conciencia y ejecutar simples medidas es un aporte real al ahorro energético.
“Es muy importante, pues con medidas como utilizar un termo para almacenar el agua caliente en lugar de hervir varias veces el agua, o cambiar el tipo de iluminación y electrodomésticos por equipos más eficientes, mejorar el comportamiento apagando equipos que no estén en uso, ocupar la lavadora con carga completa disminuyendo la cantidad de lavados, colgar la ropa en lugar de usar la secadora, entre otras medidas, puede llevar a disminuir los consumos eléctricos del hogar sobre el 50%.
Por su parte, la académica y miembro de la Coordinación de la Red de Pobreza Energética de la Universidad de Chile, Paz Araya, aborda el popularmente llamado “consumo vampiro” y recomienda también dos documentos sobre este tema: Guardianas del calor y la Guía para guardianas y guardianes del calor.
“Si bien es un consumo que es pequeño creo que igual es importante lo que se pueda llegar a ahorrar con esas cosas. Ahora, sí creo que hay que manejar bien las expectativas de acuerdo a cuánto se puede ahorrar ante cada cosa”, dice la experta.
Uno de los electrodomésticos que más gasta en nuestras casas es el refrigerador, junto a la iluminación que tengamos. Por ende, Araya, llama a poner el foco en ese ítem a la hora de querer economizar.
“De todas formas a la hora de desenchufar los distintos artefactos es una buena idea, y para eso lo más cómodo es usar zapatillas o los también llamados alargadores, que tienen ese botón que permite apagarlo si uno no lo está usando”.
Además, aconseja “no ingresar preparaciones o alimentos calientes en el refrigerador porque cuando una pone las comidas calientes, lo que hace es mover el calor de adentro hacia afuera, entonces, lo que uno le está pidiendo al refrigerador es que mueva más calor, que gaste más”.
Agrega que “hay personas que tienen refrigeradores más viejitos, de estos que se les ven los tubos por donde circula el refrigerante, detrás, entonces el consejo es limpiar esa zona es súper útil porque el polvo y la grasa que se acumula impide el intercambio de calor, limpiarlos por detrás es bueno. […] y también evitar que se acumule hielo, en el caso de los nuevos manejan un poco mejor esas cosas.
Por su parte, Ramírez entrega más recomendaciones simples que tampoco requieren de una inversión adicional: “al cocinar utilizar la tapa de las ollas para que se utilice menos tiempo la cocina, al lavar la ropa hacerlo a carga completa para disminuir la cantidad de lavados, ubicar el refrigerador en una zona fresca y cuidar no abrir sin necesidad”.
La profesora Paz Araya, suma y plantea también cambios en la iluminación de nuestros espacios. “Siempre aprovechar al máximo la luz solar, natural”
Además, “si uno va a comprar, no solo luminarias, sino que cualquier tipo de artefactos, en Chile tenemos un muy buen sistema de etiquetados donde las letras A y B son los artefactos más eficientes, entonces tratar de comprar artefactos de ese tipo, desde las ampolletas hacia otros electrodomésticos”.
Otro aspecto importante, en el que coinciden los especialistas tiene relación con la aislación que tengan nuestras casas. Ronald Fischer, académico del Departamento de Ingeniería Industrial de la U. de Chile, afirma que “una medida relevante, en materia de construcción, es ir por sobre la norma de aislamiento de los hogares. En relación a qué ampolletas ahorran más, creo que todos sabemos cuáles son las que debemos usar”.
Desafíos a corto y mediano plazo
La académica Paulina Ramírez, identifica dos desafíos para lograr efectuar los cambios conductuales o reemplazos tecnológicos y dice que “Hay un desafío económico, pues el cambio de tecnología quiere decir comprar un nuevo refrigerador, o aire acondicionado y otro electrodoméstico que sea más eficiente si pensamos en consumos eléctricos, ahora si pensamos en hacer cambios para no requerir un aire acondicionado en verano o una estufa en invierno entonces es una inversión mayor en cambios en aislación del hogar como termopaneles o aislación entre muros o techos”.
Asimismo, dice que hay un desafío de tipo social “de capacitación en torno a cómo implementar los cambios conductuales o cómo mejorar el comportamiento financiero del hogar para poder luego hacer la inversión planificada de los cambios”.