El pasado 23 de enero la Universidad de Chile dio curso a su proyecto de Presupuesto para el año 2025, tras ser ratificado por el Senado Universitario, al igual que las Pautas Anuales de Endeudamiento, referidas a la contratación y suscripción de empréstitos y obligaciones bancarias de la casa de estudios.
Entre los hitos que marcan la propuesta, presentada al pleno el 9 de enero por Sergio Olavarrieta, vicerrector de Asuntos Económicos y Gestión Institucional (VAEGI), destaca el aumento en la inversión para la implementación de la Política de Investigación, Creación Artística e Innovación y el Reglamento de Campus, ambas iniciativas aprobadas por el Senado. Asimismo, se aumentaron los recursos del Programa de becas de doctorado, incorporado en el Presupuesto 2024 a solicitud de este mismo órgano. Ese incremento permitirá que treinta alumnos/as entre primer y segundo año sean becados/as.
Además, el Presupuesto Anual ya aprobado contempla una inversión especial en seguridad, materializada en el aumento de cámaras, iluminación, mecanismos de acceso, dotación de guardias, servicios de buses de acercamiento, entre otros equipos y servicios.
Por otra parte, la propuesta le da continuidad a la implementación gradual del Reglamento de Remuneraciones del personal. Esto incluye, entre otras medidas, el reajuste según la variación del índice de Precios al Consumidor (IPC), del bono FENAFUCH y las rentas mínimas y máximas de la Universidad para los próximos dos años. También se extenderá progresivamente la Asignación Universitaria Complementaria Académica Incremental (AUCAI) a 11 cuotas.
Con miras al futuro
Respecto a las acciones que ha desarrollado la VAEGI para avanzar hacia una estabilización financiera, el vicerrector explicó que desde 2022 se han tomado medidas centradas en la continuidad del funcionamiento de organismos y unidades, la priorización de proyectos de infraestructura, la implementación gradual de políticas y lineamientos centrales de la Universidad y requerimientos de acreditación, y la búsqueda de mecanismo de financiamiento y control.
Sin embargo, la estabilización financiera no es el único objetivo de la Universidad, ya que el fin último es recuperar un estado financiero que le permita ahorrar o invertir en mayor medida, proyectándose a futuro. Esto, planteó Olavarrieta, requiere establecer un presupuesto de largo plazo (2025-2030) y modificar el modelo financiero, que implica cambiar el formato de ingreso, modificar la estructura de costos y optimizar el uso de recursos.
“La situación financiera no es sólo producto de las acciones de la U. de Chile. Si ustedes ven el sistema universitario, y en particular el de las universidades estatales, en los últimos años hay varias instituciones que están en dificultades. Y eso tiene que ver con cambios en factores externos: cambio en el sistema de financiamiento vía gratuidad, cambio en el entorno competitivo, cambios en la asignación de recursos del Estado a distintos tipos de políticas. Es necesario actualizarse, modernizarse y prepararse”, afirmó.
Por su parte, el Senador Ismael Oliva, académico de la Facultad de Economía y Negocios, agregó que es un presupuesto bastante ordenado, y que refleja una situación estructural. “En una conversación con el Senador Guiliani me decía que no imaginaba a la Universidad sin un hospital o sin una facultad de artes. Eso implica, bajo nuestra visión, que la Universidad tiene costos fijos que incurrir en el tiempo, y que no es una opción sacar una facultad porque le va mal. Sin embargo, creo que el presupuesto está orientado en una buena dirección estratégica”, analizó.
También destacó el tiempo récord en que se presentó y lo participativo del proceso. “El Grupo de Trabajo sobre Materias Presupuestarias ha trabajado con el vicerrector permanentemente. Se han levantado ideas, se presentaron varias veces variables de ingreso, gastos, en fin”, dijo.
En el centro de la discusión
Previo a esta jornada deliberativa, el órgano triestamental realizó un arduo y profundo proceso de análisis, a través de su Comisión de Presupuesto y Gestión -presidida por la Senadora Gloria Tralma- ,que en cuatro sesiones (2 ordinarias y 2 extraordinarias) logró analizar la propuesta, profundizar la discusión y resolver dudas junto al Vicerrector de Asuntos Económicos y Gestión Institucional, Sergio Olavarrieta, y elaborar sugerencias referidas al ejercicio presupuestario del 2025 y a la proyección financiera para los próximos años.
Sin embargo, este periodo sólo fue la recta final de un largo proceso de trabajo. El 19 de diciembre la comisión ya se había reunido con el vicerrector Olavarrieta para conversar y analizar temas atingentes al Presupuesto 2024 y su proyección financiera para el año en curso. Asimismo, con la intención de conocer sus estructuras y proyecciones presupuestarias, la instancia se reunió con las autoridades de 16 unidades académicas de la Universidad de Chile.
Esta vasta labor fue plasmada en un informe -en virtud del mandato del pleno-, que tenía por objetivo orientar la discusión y deliberación del resto de los senadores/as universitarios, documento que fue aprobado por el cuerpo colegiado.
Proponer para avanzar
Junto con suscribir a la idea de ratificar la propuesta, el documento entrega sugerencias, las cuales sólo tienen la intención de relevar temas para ser discutidos y profundizados con posterioridad, sin embargo, no constituyen -en ningún grado- una obligación para el ejecutivo.
De este modo, se recomienda avanzar en mejorar el incentivo de rebajas de aranceles para las/os hijas/os de funcionarias/os académicos y no académicos de la Universidad de Chile; y que la casa de estudios dicte un curso intensivo de capacitación dirigido a decanas/os y directores/as de Instituto, que permita entregar conocimientos y bases comunes para la construcción del presupuesto y la gestión económica-administrativa de la unidad que dirigen.
Además, la comisión planteó evaluar la creación de una glosa específica que oriente el presupuesto institucional para fortalecer la formación pedagógica; crear un fondo de reserva que permita mantener la producción de conocimiento e investigación en las unidades con déficit presupuestario estructural y coyuntural; y modificar el sistema de capacitación de los/as funcionarios/as.