Lecciones de una crisis global

A cinco años del primer contagio de COVID-19: especialistas U. de Chile analizan aprendizajes y desafíos

A cinco años del COVID-19: especialistas U. de Chile analizan desafíos
Al inicio de la pandemia, se hizo obligatorio el uso de mascarillas, el distanciamiento social, el uso de alcohol gel y el lavado constante de manos como medidas básicas.
Al inicio de la pandemia, el uso de mascarillas, alcohol gel, el distanciamiento social y el lavado constante de manos se hicieron obligatorios como medidas básicas.
El testeo era una de las estrategias aplicadas para controlar también el contagio y el monitoreo de la pandemia del COVID-19, através del hisopado nasal.
El testeo fue una de las estrategias aplicadas para controlar el contagio y monitorear la pandemia de COVID-19 a través del hisopado nasal.
"Lo que hicimos bien a diferencia de otros países es que muy rápidamente apoyamos la evidencia científica", asegura la infectóloga Uchile, Claudia Cortés.
"Lo que hicimos bien, a diferencia de otros países, fue apoyar rápidamente la evidencia científica", asegura la infectóloga de la U. de Chile, Claudia Cortés.
Cristian Rebolledo de la Escuela de Salud Pública, plantea que fue interesante ver como "la pandemia aceleró la adopción de las tecnologías de comunicación, herramientas digitales, y particularmente en salud".
Cristian Rebolledo, de la Escuela de Salud Pública, plantea que fue interesante ver cómo "la pandemia aceleró la adopción de las tecnologías de comunicación y herramientas digitales, particularmente en salud".
"El país quedó con una mayor dotación de camas criticas a nivel adulto y una mejor preparación para esta patología en particular. Pero, sin lugar a dudas cada pandemia nueva que llegué evidentemente es mejor prepararse para esos escenarios, va a significar nuevos desafíos", dice el doctor Tobar.
"El país quedó con una mayor dotación de camas críticas a nivel adulto y una mejor preparación para esta patología en particular. Pero, sin lugar a dudas, cada nueva pandemia que llegue requerirá una mejor preparación para esos escenarios y significará nuevos desafíos", dice el doctor Tobar.
Para la virologa Vivian Luchsinger si bien hubo acciones positivas también hubo otras que no: "En la parte del ingreso a la atención fue lenta la respuesta y ahí creo que podríamos haber sido más eficientes para que la atención en salud hubiese sido más oportuna".
Para la viróloga Vivian Luchsinger, si bien hubo acciones positivas, también hubo otras que no: "En la parte del ingreso a la atención, la respuesta fue lenta, y ahí creo que podríamos haber sido más eficientes para que la atención en salud hubiese sido más oportuna".
El decano de la Facultad de Medicina, Miguel O'Ryan, dice que "estamos mejor preparados que antes de la pandemia sin dudas, podríamos responder ante una nueva pandemia de manera más rápida, con protocolos más claros. Preocupa eso si la actitud de países relevantes como Estados Unidos que están entrando en una fase “contracíclica” de aislamiento interno"
El decano de la Facultad de Medicina, Miguel O'Ryan, dice que "estamos mejor preparados que antes de la pandemia, sin dudas podríamos responder ante una nueva pandemia de manera más rápida, con protocolos más claros. Preocupa, eso sí, la actitud de países relevantes como Estados Unidos, que están entrando en una fase 'contracíclica' de aislamiento interno".

Era marzo de 2020. En los medios de comunicación, en la radio y los canales de televisión, comenzó a circular la noticia de que se había detectado un virus en China, y que podría propagarse por todo el mundo, nadie sabía a ciencia cierta cuál sería el impacto de esto y cómo en un par de semanas el mundo entero debió paralizarse.

En Chile el primer contagiado se dio a conocer el 3 de marzo. Desde el Ministerio de Salud, el entonces ministro Jaime Mañalich, salía a confirmar que un hombre de 33 años era el primer confirmado con COVID-19, causado por el virus denominado SARS-Cov2 en nuestro país. El paciente fue diagnosticado en el Hospital de Talca.

Este fue el punto inicial de una pandemia que afectó al mundo entero. El presidente Sebastián Piñera debió tomar la decisión de declarar cuarentena en todo el país, con los costos que eso implicaba. Nos habituamos a utilizar mascarillas, a lavarnos las manos recurrentemente, a usar alcohol por recomendación de los especialistas y a encerrarnos para evitar más contagios. Esto hizo que nuestras salidas al exterior, se limitaran a compras, visitas, y situaciones específicas y con un permiso gestionado con anticipación.

Pese a todas las medidas, diariamente se informaba de personas fallecidas, del colapso en el sistema de salud y de infinitas medidas que se debieron implementar. 58.534 ese es el balance de fallecidos confirmados y sospechosos de Covid-19 desde 2020 a la fecha.

En medio de toda esta experiencia, que cada uno de nosotros y nosotras vivió de manera distinta, hay quienes estuvieron, desde sus diversas áreas, contribuyendo con su trabajo y conocimiento al control de esta emergencia.

Es el caso de infectóloga y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Claudia Cortés. Ella - por esos días -  se encontraba en Boston, Estados Unidos, para participar de un Congreso de Investigación en torno al VIH, uno de los más grandes.

“La noche anterior de que partiera lo suspendieron. Mucha gente iba en vuelo y estaba el centro de convenciones cerrado y eso fue como ¡wow esto es de verdad”, el Congreso de VIH más importante del mundo decide no hacerse porque esta este virus que parece ser importante – pensé en ese momento. Tuvimos una teleconferencia con un colega que estaba en Italia y allá ya estaba la cosa muy desastrosa”, recuerda quien participó activamente como vicepresidenta de la Sociedad Chilena de Infectología.

El decano de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, doctor Miguel O’Ryan, así rememora esos primeros días. “En Febrero, durante nuestras vacaciones, con los reportes del invierno de Europa, especialmente Italia, de muertes significativas en población de adultos mayores, la sensación de alarma de que se venía algo grave para el mundo y nuestro país, es el recuerdo más fuerte que tengo”, dice.

Luego, el doctor O'Ryan, quien era miembro del Comité Vacuna Coronavirus y quien dirigía el estudio de Janssen señala que “al comenzar nuestro año académico, recuerdo el sentimiento de urgencia, de la necesidad de organizarnos y tomar las medidas que parecieran las más correctas para la avalancha que se nos venía encima”.

El Hospital de la Universidad de Chile también tuvo un rol relevante y destacado en la pandemia, poniendo a disposición su infraestructura, equipamiento y especialistas, a través de la reconversión de camas para poder asistir a pacientes críticos.

Su actual director, el doctor Eduardo Tobar, revive esos días señalando que existía bastante preocupación sobre lo que estaba ocurriendo en el mundo, en Asia y Europa, y cómo eso podría repercutir acá.

Hubo un trabajo de capacitación, de conocimientos de lo que se sabía de la enfermedad de prepararse para el peor escenario viendo lo que estaba pasando en Italia, y en EEUU, siendo naciones desarrolladas estaban siendo bien golpeadas por la primera ola y a nivel del trabajo de extensión y de la sociedad chilena de medicina intensiva, capacitar cursos y diversas acciones de preparación”, señala.  

¿Qué se aprendió de la pandemia?

La viróloga, integrante del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina, Vivian Luchsinger, tuvo un rol importante en medios de comunicación, entregando información a la comunidad. "Se aprendió a cómo responder más rápido ante una pandemia y lo otro es que una de las lecciones importantes es que Chile es demasiado importante del exterior”.

“Llegó un momento que no teníamos insumos médicos de los más básicos como tubos plásticos para trabajar en los laboratorios por la demanda enorme, entonces la lección es que no tenemos fuentes propias (…). Hay que trabajar para generar una producción nacional de insumos”.

Para Cristian Rebolledo, jefe del Programa de Políticas, Sistemas y Gestión en Salud de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, la pandemia “permitió ver y darse cuenta de la necesidad de inversión en infraestructura. El tema de las camas críticas, de las tecnologías. De alguna manera hubo una expansión de las camas críticas, hubo un fortalecimiento de los recursos humanos”, dice.

“Hubo muchas lecciones”, dice categórico el decano Miguel O’Ryan. “Una coordinación centralizada, apoyado con quienes más saben de lo que está ocurriendo (lo que se iba aprendiendo día a día), directrices e información a la población (vocerías) claras”.

Y, si hoy viviéramos algo similar ¿estamos preparados?

La doctora Claudia Cortés, destaca “lo que hicimos bien a diferencia de otros países es que muy rápidamente apoyamos la evidencia científica”.

Si viviéramos algo similar dice que, gracias a nuestra experiencia en 2020, “se desarrolló un musculo que hoy día sigue bastante bien entrenado. Si pasan varios años se va a volver a atrofiar, pero hoy somos los mismos que estábamos hace cinco años”.

“Aprendimos bastante, hicimos conexiones y redes internacionales y nacionales que están muy vigentes, entonces si hoy día apareciera otro virus podríamos muy rápidamente armarnos como ocurrió con el departamento de virología que cambio de investigar en VIH a investigar en COVID”.

Por su parte, el director del HUCH, doctor Tobar, plantea que “el país quedó con una mayor dotación de camas críticas a nivel adulto y una mejor preparación para esta patología en particular. Pero, sin lugar a dudas cada pandemia nueva que llegue evidentemente es mejor prepararse para esos escenarios, va a significar nuevos desafíos”.

Asimismo, la viróloga doctora Luchsinger hace un punto sobre los aprendizajes. “Lamentablemente, la humanidad tiene mala memoria: aprende y se le olvida rápido. Ya varias de las cosas que aprendimos de la pandemia dejaron de hacerse. Por ejemplo, que es útil el uso de mascarillas para la prevención del contagio de infecciones respiratorias, la gente no quiere usarlas, se cansó de las vacunas, así que no soy tan optimista de que hayamos aprendido tanto”, argumenta. 

Rol de la Universidad de Chile

Todos coinciden en que la coordinación público - privada, de diversos actores contribuyó a el manejo de la pandemia del COVID-19.

Para el doctor Cristian Rebolledo, otro aspecto relevante fue “la coordinación interinstitucional que se generó, que eventualmente se había visto en otras instancias como emergencias, desastres, pero se activaron una serie de instancias que son valorables”. (…) “me parece que son interesantes también en base a participación, de distintos actores, las mesas que se fueron generando, distintas figuras que fueron apareciendo”.

La Casa de Bello participó activamente desde diversas plataformas. Lo resume así el decano de la Facultad de Medicina, Miguel O’Ryan. “La comunidad de la Universidad de Chile tuvo roles relevantes prácticamente en todos los niveles de acción: asesoría de alto nivel a las autoridades de gobierno y salud; aporte al diagnóstico masivo mediante la reconversión de los laboratorios lo que resultó fundamental para saber lo que estaba ocurriendo de verdad (a diferencia de una mayoría de países); múltiples estudios de la enfermedad, el virus, el impacto epidemiológico, el impacto de vacunas, que incidieron de manera importante en una mejor política pública; desarrollo importante de ensayos clínicos de diferentes vacunas. Una comunidad activa y potente que logró reconocimiento internacional por sus significativos aportes”.

Finalmente, Luchsinger apunta a la entrega de información a la comunidad. "Varios fuimos parte de entregar información, de dar entrevistas, de escribir notas, grabar videos para dar información de que eran los virus y eso también es positivo porque la gente conoció más de la virología", dice como una forma de traspasar sus conocimientos a la ciudadanía.